Condenado por el asesinato de Correa vive asilado en EEUU
El ex subdirector del DAS en Magdalena Javier Valle Anaya recibió 40 años de cárcel por este homicidio. Defensa del profesor busca la extradición.
Hoy se cumplen 13 años del asesinato del profesor Alfredo Correa De Andreis y de su escolta Edelberto Ochoa Martínez con la planeación y participación de funcionarios del DAS.
El pasado lunes 11 de septiembre, seis días antes de cumplirse los 13 años del asesinato de Alfredo Correa De Andreis y de su escolta, Edelberto Ochoa Martínez, se conoció la decisión del Juzgado 10 Penal del Circuito Especializado de Bogotá sobre la condena a 40 años de prisión del ex subdirector del DAS en Magdalena Javier Alfredo Valle Anaya.
De esta persona, quien hasta ahora ha recibido la pena más alta por el crimen del profesor y sociólogo oriundo de Ciénaga — incluso por encima del ex director del DAS Jorge Noguera, de alias ‘Jorge 40’ y de alias ‘Don Antonio’— , se conoce que vive asilado desde 2007 en el condado de Brooklyn, Nueva York. Supuestas “amenazas contra su vida” lo hicieron solicitar esta condición y así voló a la ‘Gran Manzana’.
Actualmente, de acuerdo con el abogado José Humberto Torres, representante de la familia Correa De Andreis, las autoridades colombianas hacen lo posible para repatriar al hombre que enredó al catedrático en el macabro plan que derivó en su asesinato. Se sabe que hoy el exinvestigador está en EEUU con su familia y trabaja como empleado de oficios varios en un almacén de cadena.
El abogado Torres añadió haber estado reunido con funcionarios de Migración Colombia y del Departamento de Justicia, “tratando de que Valle Anaya sea regresado a Colombia. Ha sido imposible que las autoridades norteamericanas nos cuenten por qué están protegiéndolo, esta solicitud que ha hecho la juez es muy interesante porque no siempre Colombia solicita la extradición de nacionales en otros países, menos en EEUU”.
ALIAS EULOGIO. “Hey loco, no dispares”. Esta frase, según testigos, fue la última que exclamó Alfredo Correa a las 2:20 de la tarde del viernes 17 de septiembre de 2004 cuando lo interceptó un sicario en la carrera 53 con calle 60, en el viejo Prado. Minutos antes había salido a pie de su casa y se dirigía a una reunión en la Universidad Simón Bolívar.
El criminal primero ejecutó a Edelberto Ochoa, policía retirado. Por eso, antes de que el sicario hiciera lo mismo con el profesor, este lanzó la ya conocida expresión. Pese a la súplica de Correa, el pistolero lo impactó dos veces.
En ese momento, el profesor iba a cumplir 53 años. Era ingeniero agrónomo y sociólogo, había sido rector de la Universidad del Magdalena y enseñaba en las universidades del Norte y Simón Bolívar. Entre las investigaciones que adelantó hay relacionadas con patrimonio y personalidad jurídica de los desplazados en La Cangrejera, Pinar del Río y Loma Roja del área rural de Barranquilla. Así mismo alcanzó a hacer un estudio sobre Nueva Venecia, Magdalena, de los riesgos que tenía para el medio ambiente y para la comunidad el montaje de un puerto carbonífero en el sector de Palermo.
Tras su muerte, se descubrió que Correa De Andreis fue víctima de un plan orquestado por Valle Anaya, en esa época investigador en Valledupar. Este consiguió pruebas ficticias, testimonios fabricados de guerrilleros desmovilizados y testigos que no existían, entre otros materiales probatorios irregulares, todos consignados en el tristemente célebre informe 187 de la extinta agencia estatal de inteligencia.
En la supuesta investigación se dijo que Correa De Andreis tenía el alias de ‘Eulogio’, información que después se comprobó era totalmente falsa.
El propio Javier Alfredo Valle Anaya admitió en los Estados Unidos ante un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia el 27 de marzo de 2008, que “nadie” le ordenó investigar al profesor Correa De Andreis.
