Gobierno limpio
Voté No a las preguntas 1, 2 y 7 de la consulta anticorrupción. Trataré de explicar por qué, no sin antes observar que el volumen de la votación cayó en buen número: lo suficientemente alto como para producir un efecto político y lo suficientemente bajo como para que el texto original no quedara en firme, brindando así la oportunidad de mejorarlo.
Lee Kwan Yew en su gran libro Del Tercer Mundo al Primero, salto que Singapur dio de su mano en 35 años, dedica un capítulo a “Mantener limpio el gobierno”. En cada página del cual hay variados ejemplos de prácticas corruptas en esa Ciudad Estado y en los países vecinos, así como de las medidas que se adoptaron para erradicarlas o minimizarlas. Ojalá nuestros legisladores le dieran una leída antes de tomar las decisiones que al respecto se avecinan.
Respecto a la pregunta 1, Lee dedica cuatro páginas a diversas razones por las cuales los funcionarios públicos deben estar tan bien remunerados como los del sector privado. Entre ellas la necesidad y conveniencia de que el servicio público sea una opción de vida para jóvenes honestos y talentosos, más que ser considerado como un servicio social ocasional por lo cual “no podemos esperar que permanezcan en el cargo”, o, de otra parte, puede promover entradas y salidas intermitentes a la administración pública “sistema de puerta giratoria no deseable”. Es pertinente señalar que en los últimos 10 años Singapur se ha mantenido en el Top 10 de los países menos corruptos del mundo, las más de las veces dentro el Top 5 de ellos. Es importante también recordar que a los parlamentarios de provincia se les debe al menos mantener los rubros que no compensan del todo el impacto que en sus gastos tiene sostener vivienda en dos ciudades. En todo caso, si de ahorrar plata se tratara reducir el número de congresistas sería una medida mucho más eficaz. Hasta aquí un llamado a la cautela cuando se legisle sobre la primera pregunta.
La pregunta 2 tenía como atractivo popular evitar la casa por cárcel a los corruptos, pero agregaba “y que el Estado unilateralmente pueda dar por terminados los contratos”, no solo con ellos sino “con las personas jurídicas de que hagan parte, sin que haya lugar a compensación alguna para el contratista”. Salvo que fuera unipersonal, someter una empresa a esa arbitrariedad porque uno de sus numerosos posibles socios sea corrupto sería un atropello ilegal e inconstitucional.
La pregunta 7 busca limitar a tres el número de períodos en una corporación. Si el motivo subyacente fuese que esas corporaciones son escuelas de corrupción, sería más consecuente clausurarlas. No siendo así, se trata de instituciones complejas donde 12 años no es mucho tiempo. La experiencia no se improvisa y nos podemos privar de los mejores parlamentarios por mucho tiempo. Si el motivo fuese estimular la rotación debemos hacer seguimiento estricto a la labor legislativa, poner en cintura las empresas electorales personales, y dejarla en manos de la democracia.