Las anomalías y fallas del plan de alimentación escolar en la Costa
Minutas cambiadas pese a que el menú ordenaba otra a cosa, alimentos que no alcanzaban para el número de estudiantes beneficiados, y alumnos que comían en el piso o o con cucharas oxidadas y bebían sus jugos en pedazos de botellas plásticas forman parte d
El adagio de que un plato de comida no se le niega a nadie no es precisamente el preferido de las entidades territoriales del Caribe y sobre todo de los operadores del Programa de Alimentación Escolar, PAE, que paga el Ministerio de Educación, MEN, según irregularidades halladas por la Contraloría General de la República, CGR, entre 2014 y 2015.
El panorama es indignante: miles de niños y adolescentes se quedaron sin desayunar o almorzar porque no alcanzaba la comida, pese a que los operadores recibieron los pagos de alcaldías, por contratos directos, o de las gobernaciones, tras convenios con el MEN; los que tuvieron la suerte de comer, en la mayoría de los casos, no recibieron las raciones completas, y desayunaban o almorzaban en el piso, al lado de vertederos de aguas residuales o en salones y laboratorios.
Los auditores encontraron a coordinadores escolares no capacitados sobre el PAE y a manipuladoras sin contratos ni elementos de trabajo.
Los operadores cambiaban de nombre para contratar en varias localidades, aunque sus representantes legales eran los mismos. Según la CGR, siete de ellos ganaron contratos por unos $269.000 millones del PAE. Entre otros, llaman la atención los casos de fundaciones como Kabala –asociada con Corazón País y Asolimentarce–, con contratos por $128.000 millones; Asoalimentarce, con más de $45.000 millones, y la Corporación Gestión de Recurso Social y Humano, GERS, con unos $26.000 millones.
Otro común denominador fue que las planillas de entrega de raciones eran diligenciadas por las manipuladoras horas o días después como si todos los estudiantes hubieran asistido a clases y consumido desayunos y almuerzos todos los días, lo que no concordaba con los controles de la asistencia escolar.
Para la CGR, la falta de un “registro exacto” de los alimentos suministrados en cada colegio y la no entrega de todas las raciones contratadas “denota irregularidades” originadas por la falta de control y seguimiento de los supervisores o interventor.
Ante este escenario que deja entrever hechos de corrupción, la Contraloría anunció que está concertando con la Procuraduría y la Fiscalía General acciones para, por ejemplo, determinar si los procedimientos de selección de operadores obedecieron “a la escogencia de las ofertas más favorable” o si se trató de procesos “hechos a la medida”.
Tras estas denuncias, que han merecido el rechazo en el país, el MEN recordó que es “responsabilidad” de las Secretarías de Educación, rectores e integrantes de los Comités del Plan de Alimentación Escolar “ejercer una debida supervisión”.
1 Normal Superior, sede principal, Cartagena.
El menú de desayunos y almuerzos no correspondía al del día de la visita de la Contraloría. Los insumos no alcanzaron. Entregaron 25 desayunos de 318 titulares de derecho, 80 almuerzo de los 548 que debían recibir los beneficiarios y no entregaron los 60 refrigerios reforzados.
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Colegio San Vicente de Paul, Cartagena.
La cocina y el comedor de la sede San Francisco están ubicados en el laboratorio de la institución que adoptaron para este fin.
1 Instituto Técnica Agropecuaria de San Onofre.
No cuenta con las condiciones mínimas para suministrar los alimentos en conad diciones de salubridad, inocuida y dignidad humana. Tenían 26 vasos para servir jugo, de los cuales 10 eran frascos de aceite y envases de yogurt reciclados. Había 75 platos para 700 raciones.
2 Colegio Julio César Primera Castro, sede Palo Alto.
No tiene comedor, como muchos otros colegios costeños, y los niños co men en el patio junto a animales No cuenta domésticos. con agua potable para preparar los alimentos y cocinan con leña.
Pese a que los operadores recibieron millonarios pagos, miles de niños se quedaban sin desayunos, almuerzos y meriendas.
1 Colegio Leonidas Acuña de Valledupar, sede Valle Meza.
El almuerzo fue cambiado el día de la visita de la CGR: dieron carne molida, que se acabó en la ración 211, y luego repartieron a los alumnos huevos revueltos, arroz blanco y un pedazo de papa al vapor.
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Colegio José Agustín Mackencie, El Copey.
El menaje es insuficiente en materia de cucharas y las que hay están oxidadas, por lo que algunos niños tienen que comer con la mano.