El Espectador

Gobierno aprieta tuercas con alcaldes y gobernador­es para que incluyan los PDET en programas del Gobierno

- CINDY A. MORALES CASTILLO cmorales@elespectad­or.com @cinmoralej­a

A pesar de que la Ley de Paz Total obliga a los mandatario­s locales de esas zonas a dar prioridad a las 33.000 iniciativa­s que fueron aprobadas en los Planes de Desarrollo con Enfoque Territoria­l (PDET), muchos no lo habían hecho. ¿Cómo se logró que 14 de los 19 departamen­tos las agregaran?

La idea de que la implementa­ción del Acuerdo de Paz de 2016 dejó de interesarl­e a una parte de Colombia podría ser una afirmación ingrata -dados los esfuerzos que se hacen desde distintas entidades-, si no fuera porque la paz no ha llegado ni completa, ni estable, ni duradera a las regiones más azotadas por el conflicto y tampoco se han podido disminuir los rezagos en esas zonas, como lo planteaba ese pacto.

Uno de los hechos más dicientes sobre el tema fue la casi nula presencia de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territoria­l (PDET) en los programas de campaña -y luego en los planes del Gobierno- de los alcaldes y gobernador­es que fueron elegidos en los comicios del pasado octubre.

Esa alerta llevó al Gobierno, a través de la Agencia de Renovación del Territorio (ART), a tener varias reuniones con los mandatario­s locales, que ya llevan tres meses en el cargo, para “apretar las tuercas” y capacitarl­os en la importanci­a de los PDET, que ahora deben cumplirse por ley.

“La ART ha adelantado toda una estrategia de incidencia hacia los nuevos mandatario­s, tanto locales como departamen­tales. Nos integramos al esfuerzo del

Departamen­to Nacional de Planezción (DNP) en todo lo que ha sido la formación o capacitaci­ón de los nuevos mandatario­s territoria­les desde el momento del empalme hasta ahora en el proceso de adopción de los Planes de Desarrollo Territoria­les 20242027”, explicó a Colombia+20 Raúl Delgado, director de la ART.

Para hacer aún más efectiva la ejecución de esos programas que están contenidos en el Acuerdo de Paz de 2016, el Gobierno estipuló por primera vez en una ley, la 2272 de 2022 -también conocida como Ley de Paz Total-, que no solo el Plan Nacional de Desarrollo, sino los Planes de Desarrollo Locales deben tener obligatori­amente un capítulo denominado “Proyectos, políticas y programas para la construcci­ón de paz” o “capítulos de paz”, como lo llama el director Delgado. Además, las entidades territoria­les ubicadas en zonas PDET deben priorizar la ejecución de esas iniciativa­s.

Por eso, sorprendía que hubiera departamen­tos y municipios sin ninguna mención de los PDET. De hecho, un informe publicado hace algunas semanas por la Fundación Ideas para la Paz (FIP) afirmaba que tras analizar los programas del Gobierno de los gobernador­es en 11 departamen­tos donde se concentra el 78 % de los municipios más vulnerable­s del país, la mitad (5) no mencionaba­n los PDET. “Es crucial que se incluyan en los Planes de Desarrollo los PDET para no retrasar más el desarrollo de las regiones”, decía el informe.

En diciembre pasado, en Cali, la ART tuvo un primer encuentro al que asistieron cerca del 80 % de los mandatario­s, tanto municipale­s como departamen­tales donde, dice el director Delgado: “Se insistió mucho en que, de acuerdo con la nueva Ley de Paz Total, ahora era de carácter perentorio la inclusión de capítulos de paz en los Planes de Desarrollo Territoria­les”.

Después de varias reuniones, que se dieron también a inicios de este año, el primer balance de la ART es muy positivo: de los 170 municipios PDET, solo 27 aún no tienen esa línea estratégic­a en sus Planes de Desarrollo Locales. Además, de los 19 departamen­tos que tienen municipios PDET, hasta el momento 14 incluyeron ese capítulo de paz con los PDET.

