“Somos afortunados de contar con una gran generación de arqueros”
El exportero de la selección nacional habló con El Espectador sobre los guardametas de la tricolor para la Copa América, torneo que él ganó en 2001.
A un costado estaba el andén; al otro, una piedra. Ese fue el arco en el que creció, recuerda Óscar Córdoba. No bajo palos, ni lanzándose al suave cobijo del pasto. Sus primeras atajadas las dio en la aspereza del pavimiento. Fue en las calles caleñas, cuando, con sus amigos, levantaban a todo el barrio en cotejos inolvidables que alentaron el sueño de su vida: llegar a ser profesional.
Córdoba creció obsesionado con el balompié. En la casa, con su hermano solían hacer bolas de trapo, pelotas con medias. “Hasta con las bombas de cumpleaños”, recuerda su mamá, que vivía angustiada por la porcelana que los párvulos inquietos vivían quebrando. Y aunque ser arquero no fue el sueño primario, de niño el caleño siempre idolatró la figura de Pedro Zape, el héroe que quería imitar cuando fuera grande. “Trataba de copiarlo. Era mi referente, de mi ciudad, mi ídolo. Teníamos el mismo biotipo, cualidades físicas muy parecidas y, de alguna manera, siempre me vi reflejado en él”, le dijo a este medio.
Hubo un partido, especialmente, que para Óscar Córdoba quedó imborrable en su memoria. Jugaba la selección contra Uruguay. En una salida, Zape derribó a un jugador de la celeste y en la caída se lesionó el hombro. Encima, pitaron penalti. Todo parecía perdido, pero el arquero se levantó y, adolorido, se paró en la línea. Llegó el cobro y, como ungido, el portero se volvió héroe. Con una mano, desvío el remate. En la casa, todos se volvieron locos. Sobre todo, el aspirante a futbolista. Ese día nació su ejemplo a seguir.
“Tuve la inmensa fortuna, después, de tenerlo como maestro. Primero en la selección y más tarde en América de Cali. Sobre todo, cuando entrenaba arqueros en la selección, recuerdo en las concentraciones en Barranquilla, todos los martes, nos parábamos a practicar a las cinco de la mañana, aprovechábamos la brisa de la madrugada. Y me encanta escuchar sus consejos”.
De admirar a Zape, siendo un niño ilusionado que quería ser como su ídolo, Óscar Córdoba terminó llegando a la selección para convertirse, según muchos, en el mejor arquero en la historia de la tricolor. Es uno de los 14 jugadores que superó los 70 partidos vistiendo esa camiseta y de los futbolistas claves en la generación dorada que supo explotar Francisco Maturana en los años 90. Fue el guardameta del 5-0 (tal vez, el gran responsable) y fue el que cuidó el arco en 2001, cuando, en Bogotá, Colombia levantó el único título oficial de su historia: la Copa América.
El optimismo con la selección de Colombia
“Hoy la selección de Colombia despierta optimismo. Hay buenas sensaciones que nos hacen estar ansiosos por ver qué podemos hacer en la Copa América. Néstor Lorenzo tiene una cosa que me parece esencial y es que los jugadores se le adaptan muy rápido. El que llega, rinde. Eso me ha extrañado. Antes, en muchas ocasiones, cuando se hacía la convocatoria los que llegaban no se engranaban de una. Y eso cambió. Habla muy bien de la idea del entrenador. Nos pone en un problema lindo y es que tenemos tantos jugadores que el técnico tendrá muy complicado definir la nómina”, dijo el arquero en su conversación con El Espectador.
La selección nacional, efectivamente, llegará en un momento óptimo a la Copa América. De la mano del argentino Néstor Lorenzo, el equipo acumula 18 partidos sin perder. Una racha que se extiende a 21 partidos de invicto, pues el combinado nacional no es derrotado desde febrero de 2022, cuando cayó con Argentina. Ninguna selección del mundo tiene esos registros hoy.
“Hay dos formas de entender las buenas rachas: es suerte o producto del buen trabajo y la planificación. La madurez de los jugadores que tenemos les permite entender que la racha que lleva la selección es por su buen rendimiento. Son jugadores de buen presente en Europa en las mejores competencias del mundo. Y eso es lo que les permite llegar en el máximo de rendimiento. Saben, por un lado, que no pueden regalar nada porque la competitividad es alta y, por el otro lado, que no deben perder la cabeza porque tienen un objetivo que es claro. Gozan de esa experiencia”, asegura el exfutbolista, de recordado paso en equipos como América de Cali y, especialmente, Boca Juniors en Argentina.
