Bronx, distrito creativo
LO QUE HA SUCEDIDO CON EL BRONX le devuelve a uno el alma al cuerpo.
Es milagroso lo que ha pasado allí, lo que ha logrado hacer la FUGA, la Fundación Gilberto Alzate, en ese sector de Bogotá que estaba tan maltrecho y tan quebrantado por la pobreza y la delincuencia.
Gracias a Lariza Pizano visité le lugar el viernes pasado y todos estos días he tenido una ilusión como una alondra en el pecho. Sí, es la ratificación de que las autoridades de nuestra ciudad pueden construir civilidad, es decir, solidaridad, fraternidad, incluso en lugares y momentos terriblemente adversos y desesperanzados.
Después de que en 2016 se hizo la toma de ese lugar por parte de las autoridades distritales, aquella operación tan difícil y arriesgada en el corazón del Bronx, es decir, en puntos como la “La Ele” y “El Pedazo”, nada menos, pasó esto que estoy diciendo, esta forma de la justicia poética.
La FUGA, que estaba en su oficio, tranquila, cómoda dijéramos, haciendo sus cursos, sus exposiciones, sus conferencias, en fin, una fundación pequeña desarrollando su agenda, alzo la manito y le dijo al alcalde, que con su equipo institucional estaba ponderando qué hacer con esa área recién recuperada en la localidad de Los Mártires, le dijo: Yo, la FUGA, me le mido a eso. No se lancen a hacer edificios nuevos, ni vías, ni cosas de esas, más bien entréguennoslo a nosotros. Nosotros estamos persuadidos de que es la creación artística, artesanal, comunitaria, lo que puede sanar, congregar, levantar a esta comunidad otra vez.
¡Y les dijeron que sí!
En el equipo de la FUGA en ese instante, estaba quien al poco tiempo llegaría a dirigir la fundación y a ponerse al frente del nuevo proyecto: Margarita Díaz, experta, entre otras cosas, en eso, en la creación y promoción de industrias creativas en entornos urbanos. Ellas es, propiamente, una fuerza de la naturaleza, una catarata, qué energía vital la que propaga. Es muy emocionante estar a su lado, yo no la conocía.
Su vida toda se ha vuelto la FUGA y el Distrito Creativo del Bronx. Como quien dice, “la halla la luna y la deja el sol” pensando y trabajando en eso. Trabajando, repito, en su apuesta poética: la creación artística, artesanal, comunitaria, es capaz de levantar y poner a salvo a una comunidad que estuvo golpeada y desahuciada.
En estos siete años que han pasado, solo a partir de marzo de este 2023 se ha comenzado, con esmero, a reconstruir los edificios y las áreas que rodeaban el Bronx: “La Facultad”, “La Flauta” y “La Milla”. Los tres son imponentes y han sido desde ya, solo para la gente, para lo abierto, para lo colectivo.
Todos los años anteriores, Margarita, Ana María, Angie y todo el equipo de la FUGA, han estado allá, entre la comunidad. Sin edificios ni nada. Congregando y ayudándole a la gente a crear y a sanarse. Así han logrado pacificar ese lugar y llenarlo de luz.
Yo voy a volver en estos días que hay sancocho comunitario. Van a ir más de 3000 personas.