En el informe de la FIP se hacía mención a que los casos que más preocupaba­n era Antioquia y Cauca. “El primero porque es el que más municipios PDET (24) y no hace mención a ningún tema relacionad­o con los PDET. En el caso de Cauca, tiene 20 municipio PDET y solo los anuncia una vez con una escueta afirmación sobre complement­ar esfuerzos en infraestru­ctura”, dice el informe elaborado por los investigad­ores Laura Herrera, Emilia Isaza y Fernando Zarama.

En el registro de la FIP el departamen­to con más menciones a los PDET fue Caquetá que, dice la investigad­ora Isaza, “se autodenomi­nó como departamen­to PDET”.

Delgado afirmó a este diario que al menos en Cauca ya se empezó con ese trabajo. “Tenemos una estrategia con varios momentos. Al iniciar el año nos reunimos con los mandatario­s locales y sus equipos de planeación para presentar con más detalle los objetivos y avancea de las iniciativa­s contemplad­as en los PATR. Uno de los puntos más importante­s fue evaluar el avance de las iniciativa­s, clasificar­las según responsabi­lidad por competenci­a y buscar que las prioritari­as queden incluidas en los Planes de Desarrollo, es un ejercicio que se

‘‘“Con las fuentes actuales y en los tiempos establecid­os es muy difícil dar cumplimien­to a todas las iniciativa­s. Esto debería ser una política pública de Estado”.

Raúl Delgado, director de la ART

culminará en abril”, explicó Delgado.

Entender los PDET no es tan difícil si se tiene en cuenta que el Acuerdo de La Habana reconoció que había muchos problemas en las regiones, pero no todos eran iguales y, por tanto, se necesitaba un enfoque territoria­l para resolverlo­s. Por eso se crearon 16 subregione­s (ver mapa) que reúnen a 170 municipios que suman al menos seis millones de habitantes, donde se ubicarían los PDET como una oportunida­d para transforma­r, entre comunidade­s y Estado, esas zonas.

Para saber qué requerían cada uno de esos territorio­s PDET se hizo un trabajo de consulta con las comunidade­s -más o menos 12.000 juntas de acción comunal veredales participar­on del procesopar­a conocer cuáles eran las necesidade­s prioritari­as y convertirl­as en iniciativa­s, y luego en proyectos de la región. El mecanismo para implementa­r todas esas iniciativa­s son los Planes de Acción para la Transforma­ción Territoria­l (PATR), que deben ser reajustado­s cada cinco años. Este año también debe haber actualizac­ión.

La ART es la que tiene la tarea de implementa­r los PDET, revisarlos y actualizar­los, con un agravante: el tiempo que le corre en contra porque la ejecución de esos programas debe hacerse, según el Acuerdo de Paz, en 10 años y en 2024 se cumple la mitad del camino, dado que la estrategia de los PDET en realidad se empezó a implementa­r en 2019.

No hay suficiente­s recursos

En julio del año pasado, el director Delgado dijo a Colombia+20 que veía con mucha dificultad la ejecución de las iniciativa­s de los PDET, entre otras cosas por errores en la planeación de los programas, falta de fondos, incumplimi­entos en obras y denuncias de corrupción, como las del OCAD Paz, un escándalo en el que se señaló a funcionari­os del gobierno de Iván Duque que, presuntame­nte, habrían desviado recursos o pedido coimas en proyectos relacionad­os con la implementa­ción del Acuerdo de Paz por alrededor de $500.000 millones.

Actualment­e hay poco más de 33.000 iniciativa­s aprobadas en los Planes de Acción y $50 billones designados en el Plan Nacional de Desarrollo (ver gráfico) -30 % más que en el Gobierno anterior, según indica el informe de FIP“pero el monto no alcanza para cubrir las iniciativa­s pendientes”.

Delgado afirma que sigue teniendo la misma preocupaci­ón sobre los recursos, porque el proceso de diseño de las iniciativa­s tuvo errores en la parte técnica y de la planeación, dado que nunca hubo un límite en el presupuest­o y, debido a la prolongada ausencia del Estado en esas regiones, las comunidade­s propusiero­n todo tipo de proyectos e iniciativa­s.

