Partes de aquellos golpes de nocaut
Uno que nunca hemos olvidado, por su violencia y los efectos dramáticos que se vieron en el ring, fue el recto de derecha tan explosivo que Joe Louis le propino al español Uzcudun.
Hay preguntas deportivas que salen del público y –quién lo creyera- sirven de tema para una crónica, como las que escribimos o venimos escribiendo desde hace una pila de años. De modo que no siempre se nos aborda con preguntitas puntillosas, como muchos amigos nuestros creen y por lo mismo, lejos de molestarnos, nos produce un agradecido recibo.
Este preambulillo algo larguito para contar que se nos ha preguntado (no sabemos si esta vez la cosa no es así, sino otra que trae su venenito). Hay un fulano que quiere conocer los más duros golpes de nocaut que se ha visto por entre las cuerdas. Y este columnista responde que con todo gusto puede señalar unos cuantos, casi todos provenientes de los viejos tiempos.
Uno que nunca hemos olvidado, no solo por su tremenda violencia y los efectos tan dramáticos que se vieron en el ring de Nueva York, fue el recto de derecha tan explosivo que Joe Louis, de 21 años de edad le propino al español Paulino Uzcudun que, realmente, causó un estremecimiento tremendo entre aquellos espectadores de aquellos años 30.
Fue en el cuarto asalto, cuando el joven Louis prendió al veterano peleador vasco, quien nunca había sido noqueado por y aunque, ciertamente, Uzcudun andaba entonces por los años 40 y piquillo, ese golpe fue tan destructor que los más expertos cronistas norteamericanos de boxeo afirmaron que a cualquier otro contendor, sea la edad que fuera el que lo hubiera recibido, igual habría tenido los efectos que se vieron en el recio peleador hispano.
Aquel golpe, en los medios estadunidenses del boxeo, lo llamaban “golpe de botón”, porque estalló en la barbilla del español. Se dice que ese golpe “sube los nervios cerebrales” y viene el desvanecimiento. Uzcudun cayó en estado inconsciente, pero de manera inexplicable se levantó cuando la cuenta iba por 8, pero luego volvió a caer. Tuvo una tercera caída en las duchas, totalmente privado de conocimiento.
Un golpe como el que Max Baer le propino a un contendor que fue el segundo púgil fallecido por sus golpes, también tuvo su resonancia. El guantazo con el que ‘Rocky’ Marciano sacó del ring a Joe Louis, también fue de “me ronca la maretira”, como dicen los cubanos dicharacheros.
El golpe con el que Joe Frazier le fracturó el pómulo a un adversario fue de los que dicen en el público, “vámonos que esto se acabó”. Como ya se acabó ‘este negocio’, porque nos estamos pasando de la raya.