“Fueron los segundos más horribles de nuestras vidas”
Damnificados contaron el drama que vivieron por el vendaval.
Un drama vive un sinnúmero de familias que resultaron damnificadas por el vendaval que se presentó la tarde del pasado domingo en el barrio Sinaí, en Barranquilla.
Alrededor de 290 personas perdieron todas sus pertenencias debido a los fuertes vientos que se tomaron este sector de la ciudad.
Los habitantes de la zona aún no salen del asombro por la emergencia que se presentó “de un momento a otro”, destechando a más de 50 casas, según el censo adelantado por las autoridades distritales.
Una de las familias más afectadas por esta emergencia es la conformada por Juan Umaña, Julek Asmos y sus tres hijos, quienes llegaron al barrio hace dos meses procedentes de Venezuela, huyendo de la crisis que se vive en el vecino país.
“En esta casa, que es de mi suegra, vivimos nueve personas. Todos estábamos reunidos y de un momento a otro vimos una especie de remolino que venía de la casa de al frente. Lo que hicimos fue refugiarnos en el pasillo, mientras las tejas volaban como papeles”, sostuvo el hombre mientras recorría su casa en busca de elementos que no hayan sido afectados por la furia de la naturaleza.
En medio de su relato no ocultó su sorpresa por haber resultado ilesos de este episodio: “Fueron los segundos más horribles que hemos vivido en nuestras vidas. No sé cómo estamos vivos”.
El ciudadano del vecino país recalcó que “volvimos a vivir” luego del vendaval, que dejó con heridas leves a dos de sus hijas, mientras que su cuñado de 28 años –identificado como Jorvin Asmos– resultó con una cortada en el pie. AFECTADOS Y DESPLAZADOS. Hace 14 años, la familia Ballesteros debió salir de su casa, en el municipio de Ciénaga (Magdalena), debido a la violencia.
Con sus pocas pertenencias llegaron a Barranquilla y se asentaron en el barrio 7 de Abril, en una pequeña casa alquilada.
Debido al crecimiento de su núcleo familiar, hace tres años se trasladaron hasta una casa en el barrio El Sinaí, la misma que quedó “inhabitable” luego del vendaval.
Javier Antonio Ballesteros, uno de los integrantes de la familia, sostuvo que el cielo estaba nublado antes de presentarse la emergencia por los fuertes vientos.
“Nosotros salimos corriendo de la casa y nos refugiamos donde un vecino, que su casa tiene plafón. Fue una cuestión de abrir y cerrar los ojos”, relató.
La Oficina Distrital de Gestión del Riesgo dio a conocer que ya se inició la entrega de ayudas a las familias damnificadas en el sector El Sinaí.