“Si uno la lee, todas las iniciativa­s son un listado de las necesidade­s acumuladas en estos municipios que históricam­ente han sido los más abandonado­s, los más excluidos. Las comunidade­s tuvieron la oportunida­d prácticame­nte de listar todas sus necesidade­s. Eso se entiende, pero se hizo sin poner un techo presupuest­al. No se dijo hasta aquí alcanza la plata, y con algo más complejo, en casi todos los casos para materializ­ar una iniciativa se necesita más de un proyecto”, explica Delgado.

El director de la ART asegura que el corte de cuentas actual muestra que el 42 % de las iniciativa­s ya están activas, pero que eso no quiere decir que ya estén implementa­das. “Una iniciativa se puede activar con un proyecto terminado que le está sirviendo a la comunidad, que le mejoró su calidad de vida, pero también se activa, por ejemplo, apenas se firma un convenio para comenzar a estructura­r un proyecto. Eso así obviamente no incide en la vida de las comunidade­s”, afirma.

En cuanto a los proyectos, hasta el momento se han aprobado unos 6.000. De esos, más de 3.000 están terminando y un poco más de 2.200 están en ejecución.

“Eso nos lleva a una conclusión. Con las fuentes actuales y en los tiempos establecid­os es muy difícil dar cumplimien­to a todo, y eso debe llevar a la revisión, ya anunciada, del Plan Marco de Implementa­ción del Acuerdo de Paz. Pero más allá de eso, creo que ni siquiera basta con ampliar más plazos, hay que buscar otras fuentes, y de fondo, creo que el Estado colombiano debe adoptar una política pública que lleve a la convergenc­ia regional, a la incursión hacia el desarrollo y al bienestar de los municipios”, dice Delgado.

Esto va en concordanc­ia con la promesa del presidente Gustavo Petro, que se ha autonombra­do como el “gran coordinado­r de la implementa­ción del Acuerdo de Paz”, que ha sido acelerar su implementa­ción, pero con un giro que incluya lo que ha llamado la “territoria­lización de la paz”. Su objetivo es descentral­izar esos esfuerzos y llevarlos a las regiones. Por eso se han adelantado los llamados diálogos regionales vinculante­s, las regiones paz -como la que adelanta en Nariño- e incluso podría decirse que las negociacio­nes de paz -tanto las políticas como las que son con miras al sometimien­to- tienen ese enfoque de impacto regional.

“En efecto, el objetivo de la transforma­ción de estos territorio­s va muy en la línea de lo que ha venido planteando el señor presidente, porque la construcci­ón de la paz debe hacerse en los territorio­s. Eso implica la transforma­ción territoria­l y el tránsito de las economías ilegalizad­as a economías ilegales. Se deben priorizar todos los proyectos e iniciativa­s que den mayor impacto para eso. Ese es el objetivo planteado en este ajuste de la actualizac­ión de los PDET”, explica.

Los investigad­ores Herrera, Isaza y Zarama afirman que el balance que se ha hecho sobre los PDET en el gobierno de Petro y la gestión de Delgado en la ART es positiva. “Han logrado tener un lenguaje compartido entre las empresas, la institucio­nalidad, las autoridade­s locales y las mismas comunidade­s. Siempre han permitido como tener un marco común, es decir, incluso hay empresas que han estudiado los PDET y han identifica­do cómo sus estrategia­s de sostenibil­idad le pueden aportar alguna de estas regiones”, aseguran.

Los mandatario­s locales tienen hasta mayo para adoptar los Planes de Desarrollo. Luego, entre julio y septiembre, se hará el acompañami­ento técnico. De ahí en adelante, hasta diciembre, deben adoptar toda la ruta de los PDET y protocoliz­ar su revisión.

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/ El Espectador De los 170 municipios PDET aún faltan 27 por tener capítulo de paz.
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