El cine que vemos
Hace algunos días, y con mucho pesar y preocupación, nos enteramos a través de una nota publicada por este medio, que daba cuenta de la acogida que en el grueso público del país han tenido películas como Mujer Maravilla, que en su estreno de escasas semanas ocupa el primer lugar en taquilla en los cines nacionales, superando a Piratas
del Caribe: La Venganza de
Salazar, de Rápido y Furioso, que han logrado en poco tiempo contar con un gran número de asistentes en las salas de cine.
Algo que no es excepcional, porque parece ser una constante en nuestra cartelera de cine, en la que con mucha frecuencia se exhiben este tipo de cintas, que están presididas de una dudosa calidad cinematográfica, de adocenadas situaciones en su contexto y sin mayor reconocimiento, lo que pone en tela de juicio la cultura cinematográfica de los colombianos.
Ante este escenario, no nos debe sorprender que los distribuidores y exhibidores de la industria del cine del país nos den como producto lo que nos gusta, y lo que nos gusta es precisamente este tipo de películas a las que he hecho alusión, que argumentalmente poco ofrecen, son facilistas, pero que sin embargo son acogidas con avidez por un gran número del sector del público.
Por eso distribuidores y exhibidores, no queriendo correr ningún riesgo en su negocio, optan por ofrecernos este tipo de cine que para ellos es rentable.
Paralelamente a lo anterior, películas de alguna o alta calidad, muy poco se ven en las salas de cine, y las que se exhiben con un poco de suerte tenemos que correr a verlas ante el riesgo de que pueda permanecer por muy poco tiempo en cartelera.
Por eso es necesario que los amantes del cine seamos más exigentes y selectivos en la escogencia del género de película que se nos da. Valmiro de la Hoz Cantillo valdelaho23@hotmail.com