¿Qué papel jugará el “Señor Blanco”?
El verdadero papel del voto en blanco en la segunda vuelta presidencial no es legal, sino político. Es decir, su importancia y trascendencia dependerá de la votación que alcance, puesto que el artículo 190 de la Constitución establece que “para la segunda vuelta será declarado presidente quien obtenga el mayor número de votos, independiente del voto en blanco”. En otras palabras, el presidente no saldrá de Duque o Petro, ni siquiera en el hipotético caso de que el próximo 17 de junio gane el voto en blanco. Y ello es así porque los efectos del voto en blanco no son vinculantes. Por esa razón es que la apuesta de quienes lo promueven es política y no jurídica. ¿Qué pasaría si el voto en blanco es la segunda votación del país? ¿Cuál sería el mensaje al nuevo presidente por parte de millones de electores empoderados y vigilantes del nuevo gobierno? Convertir el voto en blanco en un hecho político sin antecedentes en Colombia es hoy por hoy el gran reto de los votantes de Fajardo y De la Calle, quienes han decidido no votar por Duque o por Petro. La Alianza Verde dejó en libertad a sus votantes para que lo hicieran por Petro o votaran en blanco, al tiempo que les prohibió hacerlo por Duque. Ello significa que el respaldo de los verdes a Petro no es unánime, como tampoco lo es el del Polo Democrático, donde Robledo dijo que votaría en blanco, mientras que el también senador Iván Cepeda anunció su respaldo al ex alcalde de Bogotá. Es decir, “verdes y polos” -que hacen parte de la Coalición Colombia, que apoyó a Fajardo en la primera vuelta- acudirán divididos a la segunda, pero no enemistados.