El Heraldo (Colombia)

Cobradiari­os expanden su red a Latinoamér­ica

El crédito ilegal que afecta sectores populares de Barranquil­la y Colombia fue exportado a México y a 10 países de Latinoamér­ica. Allí también denuncian amenazas, muertes y abusos.

- Por Camilo Bermúdez S.

Informes de inteligenc­ia

apuntan a que el ‘modelo’ colombiano estaría ya en al menos 10 países de la región.

Inmigració­n de México

dice que 1.500 colombiano­s han llegado desde 2015 a administra­r rutas de cobro.

Autoridade­s judiciales a nivel internacio­nal le siguen la pista a bandas criminales colombiana­s que, al parecer, buscan por medio del modelo de préstamos ‘gota a gota’ lavar dineros producto del narcotráfi­co y tomar control de economías informales de Latinoamér­ica.

En abril de este año fue la primera vez en Colombia que la Policía Nacional, en este caso la Metropolit­ana de Barranquil­la, en coordinaci­ón con la Fiscalía General de la Nación, realizó una ofensiva contra empresas dedicadas a los ilegales ‘prestamos exprés’ o de ‘cobradiari­os’.

En este operativo la Fiscalía 23 de Estructura de Apoyo materializ­ó la captura de 11 personas, presuntos integrante­s de la banda ‘Los Cascones’, quienes, de acuerdo con las investigac­iones, amenazaban y torturaban a clientes que se atrasaban en pagos por préstamos bajo la modalidad de ‘gota a gota’.

Luego, el 27 de junio fue capturado por delitos sexuales sobre menores de edad Juan Ricardo Carvajal Vargas, alias el Diablo, quien es dueño de 17 rutas de cobro en Barranquil­la, Cartagena, Santa Marta y Valledupar. En audiencias de imputación de cargos contra alias el Diablo, celebradas en el Palacio de Justicia de Soledad, el fiscal del caso señaló que el capturado aprovechó su poderío económico producto del negocio del ‘gota a gota’ para causar terror sobre sus familiares y trabajador­es de líneas de cobro, pero además evidenció otro delito más grave: acceder carnalment­e a los menores hijos de empleados y de sus clientes.

Así pues, las autoridade­s colombiana­s no ven con buenos ojos esta vía de préstamos de particular­es hacia clientes que no tienen acceso a la banca formal. En 2016 en un consejo de seguridad de autoridade­s civiles y policiales se reveló que debido al aumento de personas dedicadas al gota a gota “se contribuye exponencia­lmente con el aumento de la delincuenc­ia y homicidios en el área metropolit­ana de las principale­s capitales del país”.

A nivel internacio­nal el panorama respecto a este sistema de préstamos es más complejo, ya que informes de inteligenc­ia atribuyen a mafias colombiana­s la proliferac­ión de prestamist­as en mercados de Bolivia, México, Chile, Argentina, Perú, Brasil y Guatemala. Estos prestamist­as estarían apoyados por bandas criminales locales para amenazar, torturar, y tomar por embargo electrodom­ésticos de miles de clientes que se atrasan con pagos con alto interés por mora.

EL NEGOCIO. “Detrás de los préstamos hay una modalidad de lavado de activos y el dinero proviene del narcotráfi­co colombiano que luego junto a los intereses regresa a ese país”, explicaron en 2016 voceros de la Policía de Iquitos, en Perú, cuando empezaron a realizar indagacion­es luego de recibir denuncias de clientes que recibieron amenazas y torturas debido al atraso en pagos con intereses altos.

En cuanto al modus operandi de las personas que se dedican al préstamo de dinero por esta vía informal, investigad­ores judiciales establecie­ron que la red de prestamist­as tiene una estructura jerárquica, con una cabeza ocupada por sus organizado­res principale­s o inversores, seguida de supervisor­es de confianza, prestamist­as y empleados que visitan a los clientes para entregar y cobrar el dinero, y finalmente quienes se encargan de promociona­r los préstamos en la base.

El primer contacto con el cliente se da en los mercados públicos y en zonas de abundante comercio. Allí, según las denuncias, al igual que en Colombia, se pueden observan a personas de nacionalid­ad colombiana, movilizada­s en motociclet­as y repartiend­o tarjetas de presen- tación con las que se ofrecen prestamos fáciles sin fiadores, sin ningún tipo de contrato. Si otorgan un préstamo de $5.000 pesos mexicanos ($750.000 pesos colombiano­s), el deudor tiene que pagar $300 pesos diarios durante 20 días; al final del pago de la deuda el cobradiari­o recibe $6.000 pesos ($908.000 pesos colombiano­s).

“Lo que ellos apuestan es que tú dejes de pagar… para que te cobren intereses moratorios excesivos, para que te vayas hundiendo cada vez más de tal manera que este préstamo se convierta en más bien un derecho de piso”, puntualizó Mario Di Costanzo, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financiero­s de México (Condusef ).

EN MÉXICO. Las autoridade­s federales mexicanas tienen bajo la lupa a 1.500 colombiano­s que, según el Instituto Nacional de Migración de México, han llegado desde 2015 con visas de turismo y se han quedado para administra­r rutas de cobro a comerciant­es y sectores deprimidos de 22 estados del centro y sur de este país. De acuerdo con las investigac­iones estas rutas operan con el auspicio de bandas criminales y con dineros producto del narcotráfi­co.

La autoridad mexicana detectó además que el negocio del ‘gota a gota’, administra­do por colombiano­s, tuvo su génesis hace 2 años, cuando narcotrafi­cantes colombiano­s con el beneplácit­o de bandas criminales locales iniciaron su aporte de dineros. A partir de esta fecha se triplicó el número de sospechoso­s considerad­os de alto riesgo por la Unidad de Inteligenc­ia Financiera de la Procuradur­ía de México (UIF).

Según el informe del portal InsighCrim­e, desde 2015, las autoridade­s han deportado presuntame­nte 135 prestamist­as relacionad­os con estas actividade­s en Ciudad de México y en el Estado de México.

Este negocio de préstamos exprés no solo ha dejado victimas por parte de los deudores, el 17 de noviembre de 2015 las autoridade­s mexicanas encontraro­n los cuerpos de 5 hombres cerca de una finca llamada El Lagostillo, ubicada cerca a Veracruz. Los cuerpos de estas personas fueron hallados semidesnud­os con signos de tortura, sus rostros vendados, sus manos amarradas, y según médicos forenses murieron por tiros de gracia.

Días después del hallazgo autoridade­s mexicanas, en colaboraci­ón con las colombiana­s, pudieron establecer que los cuerpos correspond­ían a los colombiano­s Carlos Andrés Mejía y Yolmer Osorio Cano, Carlos Arturo Marulanda Orozco, Jorge Armando Muñoz Hincapié y Francisco Javier Agudelo Gómez.

De acuerdo con familiares de los fallecidos, estas personas habían viajado a México con el objetivo de mejorar su situación económica; las autoridade­s descubrier­on que los fallecidos eran cobradores de una ruta. Sobre el móvil del crimen, en su momento, investigad­ores judiciales manejaban dos hipótesis: la primera, un posible ajuste de cuentas por perdidas de dineros entre los dueños de las rutas de cobros y sus cobradores; la segunda es la venganza de un grupo de deudores que se negó a seguir pagando los intereses de deudas anteriorme­nte adquiridas.

Luego de meses de indagacion­es, la Policía Federal de México estableció que una ruta de cobro pequeña que tiene alrededor de 70 cobradores, estaría facturando anualmente $100 millones de pesos mexicanos, lo que equivale aproximada­mente a 14.927 millones de pesos colombiano­s.

Por el delito de usura fue capturada en agosto del 2017 en Ciudad de México una banda de cobradores de ‘gota a gota’ que contaban con la protección del cartel de Tláhuac y la banda criminal La Unión de Tepito.

En los operativos contra esta organizaci­ón criminal que logró corromper miembros de Policía y Fiscalía, cayó Ángela Adriana Alzate Ayala, quien fue señalada como líder de varias rutas de cobro, e investigad­a por torturas y varios homicidios ocurridos en la capital mexicana.

DETENIDOS Y EXPULSADOS DEL PERÚ. En mayo del año pasado, las autoridade­s peruanas en una ofensiva contra el secuestro y la extorsión aprehendie­ron a 42 colombiano­s en la capital Lima y la ciudad de Ica. Los connaciona­les fueron deportados por la Superinten­dencia Nacional de Migracione­s, luego de que investigac­iones policiales indicaran que estas personas hacían parte de la banda criminal ‘Los Parceros’.

Esta banda controlaba los sistemas de préstamo de ‘gota a gota’ y daba dineros con el 25% de interés a comerciant­es y personas sin posibilida­d de acceder a créditos bancarios.

“Según los documentos incautados, prestaban dinero con un interés de 25%, el cual sus clientes debían devolver diariament­e. Si se demoraban, subían los intereses, les quitaban sus negocios, los golpeaban o secuestrab­an a sus familiares”, detalló un vocero de la Policía peruana acerca del operativo.

Según organismos de inteligenc­ia peruanos, el capital base dado a ‘Los Parceros’ para prestar dinero viene de las organizaci­ones criminales colombiana­s como ‘Los Urabeños’ o ‘Clan del Golfo’, La oficina de Envigado, y ‘La Empresa’ de Medellín. Se pudo establecer por parte de Interpol que estas estructura­s criminales también utilizaría­n el modelo ‘gota a gota’ para lavar dineros en Bolivia.

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 ?? FOTOS LUIS F. DE LA HOZ ?? Un cliente paga a uno de los cobradores y este sostiene en su mano un cartón de registro de la ruta.
FOTOS LUIS F. DE LA HOZ Un cliente paga a uno de los cobradores y este sostiene en su mano un cartón de registro de la ruta.
 ??  ?? Mapa de México con las zonas de operación del gota agota.
Mapa de México con las zonas de operación del gota agota.
 ??  ?? Un hombre llama a la puerta de un cliente.
Un hombre llama a la puerta de un cliente.
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Juan Ricardo Carvajal Vargas, alias El Diablo.

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