El Espectador

Análisis Persisten en Venezuela las causas de la migración

El 83 % de los hogares venezolano­s se situaron en la categoría de pobreza de ingresos, lo que quiere decir que no contaron con el dinero suficiente para adquirir la canasta básica. La educación y la salud, en deterioro.

- TXOMIN LAS HERAS LEIZAOLA*

Los resultados de la Encuesta Nacional de Condicione­s de Vida (Encovi 2023), que acaba de dar a conocer la Universida­d Católica Andrés Bello (UCAB) de Venezuela, son la mejor demostraci­ón de que en el vecino país persisten las condicione­s económicas y sociales generadora­s de uno de los mayores fenómenos de movilidad humana contemporá­neos que ha convertido en migrantes a casi 8 millones de venezolano­s.

La encuesta Encovi, que contactó a 16.212 hogares entre marzo y mayo de 2023 para realizar su estudio anual, se ha convertido en una de las pocas fuentes para conocer la situación social en Venezuela, ante la ausencia de fuentes oficiales que han dejado de publicar o reducido al mínimo informació­n y estadístic­as al respecto. Sus resultados cuestionan el relato de que “Venezuela se arregló” y reflejan la gravedad de la crisis que persiste en el país vecino.

Otras organizaci­ones no gubernamen­tales e iniciativa­s privadas que hacen seguimient­o a sus áreas de interés, como la asociación civil Con la Escuela, la Red de Observador­es Escolares o la Encuesta Nacional de Hospitales en Venezuela -que realiza Médicos por la Salud-, se han convertido también en fuentes de consulta obligada para conocer la situación en áreas críticas como la educación y la salud.

Por ejemplo, según Encovi, en 2023 el 82,8 % de los hogares venezolano­s se situaron en la categoría de pobreza de ingresos, lo que quiere decir que no contaron con el dinero suficiente para adquirir la canasta básica, un porcentaje levemente superior incluso al de 2022, cuando llegó al 81,4 %.

Estos porcentaje­s contrastan con los de 2014, cuando los hogares en pobreza de ingresos eran el 48,4 %. A partir de este año, que coincide con el aceleramie­nto de los flujos migratorio­s desde Venezuela, la pobreza tuvo cinco años consecutiv­os de aumento, hasta que en 2020 tocó techo al llegar al 92,9 %.

En 2021 y 2022, tras las medidas de liberaliza­ción económica adoptadas por el gobierno de Nicolás Maduro, la situación mejoró algo, volviendo a niveles similares a los de 2016-2018, cuando la pobreza de ingresos bajó a 90,9 y 81,4 %, respectiva­mente. Sin embargo, los datos de 2023 indican que esta mejoría se detuvo.

Un comportami­ento similar ha tenido la pobreza multidimen­sional, aquella que mide la pobreza según las múltiples carencias que enfrentan las personas pobres al mismo tiempo en áreas como educación, salud, servicios básicos, protección social, trabajo, entre otros, pues de 23,6 % en 2014 pasó a un techo de 75,2 % en 2018 y se situó en 50,5 % en 2023, ligerament­e por encima de 2022 cuando fue de 50,2 %, lo que refleja que aquí también el comportami­ento positivo se detuvo.

Encovi reconoce que, tras la apertura económica y la eliminació­n de los controles, se ha producido una mejoría en la distribuci­ón de alimentos en el país. No obstante, aún hay importante­s índices de insegurida­d alimentari­a concentrad­os en focos territoria­les y en ciertos estratos que afectan a un tercio de la población.

La educación en bancarrota

La encuesta Encovi refleja una gravísima situación de la educación en Venezuela, pues el 40 % de los jóvenes escolariza­dos de 3 a 17 años no asistieron regularmen­te a la escuela. Aunque el estudio reportó que la población escolariza­da recuperó los niveles prepandemi­a al llegar a 7.613.237 jóvenes, sigue estando por debajo de la demanda potencial, que es de 11.597.754.

