SOLO ENTREGABAN LA MITAD
Identificaron 14 hallazgos con presunto alcance disciplinario y dos fiscales por $3.303 millones. En Magdalena, algunos operadores entregaron la mitad de las raciones contratadas, dejando a niños sin comer, y eran los propios alumnos los que tenían que cargar las neveras con los alimentos, cuando debía haber un manipulador contratado para esto.
Además de la Gobernación, la CGR visitó colegios de Santa Marta, Ciénaga, Pueblo Viejo, Zona Bananera, Fundación y Aracataca. En estos encontró, entre otras anomalías, que hubo incumplimiento de las minutas y que los alimentos se acababan por lo que muchos estudiantes tampoco comían.
En Fundación, en el colegio Colombia, sede Ariguaní, que operaba la Corporación GERS, en visita del 24 de septiembre de 2015, la Contraloría encontró que “se entregaron 293 raciones de un total de 484”. La comida se acabó y además quedó un curso de 35 alumnos sin pasar al comedor. Asimismo, en Aracataca sucedió algo igual: en la institución educativa Buenos Aires, sede principal, un día antes, el organismo de control fiscal descubrió que “de un total de 412 raciones a suministrar para ambas jornadas, solo entregaron 243 raciones, quedando un faltante de 169 raciones”.
Como si fuera poco “se observó que la carne molida suministrada contenía exceso de grasa, la cual fue retirada manualmente por las manipuladoras y depositada en otro recipiente, disminuyendo la cantidad de porción de carne a ser entregada a los estudiantes”.
En el convenio 001-2014, suscrito el 24 de enero de 2014 por el Distrito de Santa Marta y la Asociación de Manipuladoras de Alimentos del Cesar, Asoalimentarce, identificaron un “mayor valor de las raciones contratadas” por $1.206 millones.
Y al revisar el convenio de asociación 003-2015, del 2 de marzo de 2015, firmado entre Santa Marta y este mismo operador, el pago de más, de acuerdo con los auditores, fue $2.097 millones.