Un Bourdain sin ‘reservas’ recorrió C/gena hace 10 años
La estrella fallecida el viernes descubrió el sabor del Mercado de Bazurto y probó el arroz de icotea E El chef que lo guió compartió su experiencia.
CARTAGENA. En el 2008 la visita de Anthony Bourdain a Cartagena ‘revolucionó’ a los principales chefs y dueños de restaurantes del Corralito de Piedra que esperaban que el famoso programa Sin Reservas, y por supuesto su presentador estrella, tocaran en cualquier momento a su puerta.
El chef de 61 años que fue hallado muerto el viernes en la habitación de un hotel en Francia, era conocido por sus facetas como autor de libros y cronista televisivo. A Colombia llegó dos veces con el objetivo de degustar los sabores de varias ciudades.
En Cartagena fue Jorge Escandón, el propietario de La Cevichería, –un restaurante que empezaba a abrirse camino a pocos metros de la Plaza San Diego–, el encargado de guiar a la estrella de la cocina en la travesía de descubrir los sabores que identifican a la ciudad.
Escandón recorrió con el ‘cronista de la gastronomía’ las entrañas del Mercado de Bazurto. Lo condujo en lancha hasta Tierrabomba y le hizo probar un exótico ceviche en salsa de corozo que, confiesa, en aquella ocasión preparó por primera vez y nunca más recordó su receta.
“Lo vi sentado trabajando en su computador con corte de sargento americano. Estuvo alrededor de media hora frente al teclado mientras yo permanecía en un sofá del hotel; y desde allí no podía dejar de observar su nuca mientras iba repasando en mi interior palabras en inglés que no sabía y que tampoco iba a necesitar”, escribió Escandón en su perfil de Facebook tras conocer la noticia de la muerte del chef.
Bourdain no se quedó con los lujos y los ostentosos lugares y platos que ofrece el Centro Histórico a sus visitantes. Pidió ser llevado a los lugares donde se preparaba la ‘comida real’ cartagenera, y acompañado de Escandón visitó cada venta de frutas, cada puesto de pescado y uno que otro punto de comida del popular mercado.
“Bienvenido al Mercado de Bazurto. Esto es como un Target o un Walmart, pero sin aire acondicionado. Él esbozó una pequeña sonrisa y desde ahí caminamos por uno de los lugares más olvidados e injustamente desprestigiados de Cartagena (…)”, cuenta el cartagenero.
“Y a pesar de que este man le había dado la vuelta al mundo, creo que empezó a sentir algo especial deambulando por los sucios callejones de nuestro mercado, al punto que yo también me emocioné y nos perdimos en este laberinto de olores, música, rostros y caos”, siguió narrando en el texto que compartió junto a una fotografía al lado de Bourdain.
En Bazurto, Anthony Bourdain comió mangos, caimito, y en el popular restaurante de una matrona conocida simplemente como Cecilia probó el arroz con icotea.
“Esto es increíble, los colores y la variedad de frutas. Y casi raspando el plato dijo: las cosas prohibidas son deliciosas”, relató el chef cartagenero acerca de la reacción de Bourdain al probar la icotea y los huevos de esta especie.
En el texto, que recibió más de 300 me gusta, ‘cevicheman’, como también se hace llamar el chef cartagenero, recordó que la visita de Bourdain a su restaurante –hoy uno de los más cotizados de la ciudad– fue un gran impulso no solo para él, sino para toda la gastronomía local.
“Fue mi amigo y lo será. Creo que muchísima gente alrededor del planeta estará agradecida por haberlo conocido y yo jamás dejaré de agradecerle por haber decidido estar en mi restaurante y por haber creído en alguien que con fuerza apenas empezaba”, señaló.
Sobre la experiencia y los momentos que compartió con Bourdain fuera de cámaras, Escandón escribió que fueron tres días intensos de grabación, “recuerdo que en Bocachica antes de empezar a rodar tuvimos una conexión especial, conversamos de la familia, de su pareja –acababa de ser padre por primera vez– de las drogas, de Nueva York, de los tiempos del Factory, de la Velvet Underground de Warhol y Lou Reed, entre otros, de los duros años del estrés en la cocina y hasta terminamos diseñando un hospital psiquiátrico para chefs”, concluyó.