El voto militar en América
A diferencia de Colombia, la mayoría de países de América permiten el voto a las Fuerzas Militares y de Policía, aunque estos derechos solo se refieren a la posibilidad de emitir el sufragio secreto, más no la de detentar un cargo público. Frente al voto por parte de los militares existen tres categorías en las constituciones de los países americanos: aquellas que restringen todo derecho político a sus Fuerzas Armados, como es el caso de Colombia, Brasil, República Dominicana, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Paraguay. Aquellos que solo permiten el voto secreto más no que militares activos sean elegibles, como Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, México, Panamá, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos y Canadá. Y aquellos en que los militares pueden elegir y al mismo tiempo son elegibles, como es el caso de El Salvador y Cuba. En otros países del mundo, como en Italia, Francia y España, los militares también cuentan con el derecho al sufragio, sin embargo la convención en estos países es que los militares activos y en servicio no pueden ejercer cargos públicos de elección popular. En Colombia, explica Trejos, las élites políticas y militares luego del Frente Nacional llegaron a un acuerdo para que los primeros “renunciaran a darle una conducción política a las acciones militares del Estado”, y los segundos “se abstendrían de participar de cualquier forma de política”. Ese acuerdo, sin embargo, se rompió en 1991 con la designación de Rafael Pardo como ministro de Defensa durante la presidencia de César Gaviria, siendo el primer civil en detentar este cargo y terminando así con la representación política de los militares en los gobiernos.