Jueza desestima pruebas de Fiscalía en caso Colmenares
En el segundo día de lectura del fallo de absolución a Laura Moreno y Jessy Quintero, la jueza consideró, además, que las livideces cadavéricas en el cuerpo del joven guajiro no indican que haya sido puesto en el caño.
Togada leyó primeras consideraciones de fallo y prevé concluir hoy. Dice que marcas de piel se habrían producido en exámenes forenses.
BOGOTÁ. Durante el segundo día de lectura de fallo absolutorio a favor de Laura Moreno y Jessy Quintero por la extraña muerte del joven guajiro Luis Andrés Colmenares, calificada en 2014 por el Tribunal Superior de Bogotá como un homicidio, la jueza 11 de conocimiento, Paula Astrid Jiménez, hizo tres consideraciones por las cuales encuentra que las acusadas son inocentes.
La primera tiene que ver con que establece la togada que el primer turno de bomberos, es decir, los que buscaron al estudiante villanuevero en la madrugada del 31 de octubre de 2010, no entraron bajo el puente del caño El Virrey, donde pudo haber estado el cuerpo de la víctima. Es decir, los bomberos mintieron, consideró Jiménez.
Así mismo, dice que de las llamadas interceptadas a los estudiantes de la Universidad de los Andes que estuvieron en la fatídica fiesta de Halloween no dejan ver responsabilidad en las acusadas y advierte que la Fiscalía las llevó para donde le convenía en su teoría del caso.
Descartó así la operadora judicial la existencia del aparente pacto de silencio
que habría existido entre los compañeros de Moreno, Quintero y Colmenares.
Finalmente, la jueza encontró explicación a las distintas livideces cadavéricas que presentaba el cuerpo del joven, y que indicarían inicialmente que el cadáver había sido movido, pues el cuerpo fue hallado bocaba- jo pero tenía livideces en la espalda, algo así como que la sangre, que ya no circula, se fue hacia la espalda del cadáver.
Sobre este detalle, dijo la jueza, tales livideces se habrían producido en los exámenes de Medicina Legal y no necesariamente porque hayan puesto el cadáver bocabajo en el caño luego de haber estado bocarriba en otro lugar.
La labor de Jiménez, según le dijo Jesús Yepes, abogado de Quintero, a EL HERALDO, “ha sido de un juicioso resumen de todas las teorías del caso, y de manera ordenada ha venido llevando a la sentencia la integridad de la prueba que se practicó en el juicio, de cara a que el contenido sea integral y no se deforme la verdad”.
No obstante, otras partes en el proceso dijeron a este diario que el nivel de detalle de la sentencia es absurdo, y que no se necesitaba detallar con minuciosidad extrema cada prueba para dar las consideraciones del caso.
Se espera que hoy acabe la lectura de la sentencia de 258 páginas y que va, hasta ahora, por las dos primeras partes. Es decir, se estima que hoy se conocerá la parte gruesa del fallo, que es el de las consideraciones de la jueza propias y los porqués de la absolución.