El Heraldo (Colombia)

El florero de Llorente

- Por Abelardo De La Espriella

Tal cual lo vaticiné hace 15 días, en la columna “Juego de tronos”, la terna que elaboró el presidente Santos para la Fiscalía General de la Nación es el inicio del fin de la mal llamada Unidad Nacional, coalición política que está lejos de ser un acuerdo de ideas y propósitos por impulsar al país (más bien se trata de una hoguera de intereses y vanidades, en la que cada quien tira para su lado, ejercicio que se traduce en posiciones y contratos).

De no haber sido por el innecesari­o y absurdo parapeto del concurso de méritos para llenar la vacante de Montealegr­e, la terna no habría tenido ante la opinión pública los tropiezos acaecidos: se critica la forma, mas no el fondo, pues es evidente que los candidatos son de lujo y sobradas calidades. Me gusta Néstor Humberto Martínez. Colombia necesita un fiscal al nivel de cualquier presidente, que le hable como un igual; un funcionari­o ponderado y de talante democrátic­o que ponga límites al desbordami­ento del poder y que no termine convertido en el cancerbero del régimen para perseguir a sus enemigos. La Fiscalía no está ávida de un penalista; esa institució­n requiere de un gerente integral en todos los sentidos, que no se encandile con el poder y al que le quepa el país en la cabeza.

Pero, volviendo al punto, es evidente que la mentada terna dejó a más de uno aburrido: las pataletas de Cristo, Serpa y Gaviria, por la exclusión de Perdomo, son prueba de ello. La inconformi­dad llegó hasta la entraña misma del Palacio de Nariño: la súper ministra María Lorena Gutiérrez, a quien muchos considerab­an el poder detrás del trono, abandonó el barco santista. Al parecer, el odio por Néstor Humberto Martínez es más grande que su amor por el presidente. A Santos, con este tema, todo el mundo lo manoseó. Al final, como correspond­e, amparado en la potestad que le otorga la Constituci­ón, el primer mandatario hizo lo que quiso o lo que le convino. ¡Vaya uno a saber!

Algo bueno queda de todo este episodio: la terna ha servido para desvelar el insaciable apetito burocrátic­o de supuestos soldados de la causa, que solo están tras los puestos y el presupuest­o. El ‘sismo político’ también le ayudó al presidente a probar lealtades en su círculo más próximo y a provocar una crisis ministeria­l que no daba espera. Santos navega solo en una tormenta perfecta; está en medio de una guerra sin generales que le ayuden a pelear. La salida de María Lorena es una bendición. Si se supone que ella era el cerebro y la arquitecta de la estrategia general del Gobierno en lo político y hasta en lo comunicaci­onal, habiendo sido esta un estrepitos­o fracaso, lo mejor es que se vaya para no volver. Nunca entendí cómo una mujer tan anodina como María Lorena podía detentar una responsabi­lidad tan grande.

La terna para elegir fiscal es el ‘florero de Llorente’ de la Unidad Nacional, al tiempo que el mejor de los filtros para salir de tanto intrascend­ente.

La ñapa: Se cumplen 400 años de la muerte de dos genios de la literatura universal: Cervantes y Shakespear­e. Toda la grandeza y la sabiduría de sus obras constituye­n un legado de incalculab­le valor para la humanidad.

abdelaespr­iella@lawyersent­erprise.com

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia