El Heraldo (Colombia)

“Yo sí iba armado a los entrenamie­ntos”.

El exjugador de Turbo, Antioquia, reveló detalles de la época en la que pertenecía al equipo Tiburón, con el cual se coronó campeón en 1993 y 1995 ➲ Después de su retiro del fútbol profesiona­l se fue a vivir a Estados Unidos ➲ Tenía 15 años sin venir a Ba

- FRANCISCO CASSIANI

Francisco Cassiani Gómez detalla una y otra vez la calle y los autos que pasan enfrente de la casa en la que está hospedado en Barranquil­la. “Cómo está de cambiada la ciudad, está muy bonita”, dice mientras una fuerte brisa cae sobre su cara.

Cassini tenía 15 años que no venía a La Arenosa. Se destacó por ser un defensa central temperamen­tal dentro y fuera de la cancha. En Junior estuvo desde 1992 hasta 1999 y ayudó a bordar dos estrellas (1993 y 1995).

¿Qué hay de la vida de P Francisco Cassiani?

La vida me cambió. Del R fútbol a la realidad de nuevo. Vivo en Estados Unidos, tengo dos hijos por allá, dos más por acá por Colombia, uno en Medellín y una niña aquí en Barranquil­la. Estoy tranquilo. Después que dejé el fútbol estuve allá entrenando en una escuela de un compañero que se llama Guido Correa, después me salí y Miller Cuesta me dio la mano para entrar a una compañía, y ahí estoy.

¿Cómo llega a EEUU?

P

R Por medio de José ‘Perilla’ Angulo, un gran amigo que tuve en el Cúcuta. Cuando se enteró que me había retirado del fútbol, me dijo que me fuera para allá, que él me ayudaba.

¿Por qué decide irse?

P

R En ese momento no había nada que hacer en Colombia. La mayoría de los directores técnicos eran foráneos y había menos posibilida­des para los nacionales.

¿Cómo comenzó en el P fútbol?

Los inicios fueron en mi R pueblo, en Turbo. El profesor Ciriaco Moreno sacó un torneo en 1979, luego Gilberto Olivo y Andrés Castro sacaron una selección prejuvenil, donde jugaban de delanteros Jhon Jairo Tréllez, Carlos Castro y mi persona. Quedamos campeón en Medellín. Nos fuimos a probar al Dim y un directivo de apellido Betancourt apoyaba mucho a la gente de la zona y ahí empezamos.

¿Cómo fue su infancia? P

Muy tranquila. Hoy en día R a uno le da pena decir que vivió una infancia en Turbo, y el mundo que ha cambiado 100%. Jugaba en los potreros. Jugaba baloncesto, practiqué todos los deportes.

¿Por qué el fútbol?

P

R La verdad llegué al fútbol por casualidad. Jugaba baloncesto porque la cancha me quedaba enfrente de la casa. Un día fui jugar baloncesto, pero no había nadie. Me metieron a jugar fútbol y ahí me quedé.

¿Cómo llegó a ser futbolista P profesiona­l?

Cómo yo saltaba bien, jugaba R de ‘9’, pero solo hacía goles de cabeza, de otra forma no sabía, fui aprendiend­o poco a poco y después llegué al Atlético Nacional. El profesor Hugo Gallego un día me colocó de defensa central y ahí me quedé. Después tuve la oportunida­d de estar al lado de uno de los mejores entrenador­es de Colombia, ‘Bolillo’ Gómez, que me ayudó mucho. En 1987 me echó el profesor Francisco Maturana. Me fui al Cúcuta a probarme, quedé, y ahí debuté.

¿Cómo llega al Junior?

P

R Hubo un intercambi­o de jugadores entre Cúcuta y un señor Guillermo Zuluaga, propietari­o del Envigado. Escogió varios jugadores de allá, Faustino Asprilla, ‘la Flecha’ Gómez, Néstor Salazar y Hugo Tuberquia, entre otros, quedamos pertenecie­ndo a Zuluaga y él hizo un negocio con el Dim. Nunca fui tenido en cuenta en el Medellín, por eso digo que nunca estuve ahí.

¿Y al Junior?

P

R En una negociació­n entre Junior y Envigado. Gracias a Dios quedé en buena mano. En ese entonces estaba Édgar Perea, pero muchas personas me dieron ‘palo’. Decían: a qué viene y que esto y lo otro. Pero ‘El Negro’ (Édgar Perea) un día dijo: que juegue. Siempre me respaldó. Lo mucho que gané en el fútbol lo gané en Junior.

Junior lo compró en P 300 millones de pesos…

En ese entonces fue la cifra R más cara y fue una gran emoción. Vine, aporté y dejé una buena imagen.

¿Cómo era su juego?

P

R Un jugador bastante fuerte, cuando tenía que pegar, pegaba, cuando había que salir jugando, lo hacía, pero más que todo era fuerte en el juego aéreo. Nunca me descuidaba, en finales mucho menos. Yo sacaba la cara por la defensa del Junior y empezaba a pegar, también lo hacia Briasco, Galeano, Uribe, era un fútbol distinto, antes se sentía más la camiseta. Yo le pegaba al que fuera sin asco, tanto así que en 1993 lesioné a uno de mis mejores compañeros, Tréllez.

¿Por qué la afición lo P criticaba?

Cuando llegué estaban R Emerson Jiménez, David Pinillos, Orlando Rojas y ‘Candelero’ Escobar, jugadores de aquí de la zona, y que llegue un muchacho de otra parte a sacarlos, como que da cosa. El profesor Comesaña me respaldó, me mantuvo en el equipo. Tuve muchos problemas, pero me aguanté, me trajeron seis o siete centrales, pero siempre terminaba jugando yo. Siempre tuve un rendimient­o parejo.

¿Cuál fue su mayor P problema en Junior?

Tuve problemas con muchos R periodista­s, con personas en las calle, pero aquí estoy, soy una persona tranquila.

¿Por qué tenía problemas? P

Porque yo vengo de una R parte en la que hay más respeto por el jugador, yo no sabía que la gente en Barranquil­la era folclórica. Y aquí se ‘mama’ mucho ‘gallo’, fue difícil entrar al medio, pero después entré y conviví con la gente. Él que me veía en la calle pensaba que no me la llevaba con nadie, pero cuando me trataba, tomaba una impresión diferente.

¿Qué le decían?

P

R ¡Ufff! ¿Qué no me decían? Me pusieron y que ‘Niño Nene’, pero yo tranquilo. Me daba rabia en un comienzo, después me familiaric­é.

¿Por qué dicen que P usted le tenía fastidio a los periodista­s?

Nooo, nunca les he tenido R rabia. Con Édgar Perea nunca tuve problemas, jugábamos domino juntos, tampoco con el difunto Fabio Poveda, muchos periodista­s son amigos míos. Wilson Pacheco siempre me invitaba a 20 pesos de sopa. Lo que pasa es que a uno le da rabia que digan noticias en las que uno no tiene nada que ver. Los periodista­s empezaron a darme ‘palo’ sin verme jugar, pero después todo cambió.

¿Qué pasó con el periodista P Armando De La Hoz? ¿Usted le sacó un arma de fuego?

No, no, no. Si él dice la R verdad, no fue así. Él dijo algo de mí, no me gustó y le pegué una cachetada en el hotel Dann, fue diferente a sacarle una pistola. Le pido disculpas por lo que sucedió en ese momento.

¿Qué no le gustó?

P

R Él dijo que yo había ido a una discoteca a ponérmela de ruana, pero yo no estaba en la ciudad, estaba en Medellín, había pedido permiso.

¿Nunca le sacó un P arma a De La Hoz?

R No, yo nunca le saqué la pistola a Armando. Él dijo algo que no me gustó y le comenté a una persona que en este momento no está viva. Me dijo: negro, si fue así, haga lo que usted quiera. Yo siempre hablaba con Édgar Perea, no era mi mejor amigo, pero hablábamos mucho.

¿Usted iba a los entrenamie­ntos P armado?

Sí. Yo tenía mi revólver. R Pero no solamente yo andaba armado, muchos de nosotros teníamos armas, pero ningún periodista puede decir que yo le saqué un arma. En mi tierra dicen: el arma se saca para ponerla en función.

¿Por qué iba armado a P los entrenamie­ntos?

Yo soy de una zona roja. R Urabá toda la vida ha sido una zona roja. Después de lo de Andrés Escobar a muchos nos dieron la facilidad de tener armas y compramos armas. Yo tenía mi arma y viajaba con ella a Turbo, pero nunca la utilicé. Me hubiese gustado aprender a disparar, pero algún día será.

¿Lo más bonito del P Junior de 1993?

La unión. En realidad, si R pasaba alguna cosa, todo el mundo estaba a favor del que cometía el error para apoyarlo como fuera.

¿Y futbolísti­camente P qué era lo mejor?

Teníamos jugadores importante­s R como Valenciano, Mackenzie, Pacheco, ‘El Pibe’. Manteníamo­s el cero y en cualquier momento hacíamos un gol. Después de eso manejábamo­s el partido con orden.

¿Qué fue lo que más P disfrutó en Junior?

Yo disfruté todo. Desde el R primer día hasta el último día que me sacaron.

¿Qué recuerdo tiene?

P

R ¿Cuál de todos? Porque yo recuerdo son los buenos. Haber sido campeón en 1993 y 1995, y jugar al lado de grandes futbolista­s ha sido muy bueno.

¿Cómo era esa dupla P Cassiani-Mendoza?

Nos entendíamo­s bien. R Alexis ha sido una persona muy tranquila. Era muy técnico. Siempre tiene que haber uno que hace el trabajo sucio. Tuvimos uno que otro inconvenie­nte, pero eso es normal en el fútbol.

¿Los rivales le tenía P miedo en la cancha?

(Risas). No, nada. En 1994 R o 1995, nada más le saqué un pequeño diente a Anthony De Ávila, pero es cuestión del fútbol. Se lo saqué porque me escupió la cara, pero solo es fútbol, después nos tocó juntos en la Selección y ahí pasó todo.

¿La anécdota que nunca P olvida?

Ufff, muchas. La eliminació­n R de la Copa Libertador­es en 1994 a manos de Vélez. Oswaldo Mackenzie ese día empezó a molestar, ‘El Pibe’ me vio a mí y me la montó.

¿Qué le dijo ‘El Pibe’?

P

P Qué no dijo. Al ‘Mono’ nunca le gustó perder y peleaba por todo. Hubo un penal, Mackenzie lo hizo y venía burlándose, yo estaba por allá parado y llegó ‘El Pibe’ y me dijo: ‘Ajá loco, que estás haciendo. Se formó la pelea y ‘El Pibe’ empezó a tirar zapatos por todos los lados.

‘El Pibe’ contó que una P vez le lanzó una botella a usted y a Héctor Méndez...

Eso fue después del primer R tiempo en Medellín ante Nacional. Perdíamos 3-0, entramos al camerino y Héctor Gerardo Méndez se veía como si se estuviera riendo. ‘El Pibe’ lo vio y le dijo: ¿ah, te vas a reír? Y empezó a tirar zapatos. Después me cogió a mí porque yo había rechazado mal un balón. Me tiró una botella, pero pegó más del lado donde estaba Héctor. Con Mackenzie peleábamos mucho. Cuando llegué a Barranquil­la, Víctor Danilo me invitó a un sancocho de hueso o de gallina, pero me salió fue con una gaseosa y un pan.

¿Qué significa Junior P en su vida?

R Junior es todo. Fue donde gané todo. El título con Envigado fue en la primera ‘B’. Si no hubiese ganado nada con Junior, nadie me conociera. P ¿El momento más amargo con Junior? R Cuando cierto personaje por ahí llega y te quiere irrespetar.

¿A quién se refiere?

P

R El señor ese de Bucaramang­a. No es necesario decirle el nombre, él ya sabe quién es. Ya había hecho un arreglo con Antonio Char y llegó él a dar órdenes y me dijo: si quieres, es eso, si no, te vas. Entonces le dije: me voy.

¿Alonso Lizarazo?

P

Sí, el mismo. R

¿Por qué sale de Junior? P

Cuando yo vine de Argentina, R hice un arreglo con Junior y después él (Lizarazo) me cambió las reglas. Un día un compañero llegó embriagado a la concentrac­ión, entonces el profe me dice: lo voy a meter a él, pero si me la hace mal, lo sacó. Entonces le dije: va a coger al más bobo. En ese entonces el técnico era el ‘Zurdo’ López, que para mí es de los que menos le ha aportado a Junior. No estuve de acuerdo con él y me mandó a la banca. Discutimos y empezamos a tener choques.

¿Javier Castell lo sacó P de Junior?

Hubo un partido en Cartagena R y él me dijo algo. Yo le dije: usted tiene que decirle las cosas a la persona que es, no se las dijo. Y empezamos a discutir, si algo tenía yo era que lo que no me gustaba, lo decía. Con Comesaña tuve líos más de una vez, pero era una persona comprensiv­a. El profesor Castell me sacó de Junior, me fui para Argentina, y me sirvió. Sí, es verdad que Castell me echó de Junior y yo le dije: muchas gracias, el camino sigue.

¿Qué piensa de la indiscipli­na P en el fútbol?

Indiscipli­na siempre va R a haber. A mí ahora no me vengan a decir que han erradicado el alcohol del fútbol, que las mujeres, eso siempre va a existir porque somos seres humanos. Lo que pasa es que cuando se le da demasiada importanci­a a las cosas es que se forman los problemas.

¿En ese sentido usted P cómo era?

Yo más de una vez tomé, R también salí, eso es normal, somos seres humanos. No sé porque hoy en día critican que porque uno sale, que el otro toma. Cuando yo fui a Argentina, el primer día me dieron dos cervezas grandes, en pretempora­da, en Chile era lo mismo. ¿Entonces porque en Colombia un jugador no se puede tomar una cerveza?

¿Cuál fue el mejor DT P que tuvo en Junior?

Comesaña. Fue un segundo R padre para mí. Me fue bien con el asistente Dulio Miranda, con los demás poco poco.

P ¿Y el peor que tuvo?

R ‘El ‘Zurdo López’. Nunca trabajó, nunca paró un equipo en la cancha, era lo que nosotros quisiéramo­s dentro del terreno de juego. ¿Cómo ve al Junior de P Alexis Mendoza?

Junior tiene buenos jugadores, R hay jóvenes que aportan mucho. Aunque muchos lo critiquen, Teo dentro de la cancha es mucho jugador. Además tienen a Chará. Hay que mejorar el juego aéreo, pero eso es cosa de trabajo.

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 ??  ?? Junior de 1999. Arriba: Iván Valenciano, José María Pazo, Manuel Galarcio, Francisco Cassiani, Carlos Vilarete y Gian Carlos Torres. Abajo: Jorge Bolaño, Henry Vásquez, Hayder Palacio, Marquinho y Óscar Upeguí
Junior de 1999. Arriba: Iván Valenciano, José María Pazo, Manuel Galarcio, Francisco Cassiani, Carlos Vilarete y Gian Carlos Torres. Abajo: Jorge Bolaño, Henry Vásquez, Hayder Palacio, Marquinho y Óscar Upeguí
 ??  ?? Cassiani junto al ‘Pibe’ Valderrama y Alexis Mendoza.
Cassiani junto al ‘Pibe’ Valderrama y Alexis Mendoza.
 ?? CÉSAR BOLÍVAR ?? Así luce actualment­e Francisco Cassiani.
CÉSAR BOLÍVAR Así luce actualment­e Francisco Cassiani.

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