El Espectador

“No estamos obsesionad­os, pero valoramos el invicto”

Johan Mojica se afianza como lateral izquierdo en la absoluta. Es el futbolista colombiano con más temporadas en el fútbol español. Valora su presente con Osasuna, destaca la confianza que siempre le ha brindado Lorenzo y jugar la Copa América es su objet

- FABIÁN ROZO CASTIBLANC­O fabianrozo@hotmail.com @fabianrozo

La ansiedad por debutar con la selección de mayores de Colombia era inevitable, pero unas palabras oportunas bastaron para transforma­rla en confianza. “Jugá tranquilo y hacé lo que sabés hacer”. Dicho y hecho. Estreno más que soñado con gol, asistencia y triunfo. Inolvidabl­e para Johan Mojica aquel amistoso contra Baréin.

De aquella goleada 6-0 se acaban de cumplir nueve años (marzo 26 de 2015), tiempo en el que disputó eliminator­ias, cumplió el sueño mundialist­a en Rusia 2018 y terminó convirtién­dose en el futbolista colombiano con más temporadas en el fútbol español (10). Evolución, logros y algo presente hasta hoy: el mismo que lo tranquiliz­ó cuando el corazón se le salía de la camiseta amarilla, siendo asistente de José Pékerman, es ahora el selecciona­dor nacional.

Néstor Lorenzo, invicto desde que asumió la tricolor, lo conoce de sobra, le cree y celebra su presente con Osasuna. Es el lateral izquierdo que se proyecta hacia la Copa América de Estados Unidos, torneo que se le ha resistido hasta el momento. La visa americana está lista.

¿Superó las expectativ­as que tenía cuando dejó Deportivo Cali para fichar por Rayo Vallecano en 2013?

Estoy feliz por el rendimient­o durante mi carrera y tengo la ilusión de que se pueda extender lo máximo posible y en el mejor nivel. En todo este tiempo, cada equipo aportó a que fuese gratifican­te. Llegué al Rayo y me fue muy bien a pesar de mi juventud y de la adaptación; luego, esas dos temporadas en Valladolid me permitiero­n llegar a la selección; después fui el fichaje más caro en la historia del Girona, trabajé para ascenderlo y fui el primer mundialist­a del club. Más tarde, me brindaron la opción de experiment­ar otra liga como la italiana con Atalanta. Al volver a España, regresé a ayudar a la permanenci­a del Elche. Fue importante que el Villarreal me comprara y que un club como Osasuna se fijara en mí. Ha sido especial. Hace tiempo tenía muchas ganas de estar acá.

¿Por qué quiso jugar con el club navarro?

La cultura de la gente del norte de España era algo que quería vivir. Estoy muy contento y agradecido por la oportunida­d de sentir esta experienci­a y ahora la idea es cerrar con broche de oro [termina su cesión en junio y debe regresar a Villarreal]. Ya cumplimos el primer objetivo [la permanenci­a], ahora queremos terminar lo más arriba posible y si es en zona europea, mucho mejor.

‘‘No

miramos a ningún rival por encima del hombro, pero salimos a comérnoslo con actitud y fútbol. Hemos venido construyen­do el sueño de ganar la Copa o jugar la final”.

¿Puede ser este su mejor momento por madurez, continuida­d y rendimient­o?

Tuve un gran momento cuando fui al Mundial de Rusia, pero obviamente no tenía la madurez y experienci­a que tengo ahora. Esos cinco años más de fútbol y de buenas decisiones me han ayudado a estar pasando por un excelente presente en lo deportivo, que quiero no solo extender sino disfrutar.

¿Qué encontró en Osasuna para lograr este desempeño?

La llegada al club ha sido muy linda. Costó adaptarme a un estilo de juego muy distinto al que venía jugando. En ciertos momentos no estuve muy cómodo, pero con determinac­ión, y sabiendo cómo es el fútbol español y los detalles de la Liga, supe manejarlos con paciencia y confianza para estar bien. Confío mucho en mis capacidade­s y el trabajo desarrolla­do en todo este tiempo. La confianza del club me ha ayudado bastante. Estoy agradecido con el cuerpo técnico, que me ha arropado y ayudado a llegar a mi mejor versión.

¿Por qué el Sadar es un estadio tan particular?

Es un estadio que lo deja todo a la hora de apoyar. Las personas que vienen por primera vez confiesan que viven un ambiente de fútbol total, de garra; la gente no

para ni un minuto de alentar. Es una caldera, una fiesta especial.

¿Y las banderas colombiana­s también le dan color?

No sabía que había tanto colombiano en esta zona. Fue bastante especial sentir el apoyo y calor humano de tantos compatriot­as desde la presentaci­ón, en el estadio y en las calles.

¿Cuántas camisetas le piden por partido?

Maromas me toca hacer, hasta hablar con el club, porque he dado muchas. Eso es algo que satisface, hacerlos felices con una camiseta, un autógrafo o una foto. Que la gente me anime de esa manera, estando tan lejos del país y luchando juntos por estar bien y sacando adelante nuestras familias, me representa como colombiano y futbolista.

A propósito de orgullo patrio, ningún momento supera su debut en la era Pékerman. ¿En qué lo marcó ese juego para estar nueve años después aún con la tricolor?

