Una inquietante situación
La decisión de declarar inocentes a las principales señaladas por la muerte del joven guajiro Luis Andrés Colmenares deja abiertos serios interrogantes, dado que previamente la Justicia estableció que fue asesinado.
La Justicia se ha pronunciado sobre uno de los casos judiciales que más se prolongaron en el tiempo y que mayor atención nacional concentraron durante su desarrollo. Y, lamentablemente, en el fallo final subsisten algunas inquietudes, en la medida en que deja en el aire la responsabilidad sobre la muerte del joven guajiro Luis Andrés Colmenares, luego de que en una sentencia previa se hubiera establecido ya que se trató de un homicidio.
La jueza 11 de conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, empezó ayer a leer una de las decisiones judiciales más esperadas en el país. Y aunque todavía no detalló las consideraciones de su decisión, el juzgado anunció que tras más de cinco años de proceso resolvió absolver a Laura Moreno y Jessy Quintero de los delitos de los cuales se les acusa: homicidio en coautoría impropia, encubrimiento de homicidio y falso testimonio. Las dos jóvenes bogotanas son ex compañeras universitarias del fallecido, y las principales sospechosas. La Fiscalía las señala de no haber actuado para impedir el posible crimen y de no decir, en el juicio, toda la verdad sobre cómo ocurrieron los hechos en esa fatídica noche del 31 de octubre de 2010. El juzgado ha determinado que Moreno y Quintero son inocentes, basado en motivos que seguramente serán objeto de profundo análisis una vez trasciendan. Lo que sorprende, entonces, es qué sucederá, si un tribunal había descartado antes la tesis original de un posible suicidio y había conceptuado que Colmenares “fue agredido de forma violenta y brutal por terceros. Y resulta poco creíble que haya salido corriendo y saltado al caño”. Eso es lo que dice una providencia de 2014 del Tribunal Superior de Bogotá, en decisión de segunda instancia.
Por eso es comprensible que tanto las víctimas como la Fiscalía esperaran que la decisión leída ayer ayudara a esclarecer totalmente lo que ocurrió esa noche, a partir de la certeza de que hubo un delito. Es también entendible que, ante el rumbo adverso que para ellos han tomado los acontecimientos, anunciaran que apelarán el fallo que absuelve a Moreno y Quintero. Con lo que el capítulo todavía no se cierra definitivamente. En el caso Colmenares se ven reflejadas muchas familias costeñas. Valga recordar que el deceso del joven guajiro, un excelso estudiante de ingeniería, fue registrado inicialmente como un suicidio, y que solo el empuje y la persistencia de sus padres removió la investigación y sacó a la luz irregularidades que, de otra manera, hubieran quedado para siempre hundidas en los entresijos del poder capitalino. Es mucho lo que está en juego. Ahora la preocupación es que, después de todo, esta absolución deje caer el caso en la más indeseable nebulosa, como tantas veces ha sucedido con muchos otros casos, en especial cuando tocan a quienes detentan el poder central. Si Moreno y Quintero no tuvieron nada que ver, ¿quién mató entonces a Luis Andrés Colmenares, si es que fue un crimen como había señalado el Tribunal? ¿O la Justicia se va a contradecir, e insistirá ahora en la desacreditada hipótesis de que fue un accidente? Lo mínimo que espera el país es que todo esto se aclare a fondo.
Si Moreno y Quintero no tuvieron nada que ver, ¿quién mató entonces a Luis Andrés Colmenares? ¿O la Justicia se va a contradecir, e insistirá ahora en la desacreditada hipótesis de que fue un accidente?