Qué bien hemos quedado
Por los ecos en los medios y los comentarios de quienes asistieron a la inauguración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, la ciudad subió al último peldaño de la maravilla con el monumental espectáculo con que inauguró la justa deportiva. Nada más mencionar que Shakira fue el cierre de tal evento, es garantía de calidad y belleza. La ciudad entera está en júbilo y la ciudadanía acude en forma masiva a todos los escenarios construidos y reformados para estar a tono con la magnitud de la justa.
Por los videos subidos por los asistentes, retazos elegidos por el gusto de cada quien, pude comprobar que fue una acuarela de artistas locales y una muestra de nuestro carnaval (no podía faltar), pero manejado de manera muy afortunada y apropiada por quienes tuvieron a su cargo el diseño de ese espectáculo, por lo que salimos de la tradicional muestra folclórica sin fuerza ni lucimiento al querer embutirla en lugares diferentes a sus días tradicionales de carnestolendas.
La mirada del extranjero o al menos el creativo no vernáculo fue fundamental para lograr la mezcla que en estos momentos circula por el mundo, porque para eso somos buenos los barranquilleros: divulgar a los cuatro vientos nuestro amor patrio y hacer conocer lo que creemos una maravilla nuestra. Sin duda, esa inauguración fue apoteósica y digna de los anales del espectáculo de inauguración de justas deportivas. Creo que es posible decir que salimos mejor que en la inauguración del Mundial de fútbol que ofreció Rusia. O al menos, eso he alcanzado a escuchar entre entusiastas admiradores de lo que se vivió el viernes en el Metropolitano.
En medio de ese esplendor y eternidad de show, parece que las palabras del presidente Santos no fueron recibidas con gran entusiasmo y hasta rechifla hubo, no podíamos tampoco ser menos corronchos con quien proporcionó el dinero para que esta ocasión fuera lo máximo, lo cual es cierto porque la ciudad queda dotada de maravillosos estadios donde la juventud podrá practicar con lujo de elementos todos los deportes que hoy compiten. Es de admirar que aquí hayamos sido capaces de cumplirle al país y que no hubiese sucedido lo que en Ibagué, que no contentos con robarse los fondos para organizar los juegos hace unos años destrozaron los poquitos escenarios donde practicaban sus deportistas.
No puedo entonces dejar de resaltar el compromiso y la enjundia que aplicó el alcalde Char a la terminación de las obras acompañado del joven Daniel Noguera, quien siempre muy discreto cumplió con el cometido que se le encargó: hoy la ciudad está rebosante de jóvenes de muchos países y nosotros estamos felices en la seguridad de que nos queda una ciudad completamente fortalecida para recibir todo tipo de eventos, deportivos o no, porque la infraestructura está creada. Y nosotros: cultura ciudadana para su uso y disfrute.