Unidos para salvar vidas: implantan marcapasos a mascotas
Una historia que une el conocimiento de los expertos en medicina veterinaria y humana con la tecnología y el amor de una familia por salvar una de las siete vidas de Romeo, un gato con bloqueo cardíaco.
En vez de escudos, flechas y propulsores, siete “superhumanos” se ponen trajes quirúrgicos, tapabocas y guantes de látex para sanar el mundo de adentro hacia afuera, reparando corazones rotos, específicamente de mascotas.
Esta liga fue convocada por María Adelaida Mejía, del Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ), de la Universidad CES, y también lo conforman cardiólogos, electrofisiólogos y un grupo de profesionales que fueron capaces de ponerle, por primera vez en Colombia, un marcapasos a un gato. Se trata de Romeo, de raza Maine coon, que tenía 10 años y se “reiniciaba” cada dos horas.
“La primera vez que se desmayó fue a las 5:00 a.m. Le di su desayuno, y al subirse al mesón de la cocina para comer cayó al suelo”, contó Clara Palacio, recordando el suceso de 2019. De inmediato lo llevó a un veterinario y lo remitieron con Pablo Carvajal, el cardiólogo que le detectó un bloqueo cardíaco.
Romeo empezó a desmayarse con mayor frecuencia, así que lo llevaron al consultorio de María Adelaida para analizar su problema auroventricular.
Él entraba en crisis y se desvanecía a cada minuto. “Me reuní con sus tutores, les dije que estaba muy mal y existía la opción de poner un medicamento nuevo para regular los síncopes (y que estos fueran más espaciados) o la eutanasia”, contó Mejía.
“Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”
Con los fármacos se ganó la batalla, aunque no la guerra, pues el gato se estabilizó por un tiempo y recayó.
El conocimiento y la osadía fueron las herramientas de los veterinarios para resolver su caso. Por eso, entre sus tutores y médicos surgió la idea de implantarle un marcapasos, algo hecho en otros países, pero nunca en Colombia.
Así, se juntaron todos los poderes: veterinarios y doctores en medicina humana evaluaron las posibilidades que ofrecía la cirugía y cómo hacerla exitosa. Además, la maquinaria que se iba a implantar, producto de una donación hecha por una persona fallecida, y la voluntad de la familia Palacio por salvar a su Romeo.
¿Por qué esmerarse tanto, si lo normal es aplicar la eutanasia? A Palacio le basta con recordar esa llamada en la que dijeron que los recursos estaban agotados y que lo próximo era ponerle la inyección letal al peludo antes de que apareciera la idea del marcapasos. Llorando, tomó los juguetes de su mascota, sin perder la esperanza, y fue al hospital. “Tenía un problema eléctrico, pero era un gato entero y por eso hicimos hasta lo imposible por él”, agregó su dueña.
La pelea contra una falla cardiaca
Llegó el día de la operación y los siete especialistas entraron al quirófano para librar una pelea contra una falla cardíaca, que les tomó cerca de tres horas. Era peligrosa, pues “en los humanos se pueden implantar equipos sin necesidad de heridas, pero para los animalitos no, y toca hacer algo invasivo”, explicó Juan Carlos Díaz, electrofisiólogo.
La cirugía se hizo sin complicaciones: le implanta ron el marcapasos en el epicardio —parte externa del corazón—, luego le pusieron electrodos —conductores eléctricos para estructurar el ventrículo—, se agregó la batería y Díaz programó la máquina para seguir la frecuencia cardíaca del animal.
Pequeño paso para los gatos, uno grande para la veterinaria en Colombia
Después de Romeo, en el CES se han implantado dos marcapasos en perros (Candy y Vincent), lo que ha implicado mejorar la técnica, “porque ahora el cirujano sabe dónde se implantan los electrodos, qué se puede esperar, y el equipo ya entra más seguro de lo que hará”, contó Mejía.
De cualquier forma, estas operaciones, más que un logro profesional para cada quien, son una opción para que más animales tengan alternativas diferentes a la eutanasia. “Es la sumatoria de los procedimientos no convencionales que venimos haciendo en el CES, que han sido exitosos porque hacen parte de un proyecto colectivo”, dijo Villegas.
Ahora lo que une a los especialistas en bienestar animal es trabajar para que se realicen procedimientos complicados sin usar tantas manos, material intelectual y que sea asequible para más familias.
En 1977, se reunieron 24 médicos para contribuir a la construcción de la sociedad desde la educación. En julio se cumplirán 47 años de haber iniciado esta aventura, que se convirtió en un legado que no se detiene y trasciende en la historia del país.
Durante más de cuatro décadas, la Universidad El Bosque se ha transformado para ofrecer educación superior con altos estándares, sin dejar de lado la calidad de vida de su comunidad. El Bosque ha demostrado su compromiso con el mejoramiento continuo, reflejando así la excelencia que los ha llevado a ser reconocidos como referentes en múltiples campos de formación.
La institución lidera en conjunto organizaciones como Los Cobos Medical Center y el HUB iEX, desde donde trabajan en la consolidación de la innovación tecnológica y social, el emprendimiento y la cocreación, en un ambiente de permanente aprendizaje y relación con diferentes sectores para contribuir al mejoramiento de la salud en el país.
Políticas de diversidad e inclusión
La Universidad El Bosque acompaña a la comunidad desde varios escenarios con el fin de aportar a la calidad de vida, fortaleciendo sus políticas internas y su Centro de Diversidad, Equidad e Inclusión, con el que aporta desde la educación a la igualdad de género, al respeto por el otro y la diversidad.
