Las finanzas del Distrito
Los barranquilleros somos conscientes de que la administración distrital está acometiendo más obras de manera simultánea en la ciudad que jamás en el pasado, y que esas obras que hoy representan molestias y que generan caos vehicular en decenas de sectores de la ciudad serán un día solo recuerdos de un pasado y ya convertidas en positivas realidades que cambiarán para siempre a Barranquilla. Sabemos también que se trata de obras muy costosas y que para hacerlas son indispensables créditos que deberá la ciudad pagar durante varios años, incluyendo para estos pagos vigencias futuras. Esta situación preocupa a algunos analistas y a ciudadanos del común, que responsabilizan al alcalde Alex Char de estar endeudando peligrosamente al Distrito, maniatando a los próximos alcaldes. Considero conveniente analizar las cifras de una manera clara para que concluyamos si eso es o no así. Para el año 2002, cuando el Distrito se acogió a Ley 550, de reestructuración de pasivos, la deuda que se incluyó en dicha ley ascendía a $633.000 millones de esa época, deuda que fue terminada de pagar en el actual período de Alex, por lo que se necesitaron 16 años para cancelarla.
Indiscutiblemente que desde el 2008, cuando asumió Alex por primera vez, al actual 2018 las condiciones financieras del Distrito han cambiado. Si analizamos los ingresos versus los créditos a vigencias futuras, tendremos que en el 2007 los ingresos ascendieron a $660.503 millones y las vigencias futuras a $3,26 billones, representando estas un 494%, de ese ingreso. En el año 2018, en cambio, los ingresos ascendieron a $3,22 billones, y los créditos a vigencias futuras a $2,58 billones, representando un 80% de los ingresos. Una enorme y positiva diferencia que muestra que no se está comprometiendo peligrosamente el futuro financiero de la ciudad, como se pretende hacer ver. Hoy la ciudad tiene asegurados unos ingresos futuros con los que se podrán honrar los compromisos adquiri- dos para poder construir esta cantidad de obras que hoy nos incomodan pero que a finales del 2019 serán cosa del pasado, cuando tengamos una ciudad mucho más desarrollada y competitiva. Una fácil comparación muestra que hoy el porcentaje de deuda versus presupuesto es inferior al del 2007. Alex asumió en el 2018 por primera vez y la ciudad se ha manejado con criterio y responsabilidad administrativa y fiscal. ¿Entonces por qué esa angustia y preocupación convertidas en acusación?
Cuando se aduce que el incremento en el recaudo del predial se limita al mayor avalúo catastral de nuestras propiedades, se ignora que el inventario de inmuebles del IGAC era exageradamente desactualizado, por decir lo menos, y por eso fue absorbido por el Distrito, como sucede en Bogotá y Medellín. Indudablemente que los barranquilleros estamos haciendo un esfuerzo para participar en el reconocido desarrollo de nuestra ciudad, pero eran muchos los que estaban chupando rueda sin pagar lo que realmente correspondía a sus predios e inmuebles. Esta es por lo menos, mi apreciación personal, y sencillamente por eso apoyo esta administración y apoyaré al candidato que continúe este proceso de buen manejo de las finanzas y de inversiones en obras que representan modernización y mejora de la movilidad, y en las diferentes áreas sociales que requiere Barranquilla.