Latinoamérica se la juega en el frío
La región tendrá 32 deportistas en los Juegos Olímpicos de Invierno que se inician mañana en Corea del Sur ➲ El acto inaugural es el viernes.
PYEONGCHANG. Latinoamérica acude a Pyeongchang-2018 con récord de participantes (33 deportistas de siete países), con la novedad de representaciones más numerosas de lo habitual de México, Colombia y Bolivia, además del bautizo olímpico de invierno de Ecuador.
En la cita surcoreana se superarán los 32 representantes de la región procedentes de siete países, que hubo en Sochi en 2014, pero con pocas esperanzas de brillar.
La región nunca ha conseguido una medalla en Juegos de Invierno, siendo el noveno lugar obtenido por la brasileña Isabel Clark en snowboardcross en Turín-2006, el mejor resultado latinoamericano de la historia.
Clark, que fue decimocuarta en Sochi-2014 volverá a estar presente en Pyeongchang.
Brasil y Argentina, que habían tenido 13 y 7 representantes en los anteriores Juegos, acuden a Pyeongchang con 9 y 6 respectivamente, pero este bajón de los dos países más grandes de Sudamérica se ve compensado con una gran presencia de México y Colombia, con cuatro representantes cada uno (ver nota aparte), mientras que Chile, que se presenta con siete, supera en un deportista la delegación de seis que tuvo en Sochi.
Bolivia, que no había contado con representación en los últimos 26 años, tendrá a dos representantes, Simon Breitfuss Kammerlander, en esquí alpino, y Timo Juhani Gronlund, en esquí de fondo. Nacidos en Austria y Finlandia, respectivamente, adquirieron la nacionalidad boliviana.
Por último, el único país latinoamericano que debuta en unos Juegos de Invierno es Ecuador, con Klaus Jungbluth Rodríguez, es esquí de fondo.
Desaparecen en cambio de los Juegos Olímpicos de Invierno en esta edición las delegaciones de Perú, que había tenido tres representantes en Sochi, Paraguay y Venezuela, que estuvieron con un deportista hace cuatro años.
Latinoamérica todavía parece estar lejos de las medallas, aunque puede consolarse con un récord de participación, en espera de que surja un campeón.
FRÍO DE PESADILLA. A la espera de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, el frío glacial copa las conversaciones en Pyeongchang, donde incluso los canadienses, habituados a las bajas temperaturas, hablan de una “pesadilla”.
La temperatura más alta del martes fue de -7ºC, aunque los fuertes vientos hacían aún más baja la sensación térmica. La noche de ayer, el mercurio caerá hasta los 20º bajo cero.
“La humedad es lo más duro. No sólo hace frío, sino que congela la sangre”, explica Kevin Boyer, deportista canadiense.
“Lo peor es el viento. Cuando paseas por la villa olímpica es una pesadilla”, añade el deportista originario de Edmonton. “Es raro viniendo de Canadá, donde estamos acostumbrados al frío, pero aquí es un frío que yo nunca viví”.