Investigación e innovación
Así mismo, el 46 % de los grupos de investigación de la Universidad El Bosque son reconocidos por Minciencias en las categorías A1 y A. Actualmente, tiene 313 investigadores y 93 semilleros, integrados por más de 1.300 estudiantes de diversas áreas del conocimiento, que son acompañados por 147 docentes. El Bosque también posee cuatro unidades de ciencia, tecnología e innovación: el Museo de Ciencias Naturales, el Centro de Investigación de la Facultad de Psicología, el Centro de Diseño, Comunicación y Circulación de la Creación, y el Centro de Desarrollo Tecnológico e Innovación.
Posicionamiento nacional
Por todo este compromiso, en 2023, El Bosque hizo parte de The World University Rankings como una de las 10 mejores universidades de Colombia, resultado del desempeño en investigación que ha tenido a lo largo de su historia, el nivel de enseñanza y las metodologías que implementa al transferir el conocimiento.
Esto demuestra que la Universidad El Bosque es una institución de educación superior que se mantiene en actualización constante, innovando con su oferta académica, lo que le permite ofrecer a sus estudiantes más de 200 convenios de cooperación interinstitucional para que dejen huella en Colombia y el mundo.
Soy Ariel Montenegro, y hoy tengo el orgullo de liderar Renault Sofasa. Como decimos en el interior, somos “la marca más colombiana de las francesas” y hace 55 años comenzamos nuestra operación en Colombia siendo parte de su historia en diferentes contextos sociales y económicos, así como generando valor y desarrollo local y nacional.
La historia de Renault Sofasa nos ha permitido llevar la movilidad más lejos, conectar familias, generaciones y, por eso, nos sentimos orgullosos de haberlos llevado a bordo de un “Renol” para vivir experiencias memorables a lo largo y ancho de Colombia. Esta historia también une continentes, diversas nacionalidades y un gran talento con el que hoy construimos el futuro de la movilidad.
Soy de Córdoba, Argentina, desde pequeño amé los “autos” y, de hecho, en mi ciudad natal la planta de ensamble de Renault ha sido un referente local de desarrollo, innovación y generador de empleo altamente calificado. Desde muy joven he sido parte de esta compañía, estudié en el Instituto Técnico Renault, perteneciente a la Fundación Renault, y desde entonces me quedé en esta empresa en Argentina, luego fui a Brasil, Francia y ahora Colombia. Tengo 37 años, pero acabo de cumplir 19 trabajando para Renault.
Esta compañía me ha permitido crecer y desarrollarme personal y laboralmente, al igual que a miles de personas y profesionales en la región y el mundo. He tenido la oportunidad de liderar equipos de diferentes disciplinas, entre ellas financieros, logísticos y comerciales, por mencionar algunos, hasta tener la fortuna de ser el director ejecutivo del CEO global del Grupo Renault, de quien recibí la visión de futuro de nuestra compañía para las próximas décadas.
Llegué a Colombia en 2022, en el período pospandemia, en el que la industria hacía frente a grandes desafíos económicos y logísticos globales, sumados a la transformación que vive la movilidad en el mundo. Fui adoptado rápidamente por un gran equipo humano, una de las cosas que más valoro de vivir en Colombia. Este equipo lleno de talento, entereza, ingenio y resiliencia ha encarado enormes retos a los que Renault Sofasa se ha enfrentado a lo largo de su historia. Siempre han encontrado la manera de darle vuelta a la situación para seguir siendo competitivos y preferidos en el mercado, incluso con los retos de producir vehículos con la complejidad logística de la geografía colombiana.
Hemos construido relaciones de confianza con nuestros grupos de interés y generamos más de 10.000 empleos directos e indirectos de calidad en una fuerte cadena de abastecimiento, permitiendo el desarrollo de proveedores locales que están a la altura de empresas internacionales, que entregan sus productos para vehículos de alta tecnología. También está nuestra sólida red de concesionarios, aliados estratégicos, con los que hemos construido una fuerte relación por más de 50 años, llevando juntos el valor de la marca a todos nuestros clientes. Eso es hacer país.
Hoy somos los líderes del ensamble automotor nacional, con más del 70 % de la producción tanto para el mercado local como de exportación a más de 15 países. Esta es una de las metas más importantes que tenemos: posicionar a Renault Sofasa como un hub de exportación de productos de alto valor tecnológico para la región, y vamos por buen camino, ya que solo el último año crecimos un 11 %, logrando compensar la desafiante situación del mercado local.
En 2024 cumplimos 55 años de operación y seguiremos contribuyendo al crecimiento económico del país con uno de los hitos más importantes para el futuro de la operación en Colombia, anunciamos la inversión, que ya está en marcha, de US$100 millones para la producción del nuevo carro colombiano: el Renault Kwid, que será ensamblado en la planta de Envigado a partir de 2025.
Sin duda, la operación de Colombia es muy relevante para la estrategia regional del Grupo Renault y estar al frente de ella me ha permitido no solo liderar un equipo muy valioso y de alto nivel, que ha sido cuna de talento para otras industrias y empresas, así como encontrar oportunidades para la compañía en un país que crece a partir del trabajo colectivo, entre instituciones, agremiaciones, academia y las empresas.
Recojo estos párrafos para reiterar que lo que nos une es el compromiso decidido de mantener el crecimiento económico y social del país, generando desarrollo y creación de valor, porque eso le da un sentido de propósito más amplio a lo que hacemos, y por eso nos sentimos orgullosos. Como líderes de la industria automotriz estamos enfocados en encarar el futuro con confianza y afrontar los desafíos, porque creemos en Colombia, sabemos de su potencial y valoramos la fortaleza y lealtad de los colombianos.