Santos: ¿más antiuribista que antipetrista?
¿Con quién está Juan Manuel Santos? Debido a la precariedad de su respaldo, el presidente es el peor socio que un candidato pueda conseguirse. Que lo digan Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle, que se pusieron a defenderlo y recibieron una paliza monumental. A Santos se lo pelean los seguidores de Duque y los de Petro: los de Duque dicen que está con Petro y los de Petro dicen que está con Duque. Nadie quiere cargar ese bacalao. Pero lo cierto es que el corazón de Santos está con Petro. ¿La razón? Santos cree que el futuro de la negociación con las Farc estaría en mejores manos con Petro que con Duque. Por eso no pasó desaperContar cibido el respaldo de Ingrid Betancourt a Petro, hecho que fue interpretado como un gesto hostil con Uribe, quien ordenó la ‘Operación Jaque’, que permitió su rescate, luego de permanecer seis años en poder de las Farc. Que Ingrid apoye a quien tiene el respaldo de sus secuestradores causa asombro. Pero es que Ingrid es santista antes que nada. Fue Santos quien la nombró por primera vez en un cargo público y quien como ministro de Defensa la recibió en el aeropuerto militar de Catam, una vez recuperó su libertad. Pero hay más antecedentes del petrismo de Santos y del santismo de Petro. Petro respaldó a Santos en la segunda vuelta de 2014, gesto que este agradeció en su discurso como presidente reelecto. Ese respaldo -tomado en contra de la voluntad del Polo Democrático, que lo había escogido como su candidato- le costó a Petro su distanciamiento definitivo de Jorge Enrique Robledo. La Alcaldía de Petro fue producto de una “jugada santista”, pues fue él quien movió los hilos para que tres ‘candidatos inviables’ -Gina Parody, David Luna y Carlos Fernando Galánmantuvieran su aspiración a la Alcaldía de Bogotá, lo que le permitió a Petro ganar con el 30% de la votación. A ello se suma -obviamente- el ‘antiuribismo’ de Santos, que es tanto como el ‘antisantismo’ de Uribe.