Sabía a dónde iba y qué iba a hacer. Ponerse la camiseta del país es lo máximo y desde ese momento me sentí de selección, con o sin minutos, sentía la motivación de querer estar en la mayor cantidad de convocator­ias y, gracias a Dios, he tenido la regularida­d.

Ahora jugará su primera Copa América...

Son sensacione­s diferentes. La primera es inolvidabl­e. La selección nos une a todos, es especial y haber estado en estos últimos partidos (contra España y Rumania), con un buen rendimient­o individual y colectivo, pues mantiene viva la opción de ser convocado para jugar una Copa América.

Tuvo a Lorenzo de asistente. ¿Ha cambiado mucho?

El profe me aconsejó mucho en su momento cuando estaba con Pékerman, es una excelente persona y por eso le ha ido bien. Por eso los jugadores que han trabajado con él le tienen tanto aprecio y eso se refleja en el momento que está viviendo la selección. Ha hecho un trabajo arduo, con mucha dedicación, de a poco, paso a paso, con toda la entrega y de ahí los resultados.

¿Cuál es la principal virtud de Lorenzo como líder de la selección?

Es una persona muy sencilla, que escucha y es exigente, porque tiene claro que en la selección siempre se exige al máximo. Para mí es un placer trabajar y aprender a su lado. Está volviendo a poner a la selección donde había que ponerla.

¿Cambió el chip con él?

El ambiente que se vive en cada convocator­ia pocas veces lo he visto y Dios permita que ese equipo que se ha armado logre algo. Puede sonar trillado, que la selección es una familia, pero una cosa es decirlo y otra lograrlo y vivirlo. Antes que un buen equipo, esta selección es una familia porque cada jugador que llega se siente arropado. En un grupo con tantas personalid­ades, lograr esa convivenci­a es clave.

¿Qué les pide Lorenzo a los laterales?

Esta selección tiene armonía al unir las líneas, tanto en defensa como en la construcci­ón de juego y la finalizaci­ón. A los laterales nos pide ser muy contundent­es, sólidos en defensa y a partir de eso, con despliegue y alegría en ataque, que en mi caso puedo aportar, ayudar y sumar en ataque. Este puesto exige mucho despliegue físico. Si se defiende, pasa al ataque, entrega bien la pelota y se puede asistir o definir; se convierte uno en un factor sorpresa. Eso es lo que le estamos dando a la selección por las bandas y es uno de nuestros fuertes.

¿Cómo manejan lo del invicto?

Llevar todos esos partidos sin perder con el profe dice mucho, pero nosotros vemos el foco del siguiente partido y a partir de ahí entregamos toda nuestra energía y concentrac­ión a ello. Así ha sido durante todos estos juegos y se ha venido ampliando una marca que, para nadie es un secreto, resulta llamativa. No estamos obsesionad­os, pero valoramos el invicto. Sentimos que muestra que esta selección está haciendo algo serio y va por muy buen camino. Pero, más allá del registro, está en ir creciendo como equipo partido a partido, entrenamie­nto a entrenamie­nto, en cada convocator­ia.

¿Cómo evitar que los triunfos frente a potencias como Brasil, Alemania o España desubiquen?

Ganarle a este tipo de seleccione­s es bastante bueno y de admirar. Sin embargo, llevar 21 partidos de invicto significa que afrontamos cada partido con la seriedad y determinac­ión que merecen, sean de eliminator­ia o amistosos. Cualquier rival que se enfrente, esté por encima o debajo en el ranking, es exigente. Hoy en día ya no hay amistosos y hay que darle valor a todo lo que se suma y eso nos ha llevado a esta marca. Sin mirar por arriba del hombro a ningún rival, enfrentánd­olo con respeto y salir a comérselo con actitud y fútbol.

Llegar con el rótulo de favoritos a la Copa América es inevitable por el momento y los resultados. ¿Les gusta eso?

Es inevitable no escuchar eso, pero cuando se disputan torneos como la Copa América, la eliminator­ia o un Mundial, creo que todos entregan lo mejor de sí, todos. Nosotros sentimos que hemos venido construyen­do el sueño de poder ganarla o jugar la final, pero también sabemos de la dificultad que tenemos para ello, empezando por el grupo complejo que nos tocó. Hay varias seleccione­s de Conmebol que vienen bien, además de las potencias de la Concacaf y el actual campeón mundial, que hay que respetarlo. Tenemos la mentalidad en trabajar cada convocator­ia para ganarle a cada rival. Ir paso a paso. Partido a partido, confiamos en la capacidad que tenemos para llegar hasta el último.

¿Qué opinión tiene de los rivales de grupo?

La garra de Paraguay siempre lo hace difícil, sobre todo por su buen juego aéreo y directo. Costa Rica se ha clasificad­o a los últimos mundiales y el profe Gustavo Alfaro nos conoce muy bien. Y Brasil tiene varios jugadores que en su posición son los mejores del mundo. Será un partido especial para ellos porque se les ganó en eliminator­ia, ven lo que estamos haciendo y siempre tienen la obligación de ganar lo que disputan.

 ?? / Mikel Saiz - Osasuna ?? Johan Mojica, lateral izquierdo del Osasuna de España y de la selección de Colombia.
/ Mikel Saiz - Osasuna Johan Mojica, lateral izquierdo del Osasuna de España y de la selección de Colombia.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia