¡CAMPEONES!
Junior se coronó anoche campeón de la Copa Águila, al vencer en la final 2-0 al Medellín. Primer título que logra de los tres en disputa este semestre.
La fortaleza y jerarquía de los grandes equipos se demuestra con títulos, con más nada. Y este Junior de Julio Comesaña ya comenzó a solidificar una gran campaña, llena de buen fútbol, con trofeos.
Anoche el Tiburón dio el primer paso de cara a ese sueño que aún se ve lejano, pero que se mantiene intacto en el horizonte rojiblanco: ‘el triplete’. Los rojiblancos levantaron ayer el primer trofeo, el de la Copa Águila, al vencer 2-0 al Medellín, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, que vibró como en sus mejores noches.
Junior mostró la jerarquía que se pide en los grandes momentos. Este equipo de Comesaña tuvo la capacidad, la enjundia, el carácter, la determinación y la calidad suficiente para superar a un Medellín rocoso, cobarde, que vendió cara su derrota, pero que al final se vio resignado y afligido ante la superioridad del rival.
El Tiburón devoró a su contrincante con fútbol. Sin desespero, arrasó con lo poco que quedaba del Medellín, un equipo disminuido, que vino a Barranquilla esperanzado con dar el golpe de la Copa, pero que se va con las manos vacías y lleno de incertidumbres.
Primero fue Jarlan el que destrabó el juego con un golazo de otro partido. Cuando más apretadas estaban las cosas, ante la resistencia del rival, que se defendió hasta con nueve hombres, apareció el 10 samario para colgar el balón en un ángulo imposible para David González.
Había que liquidar y Junior se tomó el tiempo suficiente para hacerlo, no sin antes marear a su oponente con ese toque y toque rojiblanco letal y efectivo.
Hasta que apareció Teo para saldar esa deuda que tenía pendiente, la de ser campeón con su amado Junior. El delantero barranquillero dijo ‘presente’, para liquidar las acciones con un disparo sutil, que dejó estático al arquero del Poderoso. Un golazo para enmarcar una noche redonda.
Junior vuelve a celebrar en un torneo que ya se le hace familiar, la Copa Águila (ha ganado dos de las últimas tres ediciones) y Comesaña nuevamente acaricia un título con los rojiblancos luego de 24 años. ¡Merecido campeón!