“Hay algo falso en la esperanza”
La agrupación Él mató a un policía motorizado, ganadora del Latin Grammy 2022 en la categoría Mejor álbum de rock, lanzó recientemente su nuevo tema: “Tantas cosas buenas”.
Recientemente lanzaron el tema “Tantas cosas buenas”, relacionado con la banalidad y la superficialidad. ¿Para qué hablar de esas temáticas desde la música?
En general, el arte y la música han sido un canal de comunicación para decir algo que no se podía manifestar de otra manera, sobre todo lo relacionado con lugares oscuros y melancólicos (esos otros espacios que no son tan comerciales, tan condescendientes con algo fácil). En la música encontraba eso, pero siento que con el tiempo se ha ido perdiendo y que todo ha ido cayendo en la lógica de algo bello, vacío, superficial, fácil y que nos refuerza nuestra idea de una especie de buena onda forzada, que nos ayuda a vivir, a atravesar este mundo horri-* ble. En últimas, siento que todos tenemos ese mecanismo de defensa: creamos un escudo para poder atravesar la realidad, pero el arte y la música que me interesan tienen que ser el espacio para sensibilizarnos (el escudo funciona un poco, pero a veces es exagerado y no nos hace ver la realidad).
De hecho, afirma en la canción que “tantas cosas por planear, para no llegar a ningún lugar. No es difícil de entender, todo esto se va a perder”…
Sí, la canción juega con varias cosas. Siempre me gustó escribir sobre algo sin decirlo literalmente, dejando que cada escucha lo cierre con su propia experiencia (así cada uno lo interpreta como le parece). Entonces, la canción puede hablar de esto que hemos estado hablando, pero también de una relación que se va a perder, de algo que uno planea durante tanto tiempo y después se termina, así que habla de todas las cosas que finalizan. El juego estético de la canción pop con una letra pesimista iba, un poco, por ese lado que venimos hablando.
Me gustaría hacerle una pregunta que realiza en esta canción, relacionada con lo que hemos venido hablando, ¿cuánto vamos a esperar?
No nos queda más que esperar, aunque también podemos no esperar (son ambas opciones). Nos aferramos a las cosas que no tenemos (hay momentos felices y con eso nos vamos apoyando al devenir de nuestra existencia). Hay que permitirse rendirse, hablo a nivel general, no de nuestras convicciones y cómo vamos a obrar el día a día para ser consecuentes con lo que pensamos (si reclamamos algo con profundidad, después, ser a diario consecuentes con las decisiones y acciones que realizamos). No se trata de rendirnos en lo referente a eso, pero a veces sí a los momentos, por ejemplo, decir: “Hoy no voy a forzar mi buena onda. Hoy estoy triste y abatido, y así voy a vivir este día” (mañana será otro día y nos levantaremos de otra manera, pero también está bien permitirse rendirse, aunque sea un día, un mes o un año, o lo que sea).
¿Por qué piensa que nos han vendido que no está bien rendirse?
Pienso que toda esta cosa de lo positivo tiene un gancho comercial, quizás en algún punto el mensaje de esperanza es sincero para que nos mantengamos en pie. Nada está bien ni mal, pero, en este punto, hay algo falso en la esperanza, entonces nosotros nos aferramos a ella a partir de nuestra desesperanza. Hay un juego comercial de decir: “Vendamos esperanza, que es lo que más vende” (por eso vivimos en esta cosa medio superficial que nos quieren hacer creer).