Un tiburón campeón
“Los ganadores nunca se rinden y los que abandonan nunca ganan”.
Vince Lombardi. El Atlético Júnior se coronó campeón en el fútbol colombiano completando la estrella 10 para su escudo, luego de vencer al Medellín desde los 12 pasos, dándole una gran satisfacción a toda su hinchada, que la han celebrado y seguirán por buen tiempo.
La unión estructurada de un equipo quiere decir que cada miembro tiene claro su papel. Cada uno sabe lo que debe hacer y cuál es el rol que desempeña en el equipo.
Varios factores hicieron posible el campeonato tiburón: 1. Directivos/dueños: la familia Char, en cabeza de don Fuad, siempre ha hecho inmensos esfuerzos financieros y deportivos para darles lo mejor al equipo, a la ciudad de Barranquilla y al fútbol colombiano; han transmitido algo importante: perseverancia para conseguir las metas propuestas. Esta vez volvieron a creer en el trabajo del profesor Arturo Reyes, lo apoyaron en los momentos de adversidad, como debe ser, y de ahí los resultados, una estrella más para la institución.
2. Cuerpo técnico: al mando está un hombre del fútbol y de la casa juniorista, el profesor Arturo Reyes, siempre con la disponibilidad de ayudar y apoyar a su equipo del alma en los momentos que lo ha necesitado, que con su experticia, conocimientos y gestión del camerino comprometió a sus dirigidos para que fueran valientes en los momentos de adversidad, fueran cada vez más amigos y unidos, y al fin logró conseguir su primer título como entrenador en la categoría A del fútbol colombiano.
3. Jugadores: dieron muestra de unión, compromiso, solidaridad, mentalidad fuerte, de no rendirse. Los de mayor experiencia, como Vladimir Hernández, Santiago Mele, Didier Moreno y su líder, el goleador de la Liga Carlos Bacca, mostraron que en los momentos decisivos este tipo de perfil de jugador es clave para conseguir algo grande. Combinados con los de menos experiencia, caso Déiber Caicedo, le dieron tremenda alegría a su fanaticada.
4. Hinchada: acompañaron, alentaron y creyeron en su equipo para volver a poner en alto el grito emocional: ¡JÚNIOR, JÚNIOR TU PAPÁ: CAMPEÓN, felicitaciones!