El vuelo alto de las Águilas
“La perseverancia no es una carrera de larga distancia; consiste en muchas carreras cortas, sucesivas”, Walter Elliot.
Las Águilas Doradas de Rionegro, dirigidas por un hombre del fútbol como Leonel Álvarez, han mostrado que con poco han hecho mucho y están cerca de hacer historia al jugar su primera final, en la primera categoría, luego de haber logrado el ascenso ya hace varios años.
Llamamos competencias a las habilidades que posee o debe poseer una persona para hacer frente a un requerimiento externo. El líder necesita cuatro herramientas fundamentales: comunicación, transmisión de la cultura y de los valores, desarrollo del colaborador a través del líder y saber delegar.
Varios aspectos ha de tener en cuenta en la buena campaña del equipo.
1. Directivos: al frente la familia Salazar, encabezada por la gerente Paola y el hombre que le ha puesto todo a favor de este proyecto: José Fernando Salazar. Hoy, después de muchos años, empiezan a recoger sus frutos, con fe, humildad y entereza para lograr sus objetivos.
2. Cuerpo técnico: al frente un hombre del fútbol, que como jugador fue líder, disciplinado, con mentalidad ganadora y ahora como técnico transfiere esos valores a sus dirigidos. Ya ha mostrado ser campeón con el Medellín, a escala internacional. Leonel Álvarez y Rubén Bedoya, otro hombre del fútbol, son referentes positivos para ese grupo de jugadores que tienen un valor clave para dirigir seres humanos: credibilidad.
3. Grupo de jugadores: una combinación de jugadores de experiencia con juveniles, donde estos últimos han sido empoderados para que en cada partido den lo mejor de sí mismos. Son muy ordenados tácticamente, solidarios en el terreno de juego y tienen la capacidad de nunca rendirse ni sentirse menos que nadie.
Tienen una buena ventaja para jugar la final. Esperemos que rematen muy bien el cuadrangular y solo celebren cuando ya estén clasificados. ¡Éxitos, muchos éxitos, Águilas!