Así les ha ido al agro y a la producción de alimentos durante El Niño
La sequía se sintió en el sector agropecuario, aunque para los consumidores no fue muy notorio en términos de precio. Este es el panorama de los principales alimentos que se consumen en Colombia.
El racionamiento de agua, la preocupación porque suceda lo mismo con la energía, los incendios y altas temperaturas son algunas de las consecuencias del fenómeno de El Niño en Colombia, cuya llegada oficial fue en noviembre del año pasado.
El agro y los precios de los alimentos generaron preocupación al inicio, pero han ocupado un bajo perfil en medio de las alertas climáticas. La razón de este panorama es que, por fortuna, no ha habido grandes estragos en el sector y las afectaciones que sí se dieron no terminaron por ser evidentes para los consumidores o afectar el rumbo de la inflación, por ejemplo.
“El fenómeno de El Niño no impactó notoriamente en la producción de alimentos. Esto se confirma porque tuvimos un primer trimestre del año en el que aumentó el abastecimiento en las centrales de abastos y no hubo riesgo de desabastecimiento en ningún lugar del país”, asegura la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica.
El impacto climático tampoco se ve reflejado en el precio de la comida, que siguió mostrando una tendencia positiva e impulsando hacia abajo el índice de precios del consumidor (IPC). En el último año (de marzo de 2023 a 2024) la comida se ha encarecido 1,73 %, mientras que el IPC total está en 7,36 %, según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE).
Las consecuencias de la sequía
Pese a los buenos indicadores macro, El Niño sí tuvo impacto en comestibles y productores de varios sectores, aunque cada uno lo sintió de forma distinta. La severidad de los efectos depende de la zona en la que se encontraba.
La disminución de las lluvias, especialmente en la región Caribe, Andina y Orinoquia, afectó la producción de cultivos como arroz, maíz, café y cacao, según Carlos Duarte, miembro del Instituto de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana de Cali.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) indica que habrá una transición de El Niño a la fase neutral en el periodo abril-junio con un 83 % de posibilidad. En otras palabras, esto indica que el fenómeno se está debilitando. Pese a la disminución en su intensidad, aún no están superadas las consecuencias que tendrá en el agro.
Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), advierte que hay afectaciones que se evidenciarán más adelante, sobre todo en los cultivos de ciclo corto como, la papa. El motivo es que el mal clima hizo que los productores decidieran demorar las siembras correspondientes a febrero y marzo para abril y mayo, por lo que las cosechas tardarán más meses de los habituales en salir.
Como cada caso es particular y relativo a la ubicación geográfica, este es el panorama de los efectos y precios de los principales alimentos que consumen los colombianos.
Frutas y hortalizas
La Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol) reporta que la principal afectación del sector es la reducción de la cosecha para el periodo de diciembre de 2023 a febrero de 2024. En algunos casos, llegó al 60 % debido a la sequía y el aumento de algunas plagas y enfermedades como ácaros en cultivos frutales.
Además, hubo un aumento en el consumo de agua para riego, en algunos casos se debía recurrir al bombeo en pozos para regar las cosechas (para los productores los que tienen esa posibilidad). Asohofrucol revisó 10.776 sistemas productivos y solo 21 % dispone de sistemas de riego y apenas 8 % tiene reservorios o tanques para abastecimiento de agua.
En los lugares en los que no había suficientes recursos hídricos se redujo la productividad y se generaron pérdidas de rentabilidad del cultivo, por la baja calidad final del fruto. En lo que va de este año (de enero a marzo), las frutas frescas han tenido una inflación de 17,97 %, mientras que las hortalizas y legumbres secas se han encarecido en 12,22 %.
Para los próximos meses, al gremio le preocupan las pérdidas y la falta de capacidad para el abastecimiento de alimentos, sumadas a las probabilidades de alta incidencia de lluvias que pueden generar la propagación de plagas y enfermedades.
Respecto a los precios, durante lo que va de este año (de enero a marzo), las frutas frescas han tenido una inflación de 17,97 %, mientras que las hortalizas y legumbres secas se han encarecido en 12,22 %.
Papa
Uno de los productos más golpeados por la sequía es, sin duda, la papa. Desde Fedepapa proyectaban que el fenómeno duraría hasta marzo, pero este se ha prolongado. Los cultivos más afectados se han registrado en cercanías a Usme y Subachoque (Cundinamarca) y en algunos municipios de Boyacá. El impacto negativo no ha sido generalizado, aclara el gremio.
“Los productores sabían que era ries
gosa las siembra por el fenómeno de El Niño. Por eso, la cosecha se va a correr para octubre o noviembre. Es muy posible que se den aumentos de precios que permitirán recuperar los costos de producción para sembrar en los próximos meses y tener una oferta permanente”, explica Germán Palacio, gerente de Fedepapa.
El tubérculo no solo pierde calidad por la falta de lluvias, sino también se ve afectado por las heladas y los cambios bruscos en la temperatura. Los paperos estiman que este año las hectáreas sembradas van a estar por debajo en 5.000 o 6.000 frente a las cifras de 2023. Es decir, van a pasar de 112.000 hectáreas en producción a unas 106.000, aunque eso no limitará la disponibilidad del producto.
“El precio de la papa en los últimos dos años ha sido muy competitivo, no ha tenido variaciones fuertes y ha habido una oferta permanente. Tenemos una penetración de los hogares superior al 95 %”, subraya Palacio. Durante lo corrido de 2024, el producto ha bajado de precio en 2,55 %. En las centrales de abasto de Bogotá el kilo de papa negra está costando $1.878.
Arroz
Otro de los grandes perjudicados por El Niño es el arroz, pues requiere una gran humedad para su desarrollo y correcto llenado de los granos. Por eso, las altas temperaturas reducen el rendimiento y, aunque no es generalizado en el país, se ha registrado una reducción de unas 90.000 toneladas de arroz paddy verde.
“A su vez, la cosecha que se siembra entre abril y mayo para recoger en agosto y septiembre tuvo un leve retraso porque las lluvias llegaron a finales de mes, cuando se esperaban a principios. La demora fue de 15 días y no esperamos que haya efectos adversos por ello”, dice Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz).
El precio se ha mantenido y se proyecta que sea similar al del año pasado. La inflación que se ha presentado en este producto ha sido de 1,59 % para el año corrido y su precio por kilo en centrales de abasto en Bogotá es de $3.725, según el DANE.
Fedearroz asegura que pueden abastecer 95 % de la demanda de arroz del país.
Carne y leche
Para los lecheros los efectos de El Niño han sido peores de los esperados. La razón es que la sequía disminuyó la producción de leche, pero en esta ocasión “pasó algo que nunca había pasado. Hubo menor leche, menor precio, menor consumo y no bajó el costo para el consumidor”, sostiene José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán (Federación Colombiana de Ganaderos).
Con la sequía se reduce la cantidad de pastura disponible y, por ende, la producción del líquido. Por eso, los productores esperaban que se les reconociera un mejor precio, algo que no sucedió. Tampoco se beneficiaron los consumidores; por el contrario, hubo un alza en el precio final este año de 1,11 %.
El caso de la carne fue similar, pues los productores vieron el mejor precio de novillo gordo en mayo de 2023. Pero aún no ha bajado el precio de la carne en los comercios; en cambio, este producto ha tenido un leve aumento de 0,16 % entre enero y marzo de 2024.
Fedegán pide al Gobierno que evalúe lo que está pasando con el sector y el encadenamiento productivo, porque “hay alguien que se está quedando con más ganancias”, comentó Lafaurie.