Donald Trump se ve víctima de una “caza de brujas”
El presidente estadounidense Donald Trump negó el jueves haber tratado de convencer al FBI a dejar de lado una investigación que estaba en marcha contra el entonces asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, por sus relaciones con Rusia.
Acosado por una crisis política que ya amenaza con paralizar su incipiente gestión, el presidente dijo que las investigaciones sobre la alegada colusión entre su campaña presidencial y Rusia no pasan de ser “una caza de brujas”.
Al ser consultado durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca si en algún momento había presionado al entonces director del FBI, James Comey, Trump respondió secamente: “No. Próxima pregunta”.
La avalancha de denuncias sobre la supuesta sugerencia de Trump a Comey para que el FBI se olvide de Flynn fue la gota que colmó el vaso y llevó al Departamento de Justicia a nombrar un investigador especial para investigar todo el escándalo.
Para esa responsabilidad fue escogido el abogado Robert Mueller, quien fue director del FBI por más de una década (entre 2001 y 2013) después de los atentados perpetrados en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
Trump dijo que “respetaba” la decisión del Departamento de Justicia, pero señaló que el gesto contribuye a “dividir” el país.
Sin embargo, la denuncia sobre la alegada sugerencia a Comey claramente constituye una tentativa de obstrucción de justicia, y la gravedad de ese escenario motivó el nombramiento de un investigador especial para acompañar el caso.
Mueller –un exfuncionario cuya integridad no es puesta en duda por nadie en Washington– fue designado investigador especial por el Fiscal General adjunto, Rod Rosenstein. AFP