Intento de traslado al Museo del Atlántico.
Durante el primer mandato del gobernador Verano se culminó la recuperación del Museo del Atlántico y su auditorio se denominó como Juan José Nieto; como sus restos reposan en un discreto mausoleo del tradicional cementerio de Manga en Cartagena, se pidió a la alcaldesa ‘María Mulata’ (Judith Pinedo), autorización para exhumarlo y trasladarlo a Barranquilla a un sitio de honor en el Museo del Atlántico (antigua mansión de la familia Dugand Gnecco). La alcaldesa manifestó que estudiaría la petición, pero después de asesorarse con León Trujillo Vélez, presidente de su Academia de Historia quien la ilustró, cortésmente eludió el permiso. “Se trata de un expresidente bolivarense; es mejor que permanezca en Manga”, dijo y acto seguido emprendió una pronta recuperación de su abandonada tumba. El presidente estadounidense Barack Obama estaba anunciando una eventual visita a Cartagena y había que mostrarle orgullosamente, que habíamos sido pioneros en mandatarios afrodescendientes, así en el siglo pasado se hubiera retocado la pintura colgada en el Palacio de la Inquisición, para aclararle el color pardo de la tez. Lo que no le tocaron fueron sus ojos verdes. Nieto, un apuesto moreno de ojos claros consiguió casarse dos veces con damas prestantes que le abrieron todas las puertas. Ese apoyo conyugal lo ayudó en su ascenso. El general Nieto tomó posesión de la Presidencia ante sus tropas en El Cuartel, sitio donde están los dos cañones que instaló Ignacio Consuegra B. en el Paseo de Bolívar como Secretario de Cultura de la administración de Humberto Caiaffa, recuerdan al viejo Cuartel. Cinco cónsules radicados en Barranquilla presenciaron cuando Nieto asumió el mando, que luego ejerció desde Cartagena.