Edificio de la ESAP en Sta. Marta habría que demolerlo: Contralor
Maya califica de ‘elefante blanco’ la construcción. La gerencia integral del proyecto era ejercida por Fonade.
SANTA MARTA. El contralor Edgardo Maya Villazón remitió al procurador Fernando Carrillo el caso de responsabilidad fiscal por $4.521 millones por el ‘elefante blanco’ del edificio de la Esap en Santa Marta, el cual presenta fallas estructurales que impiden habilitarlo. En un comunicado el titular del ente gubernamental destinado a la vigilancia y control de los gastos de la administración pública precisa que, “tendría que ser demolido para volverse a construir, y por lo tanto pagarse de nuevo, sin que existan los recursos para tal fin”.
Dentro del proceso de responsabilidad fiscal que actualmente ade- lanta la Contraloría, se encuentran involucrados en calidad de presuntos responsables tanto la firma interventora de la obra (DPC Ingenieros S.A.S.), como el contratista, Oscar Daniel Garzón Forero, quien el 24 de abril de 2016 fue inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación para contratar con el Estado por un término de cinco años.
Según advirtió el titular del ente de control fiscal, “las graves anomalías alrededor de este fallido proyecto, fueron evidenciadas por la Contraloría General desde el mismo momento en que se hizo una auditoría a la Esap, sobre la vigencia 2015”.
“Desde entonces hemos llamado la atención de la Dirección del Fondo Nacional de Desarrollo, Fonade, que ejercía la gerencia integral del proyecto, como a la Dirección Nacional de la Esap”, precisa Maya Villazón.
¿DEMOLICIÓN?. El Contralor resaltó en la misiva a Fernando Carrillo, que el propio director encargado de la Esap, Giovany Javier Chamorro Ruales, en oficio del pasado 9 de julio, dirigido a la CGR, había reiterado el problema de la pobreza del concreto usado en la obra, el cual “sólo alcanza un 60% de la resistencia requerida en las especificaciones de diseño, situación que no permite establecer la confianza que se requiere al momento de proponer una rehabilitación de la estructura”.
Señaló Maya en su escrito que de la comunicación de la Esap se desprende que, para realizar un reforzamiento estructural bajo los resultados de calidad del concreto mencionados, sería necesario intervenir la cimentación, columnas, muros de concreto, vigas y placas de entrepiso, lo que resultaría en “un proceso costoso, riesgoso y complejo”.
EN EL OLVIDO. El edificio de la Escuela Superior de Administración Pública, Esap, junto con el Parque Taykú, es uno de los ‘elefantes blancos’ más inmensos en Santa Marta, y se encuentra escondido en un predio de la avenida del Libertador con carrera 30. Esta obra inconclusa truncó el sueño de más de 300 estudiantes de tener una sede confortable y digna.
Su licencia de construcción la otorgó la Curaduría Urbana No. 1 en diciembre de 2010 y se estimaba su entrega un año después. Para ello la Esap suscribió un contrato interadministrativo con Fonade, que a su vez subcontrató con un particular.
La inversión de la obra asciende a $5.608 millones, en la que se incluyen tres adiciones en dinero al valor inicial, lo que denota una falta de planeación, sumadas a las 5 prórrogas en tiempo que se le hicieron al contrato, y que en su totalidad están vencidas.
La obra debía entregarse inicialmente el 29 de diciembre de 2012 y la última de las prórrogas se venció el 15 de noviembre de 2014: a la fecha sigue en obra gris.
La nueva infraestructura constaría inicialmente de 6 pisos con un área cubierta de 3.530 m2, pero su costo creció debido a que la Esap cambió los diseños ampliando el edificio a ocho pisos.