Petro busca caminos para un acuerdo nacional con color constituyente
El presidente dijo que el Acuerdo de Paz lo habilita a modificar la Constitución, pero Santos lo desmintió. El Pacto convocó en la Nacional cita para trazar nueva ruta en lo que resta de mandato.
El acuerdo nacional que ha mencionado el presidente Gustavo Petro desde su campaña de 2022 y que muchos creían historia pasada, pues él mismo lo calificó como una intención ingenua y frustrada, volvió al mapa político, pero adornado con un segundo apellido: constituyente. Y ahora será uno de los temas principales en la asamblea nacional que realizarán el Pacto Histórico y sectores progresistas en la Universidad Nacional finalizando esta semana.
El presidente está decidido a hacer su acuerdo y, según dijo este 24 de mayo desde Popayán (Cauca), no por capricho, sino porque lo ordena el Acuerdo de Paz de 2016, al que Petro calificó de “supraley colombiana”; es decir, por encima de la Constitución de 1991.
Desde el mismo departamento al que viajó debido a los ataques de las disidencias, Petro indicó que Colombia podría ser juzgada internacionalmente si no se cumple el Acuerdo de Paz, por lo que se tienen que ejecutar los cambios que estaría frenando el Congreso, y dijo que el documento le da la facultad de llamar a una constituyente.
“Se ha organizado al Estado de una manera que impide que se pueda construir justicia social”, advirtió. Pero el artífice del acuerdo, el expresidente y Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, salió este mismo domingo a desmentirlo.
“Usar el Acuerdo de Paz con las FARC para convocar a una constituyente es un absurdo. Esa fue una de las líneas rojas que mantuvimos en la negociación”, precisó Santos y agregó: “La teoría de que el acuerdo es un acuerdo especial que puede modificar las partes contratantes tampoco tiene asidero jurídico, porque los acuerdos especiales presuponen que el conflicto entre las partes continúa, y ese no fue el caso entre el Estado y las FARC”. Además, Santos fue enfático en que acudir a otro tipo de vías no constitucionales se va a enfrentar con la institucionalidad misma, incluso a la de las Fuerzas Armadas.
“Una asamblea constituyente solo se puede convocar usando los procedimientos que establece la Constitución. Cualquier intento de hacerlo por otra vía se enfrentaría con el poder Legislativo, el poder Judicial, las Fuerzas Armadas y con la gran mayoría de los colombianos”, precisó.
Pero los afines de Petro tienen otra lectura. Por eso, en su administración ya andan varias estrategias paracumplirlospuntos,yelencuentro entre la coalición de Gobierno, la Minga Indígena, los sindicatos, sectores de izquierda y organizaciones de movilización en la Nacional, de Bogotá, es una de estas.
Voces del Gobierno aseguraron que esta cita de dos días (31 de mayo y 1.° de junio) avivará la constituyente y que de ella saldrá la hoja de ruta para los últimos dos años de Petro en el poder, y contaron que servirá para conformar lo que han llamado “coordinadoras de fuerza popular”, un término que viene usando el presidente y ha generado muchas dudas.
Aunque no se sabe quiénes conformadarán estas coordinadoras, en qué lugares operarán ni cómo se financiarán, desde el Pacto las describieron como grupos ciudadanos activos en política dispuestos a defender al Gobierno.
“El llamado del presidente tiene una lógica que puede asustar, pero es de poder popular. Necesitamos que el pueblo se empodere a través de la organización y la movilización para defender el proceso de reformas”, indicó el representante Gabriel Becerra, uno de los organizadores de la asamblea en la que esperan más de 10.000 asistentes, que se da en medio del paro de la Universidad Nacional por la elección de Ismael Peña como rector.
La cifra de cuántas personas se desplazarán desde sus territorios a la capital será un dato importante, pues dará un panorama de qué tanto respaldo podrían tener los próximos anuncios y medidas de Petro en torno a un proceso constituyente y para enfrentar el supuesto “golpe blando”. También les dará una idea de qué tanta afluencia podría tener la movilización, que se estaría preparando para el 7 de agosto, día en el que Petro cumple dos años como el primer presidente de izquierda en Colombia.
¿Cuáles son los anuncios y medidas de Petro? Una visita a la ONU para hablar del incumplimiento del Acuerdo de Paz, nuevos caminos para poner en marcha sus reformas y reunir un fuerte respaldo ciudadano para las “batallas jurídicas” que se aproximan por presuntas irregularidades en su campaña.
Acudir a la ONU desató ruido dentro del mismo Gobierno, pues un sector dice que podría generar una mala imagen. Eso sí, el jefe de Estado se muestra seguro de que las cifras hablan por sí solas y que su labor, comparada con la de su antecesor, Iván Duque, es buena.
En la oposición hay preocupación por esas visitas internacionales, pues creen que Petro no solo hablaría del acuerdo, sino también de un supuesto bloqueo institucional para ganar legitimidad e irse por otras rutas para aprobar sus reformas. Este domingo, Duque lanzó esa advertencia.
Desde el Pacto no descartan que el mandatario opte por diferentes medidas, pues hay reformas que siguen sin ver la luz y falta menos de un mes para que muera la actual legislatura. En todo caso, el oficialismo aseguró que será dentro del marco de la carta magna. “La Constitución prevé varias formas de reformarla: la constituyente, el referendo, incluso pasar por el Congreso”, contó la senadora Clara López, quien agregó que movilizarán a sus simpatizantes para que conozcan sus derechos y la presunta guerra jurídica que hay contra “la voluntad popular y para sacar al presidente”.
Otros militantes dijeron que la organización ciudadana es, a su vez, una manera de darle al progresismo más años en el poder. “Uno no gana con una campaña que dura apenas tres meses y la agenda del cambio se tiene que sostener”, expuso el representante David Racero.
Petro, amparándose en el punto de transformación del territorio del Acuerdo de Paz, les dijo a sus ministros que deben modificar prioridades, cambiando vigencias futuras —para que los destinatarios no sean solo las capitales— y contratando con organizaciones populares.
Pero en el mismo Gobierno hay divisiones que podrían costarle al proyecto, e incluso altos funcionarios que ven propuestas, como la cita en la Nacional, con distancia. En los pasillos del Congreso y de las carteras se ha venido hablando de que hay choques entre estos dos poderes por la campaña del 2026.
Este martes se definirán los puntos claves de esa cita, de la que aseguraron se gestionó de manera autónoma y el mismo 1.° de junio se conocerán resultados. Falta ver si el Gobierno revivirá su acuerdo nacional y si la constituyente se materializará o se quedará un discurso con matices electorales.