LAS CAMPAÑA DEL MIEDO, ¿DUQUE O PETRO?
¿Cuál de los dos candidatos asusta más a los votantes?
El próximo domingo termina la campaña presidencial. Para decirlo en lenguaje futbolero, que es el que los colombianos empezaremos a hablar esta semana, cuando comience el Mundial de Rusia: “Señoras y señores, se acabó el alargue y ya no hay tiempo de llorar”. Este domingo 17 de junio sabremos quién será el sucesor de Juan Manuel Santos en la Casa de Nariño, entre Iván Duque y Gustavo Petro. El voto en blanco también será protagonista de primer nivel y podría convertirse en el hecho político de la jornada.
A la postre, la dinámica de la campaña, así como su polarización, terminó por imponer un factor tan decisivo como peligroso: el miedo. En efecto, el próximo domingo terminará la campaña presidencial del miedo, pues es evidente que los electores acudiremos a las urnas a votar muertos de susto. Los de Petro ante un posible triunfo de Duque y los de Duque ante un eventual triunfo de Petro. Y a los votantes en blanco los aterroriza un triunfo de cualquiera de los dos.
En esta segunda vuelta no votaremos, entonces, por el candidato que más nos gusta, sino por el que menos nos intimida. Así las cosas, ¿quién inspira más temor, Duque o Petro? A juzgar por todas las encuestas que han sido publicadas en los últimos días, el que más asusta es Petro. Cifras y Conceptos da ganador a Duque (45,3%) sobre Petro (36,4%). Invamer también: (Duque 57,2%) y Petro (37,3%). El Centro Nacional de Consultoría, de igual manera: Duque (55%), Petro (35%). En la encuesta de Datexco también gana Duque (46,4%) sobre Petro (40,2%), mientras que en la de Yanhaas, Duque supera con veinte puntos a Petro, 52% contra 32%.
¿Por qué terminó por imponerse el miedo? Porque ambos candidatos tienen sobre sus hombros dos pianos muy pesados: Duque carga con Álvaro Uribe y Petro con el ‘castrochavismo venezolano’, lo que no deja de ser una gran paradoja, porque ni Duque hará un gobierno tan uribista como se lo imaginan los petristas, ni Petro hará un gobierno tan ‘castrochavista’, como pregonan los seguidores de Duque. De hecho, en las últimas semanas tanto Duque como Petro terminaron por alejarse de las posturas extremas para acercarse más al centro, que es donde están los votos decisivos. Todo ello para tratar de bajarle decibeles al ‘antiuribismo’ y al ‘antipetrismo’, muy exacerbados en las últimas semanas.
El caso de Petro es el que más preocupa, porque es el candidato cuyo discurso menos confianza genera. Su mensaje populista golpea directamente el bolsillo de quienes están al frente del sector productivo, generan empleos y tienen la enorme responsabilidad de mantener abiertas las industrias y las fábricas nacionales. El espejo venezolano, con un sector productivo quebrado por cuenta de la ‘Revolución del Siglo XXI’, no los deja dormir tranquilos.
De hecho, esta semana trascendió el respaldo del Consejo Gremial Nacional a Duque. En total, más de 20 gremios -que representan el 60% de la producción nacional y generan el 73% del empleo formal del país- decidieron apoyarlo, al considerar que sus propuestas son las más adecuadas para el país.
Y en el caso de Duque, el susto corre por cuenta del futuro del proceso de paz con las Farc, pues los seguidores de Petro dan por hecho que una vez en la Casa de Nariño, el candidato uribista “hará trizas la negociación con las Farc”. El propio Petro, sostiene que un triunfo de Duque significaría “volver a la violencia”, lo que no deja de ser una declaración tremendista, dado que los acuerdos de paz tienen el carácter de “irreversibles” y cualquier ajuste que se les haga no comprometerá su suerte futura.
Para decirlo con absoluta contundencia: ni Álvaro Uribe ni Fernando Londoño están en capacidad de hacer trizas la paz con las Farc. En ese sentido, lo que tiene que hacer Duque -de ser elegido presidente- es avanzar sobre el camino recorrido, que es gigantesco. “Meterle candela” a los acuerdos sería un acto de irresponsabilidad política imperdonable y se convertiría desde ahora en la cuota inicial para la llegada a la Presidencia en 2022 de un “Gustavo Petro recargado”.
En estos momentos, tanto los seguidores de Duque como los de Petro están dedicados a demostrar cuál de los dos está peor rodeado: mientras los de Duque le enrostran a Petro las fotos de Iván Márquez y Timochenko y hasta de la propia Ingrid Betancourt, para tratar de graduarlo como el “candidato de las Farc”, los seguidores de Petro le echan en cara a Duque la lista de los expresidentes, encabezados por Uribe, Pastrana y Gaviria, a quienes señalan de ser los padres de todos los males del país, empezando por la corrupción. A ella se suman los ‘Ñoños’ y un extenso listado de ‘parapolíticos’.
En uno y otro caso lo que se refleja es un mensaje intimidatorio, que busca incrementar la desconfianza hacia el rival, así como su descalificación como contendor político. ¿Qué tan decisivas han sido las últimas jugadas de los candidatos? ¿Quién gana y quién pierde con los más recientes respaldos? ¿Giro a la izquierda o a la derecha?