Emily Gil no pudo celebrar en casa
ganó por 4-6, 6-3 y 6-2. El desgaste en las canchas de polvo de ladrillo le pasaron factura ayer y se quedó sin alzar el máximo galardón.
Tímida ante los micrófonos, solo logra hilvanar algunas frases, pero luchadora en la cancha. Así se describe Emily, quien admira el juego agresivo de la rusa María Sharapova.
“Yo soy única, pero me gusta ver a Sharapova”, expresa la tenista de 11 años de edad que entrena en Comfasucre, de la mano de Alexander Botello.
EN DOBLES. La barranquillera Isabella Peña, haciendo pareja con Angie Pérez, conquistó el título en dobles. Peña, siembra uno en sencillos, cayó en las semifinales ante Isabella Bolívar, por parciales de 7-5 y 6-2. Entre los años 40 y 50 o un poco más adelante hubo un estremecedor combate entre dos púgiles costeños, que paró al público en el estadio Romelio Martínez durante los 6 o 7 asaltos que tuvo, hasta cuando uno de los boxeadores no pudo continuar por la asfixia que le atacó después del sexto round, en un menosprecio de la resistencia física que ataca a los boxeadores cuando no se refrenan de manera habilidosa para evitar el colapso inevitable de los atacantes sin pausa.
Nos referimos a Mario Rositto y a Joseph Paughan, los dos mejores pesos ligeros del país. Este combate debió haber sido pactado por el título nacional de las 135 libras, pero no se hizo nada al respecto y tan grandiosa pelea se efectuó sin disputar título alguno.
Como era su costumbre, Paughan luego del primer round de tanteo y exploración del título, a partir del segundo asalto vino un intercambio de golpes estremecedor, pero Paughan, se imponía por mayor velocidad de los golpes y la cantidad de los mismos. El público asistente comentaba que a ese ritmo increíble de golpes, uno de los dos tenía que caer rendido por agotamiento de su resistencia.
En el cuarto asalto hubo tal cantidad de golpes lanzados por Joseph Paughan en busca de un nocaut que Rositto terminó el round fuera del ring. En ese momento, con Rositto en el suelo, fuera del cuadrilátero, se creyó que el réferi contaría de inmediato. Pero pasó exactamente igual en gran medida a la sacada de Jack Dempsey en el Polo Ground de Nueva York, cuando Luis Ángel Firpo sacó a Dempsey de un puñetazo tirándolo sobre las silletas del ring side, cuando el réferi del combate se negó a contar de inmediato, salvando de esta manera al famoso campeón mundial.
Hasta hubo un incidente cuando el teniente retirado Luis Jordan levantó