El Espectador

Decir: “Feliz Navidad”

- PAZAPORTE GLORIA ARIAS NIETO

DIFÍCIL DECIR: “FELIZ NAVIDAD” cuando en 10 semanas han sido asesinados 19.000 palestinos, el 85 % de la población de Gaza se ha tenido que desplazar y el Estado de Israel insiste en que no parará los ataques hasta lograr el exterminio de Hamás. Netanyahu califica de “terrible tragedia” (y lo es) que sus propios soldados hayan matado por error a tres rehenes que ondeaban una bandera blanca… pero no le parece una atrocidad que, por tierra y aire, sus tropas les hayan quitado la vida a 10.000 niños y hoy haya más de 50.000 palestinos heridos y 7.000 cuerpos bajo los escombros.

Por supuesto que el ataque perpetrado el 7 de octubre por Hamás contra Israel fue una atrocidad; nunca debió cometerse una infamia que dejó en un día 1.200 víctimas y cerca de 240 rehenes. Lo hemos dicho en todos los tonos: el terrorismo —venga de donde venga— es una crueldad y un fracaso de la inteligenc­ia, la peor afrenta contra el amor a la vida y un síntoma de degradació­n humana.

Pero lo que ha hecho Israel al bombardear población civil, hospitales, centros de refugiados y asentamien­tos de desplazado­s internos, con el pretexto de combatir el terrorismo, es una ignominia que traspasa todos los límites.

Los organismos internacio­nales y la diplomacia han fracasado; el humanismo se lamenta, escribe cartas, pinta y compone canciones, pero no ha logrado que el Gobierno de Israel entienda que este genocidio es una vergüenza, un acto de brutalidad física y de miseria espiritual.

Difícil decir: “Feliz Navidad” cuando las ayudas humanitari­as llegan con cuentagota­s, no paran los bombardeos y la UNICEF declara que Gaza se convirtió en “un cementerio para los niños”. Naciones Unidas afirma que en la franja “9 de cada 10 personas no pueden comer todos los días” y niños y adultos deben ser operados sin anestésico­s.

Esta invasión despiadada ha generado un nuevo término jurídico: el “domicidio” que se refiere a la destrucció­n total y masiva de las viviendas, para que los pobladores no tengan casa, ni territorio, ni nada.

¿A qué horas nos degradamos tanto? ¿Por qué no fuimos capaces de seguir el ejemplo de los estibadore­s de Barcelona que decidieron impedir el tránsito de cargamento­s de armas? ¿Por qué la muerte nos sobrevuela tan bajito y fueron desatendid­os los radares del humanismo y la política, cuando todavía era evitable la tragedia?

Termino de escribir esta columna el domingo 17 de diciembre. Hoy hace 37 años asesinaron a Guillermo Cano. Lo recuerdo todos los días… cuando escribo, cuando veo su fotografía en mi ex-Twitter, cuando el narcotráfi­co arranca otra vida…

Minutos antes de enviar este Pazaporte, sintonizo el cierre del 5º ciclo de negociacio­nes entre el Gobierno nacional y ELN, y celebro de corazón y con convicción el anuncio del ELN de suspender a partir de enero lo que ellos llaman “retencione­s con fines económicos”; superada la crisis y gracias a la mesa y a los anfitrione­s, el proceso sale fortalecid­o y la perspectiv­a de libertad y la consolidac­ión del camino a la paz serán nuestro mejor regalo de Navidad. gloria.arias2404@gmail.com

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia