La tragedia del invierno
Pocos medios de comunicación y mucho menos las autoridades de control de riesgos se detienen a analizar las causas raíz del problema para poder corregir la situación de manera permanente. Diariamente vemos imágenes de asentamientos humanos (ejemplo: Dabeiba, muy cerca de la represa de Hidroituango) en donde se observa que las viviendas prácticamente están construidas dentro del río.
El Código de Recursos Naturales, Decreto 2811 de 1974, establece la prohibición de construir dentro de la ronda (faja paralela a la línea de máximo cauce 30 metros a lado y lado) de corrientes de agua, llámese cañada, quebrada, laguna, lago o río, así en determinado momento estén secas, porque ellas recuperan su ronda así sea cada 30 o 60 años. ¿Recuerdan la inundación producida por la laguna de Fúquene hace algunos años cuando cubrió tierras que ganaderos y agricultores le habían invadido?
Nuestro problema principal es el desconocimiento del ambiente y que las regulaciones se quedan en los gabinetes porque no se establece el mecanismo de control para que las leyes se cumplan. No es presentable de ninguna manera ante la comunidad internacional (que ya no nos cree ni nos para bolas porque cada año se repite lo mismo) ni ante nosotros mismos que cada aguacero (recurso hídrico valioso en cualquier lugar del mundo) se convierta en tragedia.
¿Es desconocimiento, ignorancia, falta de control del cumplimiento de leyes reguladoras? ¿Seguiremos en los mismo, pregonando las tragedias y esperando que otro nos solucione los problemas? Pensemos y actuemos con sentido común.
Alba Duarte.