El ex jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, negó inicialmente saber sobre el asesinato del profesor y su escolta. Así lo detalla una publicación de la página web Verdad Abierta, que hace registros de la guerra en el país.
Sin embargo, el testimonio de Jorge Enrique Palacio Salas, un abogado de paramilitares en Barranquilla, fue clave para que la Fiscalía determinara quiénes cometieron el crimen.
Según Palacio, quien fuera asesinado el 20 de enero de 2006, el autor material de los asesinatos fue Juan Carlos Rodríguez De León, alias ‘el Gato’, apoyado por Henry Arbey Patiño Hurtado, alias ‘Felipe’. Ambos recibieron la orden de Édgar Ignacio Fierro Flórez, alias ‘Don Antonio’, ex jefe del Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte, a su vez subalterno directo de alias ‘Jorge 40’.
LA CONDENA. La condena contra Javier Valle Anaya se dio en un fallo de primera instancia y se profirió por los delitos de concierto para delinquir, homicidio en persona protegida, homicidio agravado (por el crimen de Ochoa) y peculado por apropiación. Por el punible de abuso de función pública se cesó la acción penal.
Además, Valle Anaya deberá pagar una multa de 11 mil salarios mínimos, e indemnización por mil salarios mínimos por cada una de las víctimas (Correa y Ochoa) a sus herederos o a quien demuestre legítimo derecho.
En la sentencia, de 125 páginas y fechada el 1 de septiembre pasado, la jueza Martha Artunduaga señaló, al eva- luar el delito de concierto para delinquir: “No queda duda de la responsabilidad en calidad de autor de Valle, quien se concertó con los integrantes del Frente José Pablo Díaz de las AUC, y contribuyó en el suministro de información de las víctimas a quienes terminaron asesinan- do, además de colaborar con el vehículo para transportar a miembros de las AUC con el fin de evadir a las autoridades”.
Entre tanto, frente al punible de homicidio en persona protegida, aseguró la togada que “es claro que el motivo por el cual se ocasionó la muerte a Correa es el señalamiento de ser colaborador de la guerrilla, aseveración que en ningún momento fue confirmada dentro del desarrollo de la investigación”.
ALFREDO Y LA PAZ. La reciente visita del papa Francisco a territorio nacional, acto que para millones de personas representó un momento de cambio y de renovación espiritual, para Magda Correa, hermana del desaparecido sociólogo Alfredo Correa De Andreis, tuvo además una connotación adicional.
A pesar de no poder asistir a ningún encuentro con el Sumo Pontífice, verlo por televisión, según ella, le dio la sensación de estar nuevamente junto a su hermano asesinado.
Así lo manifestó Magda a través de un diálogo con EL HERALDO a propósito del decimotercer aniversario del crimen del docente que se cumple hoy.
“La visita del Papa a Colombia me encantó, pero también me llenó de nostalgia ya que cada frase y mensaje que daba, me hacía recordar a Alfredo. Qué pensamiento tan parecido, ambos amantes de la paz, de la equidad social, de visibilizar al menos favorecido, de querer un mundo más justo. Apegados a la academia, maestros por naturaleza, empeñados en enseñar a los jóvenes a pensar, dos sentipensantes”, expresó.
La mujer agregó que le hubiese gustado ver la cara de satisfacción de Alfredo Rafael Francisco —el profesor tenía tres nombres— luego de escuchar la frase del Papa: “Seamos esclavos de la paz”, pues de acuerdo con Magda esa era una de las “lecciones” que más le gustaba compartir a su hermano con la gente.
Paradójicamente, Alfredo Correa De Andreis, por ser esclavo de esa anhelada paz, terminó en medio una absurda guerra, una “tenebrosa alianza criminal entre funcionarios del DAS y miembros de las AUC”, tal y como lo determinaron las autoridades.
Para hoy, la familia estará a las 3:00 p.m. justo en el lugar donde fue ultimado. Posteriormente harán una misa en su memoria a las 6:30 p.m. en la iglesia Torcoroma.
“En este asunto queda tela por cortar, tenemos pendientes investigaciones contra exfuncionarios del DAS y la Fiscalía”.
“En el caso hay una sentencia ejemplar por concierto, peculado, abuso en función pública y homicidio en persona protegida”.