Ecuatorianos buscan comida y agua, una semana después del terremoto
La desesperación cubre de tensión la entrega de los insumos a los afectados por el sismo Organismos internacionales iniciaron la distribución de las ayudas. “Pensé que había pasado enterrada un mes”. YADIRA Una de las sobrevivientes
QUITO. Al cumplirse una semana del terremoto de 7,8 grados de magnitud que sacudió a Ecuador la noche del pasado sábado, los ciudadanos han preferido dormir a la intemperie y luchan cada día por conseguir comida y agua, mientras las réplicas continúan sacudiendo las ciudades arrasadas.
En las zonas de la tragedia un fuerte olor mortecino cubre el aire mientras declinan las esperanzas y empiezan a multiplicarse las demandas de agua, comida, medicinas y cualquier ayuda que no parece llegar a todos los necesitados.
Durante la jornada de ayer se produjeron inconvenientes en la distribución de alimentos y agua. En sectores como Manta y Portoviejo se podían ver largas filas de personas en busca de provisiones y alimentos. Por la desesperación, incluso en la población de Picoazá la gente llegó a romper el cerco policial para apropiarse desordenadamente de las provisiones.
RELATOS. Una de las personas que fueron extraídas debajo de toneladas de escombros el martes, únicamente identificada como Yadira, dijo desde un hospital de Manta que “era una cosa tan difícil... los días se hicieron una eternidad, pensé que por lo menos había pasado enterrada un mes”.
Otra de las sobrevivientes, Kathy, recordó en el mismo centro de salud, que se daba ánimo cantando alabanzas a Dios “pero ellos me pedían ayuda, niños me pedían ayuda, pero no podía hacer nada. Junto a mí había dos, pero ya no aguantaban más”.
“Los niños se volvían como locos, me mordían, un niño me metía las uñas y un señor mató a la mujer de la desesperación”, añadió con la voz entrecortada.
Equipos de rescate continuaban removiendo escombros en las calles, con la esperanza de poder encontrar supervivientes.
AYUDAS. Para tratar de contrarrestar esta problemática, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció ayer que ampliará el suministro de ayuda alimentaria a 260.000 personas afectadas por el terremoto del pasado sábado en Ecuador, en respuesta a una petición del Gobierno de ese país.
Esta iniciativa forma parte de una operación de tres meses puesta en marcha por el organismo de la ONU, cuyos expertos continuarán evaluando el nivel de necesidad entre los damnificados.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) inició ayer la distribución de ayuda entre 40.000 víctimas del terremoto y que están llegando desde las zonas más afectadas. Efe y AP