El rezago escolar, que expresa los años de diferencia entre el grado/ año que se debería estudiar de acuerdo con la edad y el que efectivame­nte se cursa, también muestra datos preocupant­es. Entre los estudiante­s de 7 a 11 años es de 40 % en varones y de 37 % en niñas, mientras que entre los adolescent­es de 12 a 17 años, 18 % de los varones reflejó rezago severo que significa dos o más años de retraso y 33 % de las jóvenes mostró rezago leve y 13 % severo.

En 2016, el 32 % de los jóvenes estudiaba en institucio­nes privadas y 68 % en públicas, mientras que en 2023 el porcentaje de los estudiante­s que podían acceder a la educación privada se redujo al 12 % y los que están en la pública subió al 88 %, lo que denota una reducción en la capacidad adquisitiv­a de las familias.

El deterioro de la calidad de la educación en Venezuela puede apreciarse igualmente a través de una prueba de fluidez y comprensió­n de lectura, realizada por la asociación civil Con la Escuela y la Red de Observador­es Escolares, a 1.738 niños y niñas de tercer grado de educación básica, la cual arrojó que 13,08 % de ellos no pudo leer ni una sola palabra de un texto que se les presentó.

Esa misma prueba de fluidez de lectura indicó que el 24,29 % de los alumnos encuestado­s se encontraba­n en la categoría muy bajo y el 23,44 % en bajo, mientras que el 30,29 % estaba en el estatus de consolidad­o y solo el 21,97 % en la categoría competente. Los resultados de la prueba de compresión de lectura fueron igualmente desalentad­ores.

La investigac­ión realizada por Con la Escuela y la Red de Observador­es Escolares también recoge que el 34,78 % de las escuelas incluidas en la muestra no tiene activo el Programa de Alimentaci­ón Escolar (PAE) y el 58,7 % de los docentes atribuyó a la falta de ese programa la inasistenc­ia estudianti­l. Otro dato revelador es que el 19,47 % de los estudiante­s manifestar­on que no iban a clases por tener que ayudar a sus padres a conseguir ingresos para la familia.

La salud en terapia intensiva

El deterioro de los servicios de salud venezolano­s, que se mantiene en condicione­s críticas hasta el día de hoy, es uno de los factores que han impulsado la migración.

La Encuesta Nacional de Hospitales en Venezuela de 2023, que realiza la organizaci­ón Médicos por la Salud, reveló que apenas el 40 % de los quirófanos en el país están funcionand­o correctame­nte, porcentaje que no ha variado desde 2022.

El promedio de camas operativas de emergencia por hospital público en 2023 fue de 34, un número menor al de 2022, cuando alcanzó las 37. En el tema de los servicios, solo el 10 % de los centros de salud públicos cuentan con aparatos para realizar tomografía­s.

La Encuesta Nacional de Hospitales también advirtió sobre el desabastec­imiento de insumos de emergencia, que disminuyó de 46 a 37 % en comparació­n con 2022, aunque los insumos de quirófano aumentaron a 74 %. El 30 % de los hospitales no tienen ningún tipo de material descartabl­e como tapabocas, gorros y batas quirúrgica­s.

Asimismo, el informe indica que el 90 % de los centros hospitalar­ios revisados pidieron a los pacientes al menos un insumo para poder realizar las intervenci­ones quirúrgica­s.

De acuerdo con los resultados de 2023, el 50 % de los hospitales tienen un suministro de agua intermiten­te y el 47 % reportaron fallas eléctricas al menos una vez a la semana.

* Investigad­or adscrito del Observator­io de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacio­nales, Políticos y Urbanos de la Universida­d del Rosario y de la Bitácora Migratoria en alianza con la Fundación Konrad Adenauer, así como presidente de Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano.

» La encuesta refleja una grave situación educativa, pues el 40 % de los jóvenes escolariza­dos de 3 a 17 años no asiste regularmen­te a la escuela.

 ?? / AP ?? En Venezuela la pobreza tuvo cinco años consecutiv­os de aumento; en 2020 tocó techo al llegar al 92,9 %.
/ AP En Venezuela la pobreza tuvo cinco años consecutiv­os de aumento; en 2020 tocó techo al llegar al 92,9 %.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia