Buscan ayuda sicológica para la ‘barriga de trapo’
Los médicos y la familia de la joven de Cartagena que simuló embarazo están a la espera de que su EPS ordene traslado con especialistas.
CARTAGENA. En medio del revuelo que se ha desatado desde el miércoles, cuando fue descubierto en la Clínica de Maternidad Rafael Calvo el caso de una joven de 19 años que fingió un embarazo de siete meses utilizando trapos que ocultaba en su vientre, esta continúa a la espera de que su EPS ordene su traslado a un centro de control mental.
El personal médico busca que la jovencita, que habría intentado evitar que su marido la abandonara por medio del falso embarazo, pueda recibir atención especializada, debido a que se trata de una conducta que requeriría la pronta intervención de profesionales de la salud.
A raíz del sonado caso, EL HERALDO consultó a la sicóloga Rocío Ripoll, quien es egresada de la Universidad Nacional, y expresó su concepto profesional con respecto al proceder de la joven.
Según Ripoll, quien aclaró “que es necesario estudiar el caso de forma detallada y personal”, conductas como la de la joven que ha sido llamada ‘barriga de trapo’ suelen guardar relación con lo que define como tres componentes.
“En este tipo de casos, como profesional en el campo de la sicología, se podría inferir que una persona que llega tal extremo puede afrontar tres componentes: la negación, manipulación emocional, y buscar la forma de llamar la atención”, explicó Ripoll.
Según la sicóloga, aunque se trate de un embarazo falso, la persona inmersa en conductas de ese tipo “puede creer, inclusive, que en realidad tiene un bebé en su vientre. Por eso intenta negar la realidad y podría buscar la forma de manipular y hasta llamar la atención”.
Ripoll añadió, de acuerdo con su experiencia, que si la joven recibe tratamiento sicológico podría requerir desde seis meses hasta un año con ayuda profesional.
Los familiares de la joven que fingió el embarazo, al igual que los del marido que fue engañado, no han concedido declaraciones a EL HERALDO. Solo dijeron que “es un asunto personal”.
“Hace parte del pasado y no quiero hablar del tema” EL HERALDO contactó, por vía telefónica, a Liliana Cáceres, quien fue protagonista en 1997 de un caso de características similares, luego de fingir que tenía un embarazo múltiple de siete criaturas, en Barranquilla.
En ese entonces, Alejandro Ferrans, quien era su marido, tuvo que afrontar que el vientre de grandes proporciones solo era producto del relleno de muchos trapos.
Cáceres decidió reorganizar su vida con otra pareja y radicarse en Cartagena.
Casi 20 años después del primer caso que también se conoció como ‘barriga de trapo’, Cáceres le dijo a EL HERALDO que no le interesa ser entrevistada.
“Hace parte del pasado y no quiero hablar del tema”, puntualizó.
“La persona puede llegar a creer que tiene un bebé en su vientre”.