“Tenemos una buena camada”
En el arco, la especialidad de Óscar Córdoba, Colombia está tranquila. Vale la pena hacer similitudes entre el ahora y su época de futbolista. Cuando el caleño debutó en Atlético Nacional, gracias al ojo de Maturana, el ícono de la portería nacional era René Higuita. Se dudaba entonces del reemplazo generacional del loco y ahí llegó Córdoba. Venía con otros de una generación brava, como Miguel Calero y Faryd Mondragón.
En el símil, en los últimos años, mucho se dudó también de lo que pasaría en el arco cuando se le acabara la chispa a David Ospina. En la incertidumbre, apareció Camilo Vargas y, atrás, viene la joven promesa de Kevin Mier. ¡Hay futuro! Al menos, así lo dice Córdoba: “Somos afortunados: contamos con una gran generación de arqueros. Hace poco hablábamos de que teníamos escasez, hoy hay abundancia. Hay una buena camada que nos permite dormir tranquilos”.
El proceso de formación, en los últimos años, ha mejorado: “Antes no teníamos talla, hoy la tenemos. Perdimos nivel competitivo y ahora, poco a poco, nuestros arqueros otra vez se están midiendo en competencias internacionales. Otra vez estamos
exportando talento y, progresivamente, será necesario que nuestros porteros vayan afuera”.
En el equipo de Néstor Lorenzo, el arco es de los puestos más seguros. De hecho, Óscar Córdoba opina que en gran parte el responsable de la buena racha del combinado nacional, sin desconocer el gran nivel de todo el grupo, es Camilo Vargas. “Es figura en México y está en un nivel extraordinario. Está consolidado y buena parte del invicto, la selección se lo debe a su buen rendimiento. La clave es seguirlo respaldando. Cuando falle, que hasta ahora no le ha pasado, hay que apoyarlo, no caerle encima”.
Vargas, de hecho, es de la plena confianza de Lorenzo y lo revelan los números. Aunque no ha estado en todas las convocatorias del entrenador argentino, se ha perdido, por lógica, solo algunos partidos amistosos. En los juegos importantes y las convocatorias oficiales, siempre que ha estado disponible ha sido titular. El portero del Atlas ha participado en 10 de los 18 juegos del estratega argentino. Todos de inicialista.
El segundo en la lista de opciones, que seguramente irá a Estados Unidos para la Copa América, es David Ospina. Antes de su lesión era el titular indiscutido y alcanzó a tapar varios juegos, por eso en la era Lorenzo tiene cuatro titularidades. Sin embargo, Vargas le ganó el puesto. El DT de la selección aún confía en el histórico portero de la tricolor y lo ha demostrado en las convocatorias. “Es un jugador que le aporta experiencia al grupo. Lo importante, más allá de eso, es que mantenga su buen nivel para que llegue a aportar en la competencia por el arco”, explicó Córdoba.
La tercera opción de Néstor Lorenzo, por números, es clara: Álvaro Montero. El arquero de Millonarios, de hecho, es el que más ha sido convocado por el argentino y, cuando Vargas no ha podido estar presente, la opción siempre ha sido el guajiro. Hoy su presente con el cuadro embajador no es el mejor, pero, según Córdoba, eso no le quita el puesto: “Somos dados a criticar. No tenemos en cuenta que es un arquero que está compitiendo en varios frentes. Es normal que pueda tener errores. Después, no criticamos a aquellos que no compiten, pero son convocados”.
Detrás de esos tres fijos, al menos para esta Copa América, la otra opción es Kevin Mier, arquero que está en el radar del entrenador, aunque cuando fue convocado no contó con minutos. “Es joven y está en ese recambio. Tiene condiciones y está brillando en México, tanto que desde Inglaterra ya se han fijado en él”, aseguró Córdoba.
El universo de arqueros convocados por Néstor Lorenzo es más amplio. En sus listas también han estado nombres como José Chunga y Alejandro Rodríguez, nombres del fútbol local que hoy se ven lejos. Otro es Devis Vásquez, que fue fichado por AC Milan y ahora está a préstamo en Ascoli de la Serie B en Italia. Es un arquero bien valorado por Óscar Córdoba, quien asegura que el surgimiento de tantos nombres en los últimos años es síntoma del buen momento gerenacional.
La Copa América está a la vuelta de la esquina. Falta poco más de un mes. La esperanza del título crece entre los aficionados gracias a un equipo que vive un gran presente. El arco es una de las garantías, pero en El Espectador repasaremos, junto a referentes de la selección, posición por posición, cómo llega el equipo de Néstor Lorenzo a la gran cita del año futbolístico en Colombia.
» Córdoba debutó en 1988 con Atlético Nacional. En Colombia jugó también con América, Quindío, Cali, Once Caldas y Millonarios. Afuera, jugó con Boca en Argentina, Besiktas en Turquía y Perugia en Italia.