Hay que alzar la voz
Esta semana la selección de Irán sorprendió al mundo al negarse a cantar el himno nacional durante la apertura del partido contra Inglaterra. En medio de los silbidos de los aficionados, ondeó una gran bandera en la tribuna que leía: “Mujer, Vida, Libertad”. Este gesto resonó en el mundo entero por su mensaje fuerte y claro.
Cuando se trata de actuar en favor de la prevención y eliminación de la violencia contra mujeres y niñas hay que alzar la voz. Y cómo no si, a pesar de los crecientes esfuerzos y logros, la violencia contra mujeres y niñas sigue siendo la violación a los derechos humanos más extendida y generalizada. La OMS, en 2021, estimó que esta afecta a una de cada tres mujeres, y la cifra ha permanecido prácticamente invariable durante la última década.
Este noviembre volvemos a ondear las banderas naranjas que simbolizan que no vamos a parar en este esfuerzo. A pesar de tantas historias que nos rompen la ilusión de cambio, con más ímpetu desde las Naciones Unidas vamos a continuar impulsando los esfuerzos de promoción, compartiendo conocimiento hasta acabar con los hábitos, creencias e incentivos perversos que dan origen a la violencia contra las mujeres y las niñas.
En todo el mundo, como en Colombia, seguimos viviendo con los rezagos de siglos de patriarcado que excluye a las mujeres e impide que sus voces sean escuchadas. Este 25 de noviembre, y siempre, vamos a canalizar toda esa emoción hacia el cambio positivo y duradero. No podemos alcanzar esta transformación sin la contribución de todos.
Callar mientras ondean las banderas naranjas no es una opción. *Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Colombia