Café de origen: de semilla a bebida De la medicina a la caficultura
Un producto de excelente calidad, la búsqueda de una mejor remuneración y las ansias de aprender han sido las principales motivaciones de dos emprendedores del campo. Ellos lanzaron sus propias marcas de café de origen, un proceso que va desde la planta
Para Alexánder Zapata, el café era un pasatiempo, algo innato, ya que es de Guática, Risaralda, un municipio cafetero. Pero casi toda su vida laboral la ha desempeñado como visitador médico y desde hace seis años (a sus 45) comenzó a estudiar barismo y a adentrarse en el mundo del café.
“Santho Café nació hace un año y me he dedicado a ella, pues me quedé sin el empleo formal que tenía. Fue complejo pasar de tener un salario mensual a aventurarme a ser el encargado de todo el emprendimiento, pero ha sido una experiencia bonita y retadora”, cuenta Zapata. Este proyecto nació de una casualidad. Él le compraba el producto a una cooperativa, pero conoció a Gilberto Mejía, dueño de la finca, quien había participado en un concurso de cafés especiales en 2021, realizado en Risaralda, y obtuvo el primer puesto en la modalidad de café suave lavado colombiano, con una calificación de 87,5 puntos sobre 100.
Desde entonces se aliaron para fundar la marca en la que uno se encargaba del cultivo y el otro de la transformación. Además, el café se paga a un mejor precio del que ofrecen en la cooperativa.
Pese a que venden café, quieren ir más allá. “Nuestra estrategia es vender una experiencia de café, que la gente aprecie y entienda el valor que tiene. Es un ritual de los 15 minutos o la pausa activa”. Porque la mayoría de los colombianos no saben qué es un café de origen y queremos hacer pedagogía con nuestro emprendimiento”, explica el creador y comercializador de Santho Café.
Otro sueño que comparten Zapata y Mejía es el de visibilizar a los productores y poderles compartir el conocimiento que han adquirido. Quieren asesorarlos para que se les reconozca la labor diferencial y de calidad que realizan. “Buscamos convencer a la gente de que pague un poquito más por una taza limpia, porque todavía al café de origen no se le da el valor que tiene y quedamos en desventaja frente a los grandes comercializadores del producto”.
La finca es pequeña y cuando no hay cosecha sacan 100 o 120 libras para la venta y en cosecha, entre 200 y 250 libras, cada una a $35.000. El camino de Santho Café no ha sido fácil. Han crecido mediante el voz a voz y las redes sociales (santho2014) y mediante el 318 734 4648. Hacen envíos a todo el país y también hacen estaciones de café en eventos médicos para dar a conocer el producto.