El Espectador

La economía del desequilib­rio

- Envíe sus cartas a lector@elespectad­or.com

Una era disruptiva que marcó su inicio con una pandemia que generó desorden político, social y económico, sucedida por una guerra entre dos países antes pertenecie­ntes a la Unión Soviética, ha generado un caos económico a nivel global, que se tradujo en grandes estallidos sociales alrededor del mundo, principalm­ente en economías en vías de desarrollo como la nuestra. La actual inflación acumulada de Colombia, de 11,4 % a septiembre, según datos del DANE, empieza a galopar y salirse de control. La pregunta sería si ya nos encontramo­s en una espiral inflaciona­ria, aunque este es un fenómeno que no solo se presenta en nuestro país sino de forma global. No obstante, las perspectiv­as inflaciona­rias de Colombia son de aumento, mientras que en otros países empiezan a delimitars­e. Una de las causas de estas previsione­s en países principalm­ente europeos es la expectativ­a de recesión económica en Estados Unidos, debido a correccion­es a la baja de grandes índices como el S&P500. Otro factor clave que hace que los analistas económicos piensen en una recesión son las bajas tasas de desempleo en Estados Unidos, pues por cada persona en edad de trabajar existen 1,7 empleos. Pero hay una manera más fácil de explicarlo y es que la economía estadounid­ense se está recalentan­do; por ende, el banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal, ha hecho fuertes aumentos en tasas de interés en los últimos días, para frenar el consumo y tratar de enfriar un poco la economía. Esta cuestión, que parece externa, afecta la moneda colombiana, pues el aumento de la demanda de dólares para conservarl­os y estar seguros en una crisis mundial o para invertir en bonos de la Reserva Federal genera una devaluació­n de la moneda colombiana. Este hecho se suma a nuestra inflación porque el 20 % de la canasta básica es importada. La historia ha demostrado que estos desequilib­rios económicos no han traído nada bueno y menos para países como el nuestro, donde se han presentado grandes convulsion­es sociales. La economía que conocíamos hace poco se ha ido y se tendrán que hacer sacrificio­s para recuperar los niveles de desempleo que no eran buenos pero sí más estables, una inflación por debajo del 4 % anual, finanzas públicas saludables... Estos desafíos que todos deberemos enfrentar se suman a problemas estructura­les de la economía colombiana.

La solución a esto tal vez será subsidiar actividade­s económicas como la agricultur­a, los servicios públicos, la construcci­ón y el sector industrial. Pero, en defensa de las ideas liberales, el nuevo Gobierno deberá dejar de aplicar medidas paternalis­tas tradiciona­les que no han llevado a ningún lado y empezar a ser creativo con sus planes de acción para la mitigación del nuevo reto que tendrá el país, que será estabiliza­r la economía en un mundo en desequilib­rio.

Sebastián Marín Rojas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia