Venezolanos colman el consulado de Chile en busca de visa especial
Unas 400 personas se acercaron ayer a la sede diplomática.
CARACAS. El consulado de Chile en Caracas amaneció abarrotado el lunes por venezolanos que buscan una visa especial para radicarse en ese país, lo que más que una concesión perciben como otra traba para escapar de la crisis económica.
Una cinta con la frase “peligro no pase” bordeaba un costado del edificio, en el este de la ciudad.
Debido a que el consulado no prestó servicio ayer, varios forcejeaban para leer una pequeña pizarra que enumera los pasos para obtener el documento, anunciado el 8 de abril por el presidente chileno, Sebastián Piñera.
“No empujen, todos somos venezolanos”, gritó alguien en medio de la aglomeración de unas 400 personas, controlada por una docena de policías.
Los alcances del requisito -impuesto por Piñera para “poner orden” a la creciente migración venezolanano están claros para Leipzig Mijares, administrador con varios posgrados que llevaba año y medio preparando su partida.
“Quienes tenemos pasajes a Chile para esta semana estamos en un limbo”, dijo angustiado Mijares, de 44 años, que llegó muy temprano a la sede diplomática buscando luces sobre la llamada visa de “responsabilidad democrática”.
“Sabemos que venía una ley migratoria porque en Chile la migración ha sido desordenada, pero no nos da tiempo de tramitarla antes del viaje”, añadió el hombre, que tiene boletos para viajar el viernes junto con su primo Jesús Mijares.
La pizarra los remitía a la web de la cancillería chilena y a sus redes sociales, pues el trámite debe realizarse en línea.
Una situación similar se presentó en el consulado de la ciudad de Puerto Ordaz (sur), que tampoco abrió sus puertas, según reportes de prensa.
En la página del ministerio de Relaciones Exteriores se aclara que el visado de “responsabilidad demono crática” es para quienes deseen residir en Chile, quedando exentos los venezolanos que quieran ingresar para hacer turismo.
Con una hiperinflación que treparía a 13.000% este año según el FMI y escasez de alimentos y medicinas, miles han optado por irse.
ESTAMOS SIENDO EXCLUIDOS. Jesús Mijares, quien vendió su carro y varios electrodomésticos para costear el pasaje a Santiago –cada vez más caro y escaso–, cree que el visado es una traba más para quienes como él ya tenían los documentos exigidos por Chile.
“Ahora con esta visa no sabemos si vamos a viajar porque no queremos entrar al país de forma ilegal”, dijo, al remarcar su urgencia por emigrar: “tengo dos hijas y puedo comprarles ni un helado”.
La legislación actual – cuya reforma anunció Piñera– permitía a quienes ingresaran como turistas pedir residencia temporal o definitiva.
Para Johana Carrillo, de 38 años, y su esposo Eduardo Faría, de 36, quedarse en Venezuela no es una opción. Ambos son empleados públicos y apenas ganan para “medio comer”, dicen.
“Tenemos dos niñas de tres y cinco años. La mayor tiene una afección renal. Aquí no podemos tratarla, no hay medicamentos”, asegura Carrillo.
“Lo que arranca como una medida de apoyo termina siendo algo complejo. No están siendo solidarios, estamos siendo excluidos”, se quejó Leipzig.