Reforma al Código Electoral: la otra disputa política que se avecina
Con una nueva audiencia pública, este martes se desbloqueó su trámite. La aprobación es crucial si se quiere que aplique en las elecciones de 2023.
Gustavo Petro apenas llevaba dos días como presidente en funciones cuando se radicó el proyecto para reformar el Código Electoral. “Uno de los compromisos es modernizar la legislación electoral y armonizarla con los nuevos requerimientos del país”, dijo en ese momento el ministro del Interior, Alfonso Prada. Desde un comienzo se ratificó que el Gobierno estaba jugado con este proyecto que, salvo uno que otro cambio menor, fue el mismo que se aprobó en la anterior legislatura y que después hundió la Corte Constitucional por vicios de forma. La premura en su radicación hacía pensar que había afán para sacarlo adelante. Y con toda razón, puesto que la idea es que varios de sus puntos sean implementados gradualmente desde las elecciones de 2023.
Sin embargo, a hoy, la iniciativa no ha surtido su primer debate y no existe siquiera una ponencia oficial para su discusión. Hasta ahora solo se han hecho tres audiencias públicas, en las que distintos sectores han expuesto sus observaciones.
La última se realizó este martes. En teoría, se espera que se terminen radicando dos ponencias: una alternativa y otra mayoritaria, de acuerdo con fuentes involucradas en el tema. Pero nada de esto ha ocurrido y el tiempo apremia, pues las elecciones regionales ya se asoman y no hay claridad sobre las reglas con las que se llevará a cabo dicho proceso.
Al hablar con los ponentes, algunos reconocen que apenas están comenzando su estudio juicioso. Otros, como el senador Alejandro Vega (liberal), comentaron a este diario que el trámite se ha venido dando, y como muestra están las audiencias públicas, aunque reconoció que la Comisión Primera del Senado ha tenido varios proyectos de acto legislativo que tenían prelación. A pesar de la congestión, aseveró que desde hace tres semanas se ha acelerado la discusión y que la intención es “darle amplio debate y que los partidos se pronuncien”. Vega reveló que todas las observaciones de los últimos días han sido escuchadas y serán incluidas en una ponencia que “ya está prácticamente lista”.
El congresista también trató de restarle importancia al afán, al decir que se espera que el debate no sea tan extenso, pues el proyecto es casi el mismo que ya fue tramitado y aprobado por el Congreso en el reciente pasado: “Ya se había estudiado y gran parte de lo recogido es producto de los debates de ese entonces”. Las mayores diferencias radican en el apartado de las modificaciones en el registro civil e identificación, que fueron incluidas por la Registraduría en esta ocasión. Salvo este punto, según el senador liberal, la iniciativa es prácticamente igual al Código Electoral que fue impulsado por el registrador nacional, Alexánder Vega, hace dos años y cuya aprobación fue apalancada por el gobierno de Iván Duque.
Precisamente la premisa de que es el mismo proyecto de hace dos años traerá un debate que se sentirá con fuerza cuando se discuta oficialmente en la Comisión Primera. Una de las primeras razones es que no deja de ser llamativo que el gobierno de Gustavo Petro sea el abanderado de esta propuesta, dado que el primer mandatario se abstuvo de votarla en 2020, cuando Armando Benedetti fue su principal ponente. Por otro lado, hay varios sectores que aseguran que no es el mismo texto que fue avalado a finales de 2020.
“No es cierto que es el mismo, revive los ‘micos’ que habíamos hundido”, comentó la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, en la audiencia de este martes. En un sentido parecido, Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), señaló que es “una equivocación gigantesca e imprecisa” decir que es el mismo Código que tumbó la Corte Constitucional.
“Nos preocupa que piensen así y de que se trata de lo mismo de hace un año. Este Código no incluye los ajustes que se le hicieron en el Congreso”, acotó Barrios, que rogó que esta supuesta falsa idea no termine haciendo que no haya un debate a conciencia. “Lo correcto es discutir el Código Electoral en su totalidad. Hay que debatirlo completo, hay que mirar los impactos”, concluyó la directora de la veeduría electoral.
En cambio el senador Ariel Ávila (Alianza Verde), que ha sido uno de los que más ha criticado la reforma, enfatizó que sí se trata del mismo texto que fue aprobado hace dos años. “Es un Código hecho por Alexánder Vega sin mucho impacto”, expresó, agregando que la única razón por la que fue radicado de nuevo ha sido porque el registrador “lo vendió como la reforma del cambio”, pero realmente tendría los mismos vicios que le fueron encontrados hace dos años y que llevaron a que buena parte de la oposición -hoy casi toda en el oficialismose opusiera. Ávila también negó el argumento que ha dicho la Registraduría y algunos a favor del proyecto de que la Corte ya le dio vía libre al texto de 2020: “Lo aprobado se cayó fue por un vicio de forma, no de fondo. La Corte no lo ha aprobado”.
Más allá de si se trata o no del mismo proyecto tramitado en el pasado, la discusión pasa por algunos temas controversiales que trae la reforma. “Es una basura”, dice Ávila sin tapujos. “Se vendió como una gran transformación, pero no sirve de nada”, recalcó, advirtiendo que son más los peligros que los avances.
Algunos de los reparos se relacionan con la autenticación digital, que quedaría en monopolio de la