Comunidad se queja por retraso en obras de colegio en Rebolo
IED Técnica de Rebolo debió ser entregada hace un año. En hacinamiento reciben clases 650 estudiantes.
La alegría que expresó en su rostro Robinson Jiménez hace exactamente dos años, cuando la Alcaldía de Barranquilla anunció el comienzo de las obras de ampliación de la segunda sede de la Institución Educativa Técnica Distrital de Rebolo, ya no está presente debido a su preocupación por el retraso de un año y cinco meses que registran los trabajos.
De acuerdo con el contrato que firmó la Unión Temporal Edes, en junio del año pasado se debieron entregar nueve aulas de clase, dos baterías sanitarias, una cocina-comedor y un laboratorio con una inversión de más de $4.000 millones.
Sin embargo, después de este tiempo no se ha vis- to un avance significativo en las obras ubicadas en la calle 21 con carrera 30, junto a la edificación que cuenta con más de 70 años prestando el servicio educativo.
En un recorrido que hizo ayer EL HERALDO al interior de la escuela, solo se vieron las columnas de hierro expuestas al aire libre sin mayores movimientos de cuatro hombres dentro de la estructura, quienes permanecían sentados.
“No me parece esta situación que se registra en el colegio, porque ya ha pasado más de un año que debieron entregar la estructura y no le han hecho nada”, manifestó Jiménez, padre de dos estudiantes en los cursos de transición y tercero, quien agregó que los niños son los más perjudicados.
ESTUDIANTES HACINADOS. Y es que el inicio de los trabajos obligó a la reducción del espacio de la segunda sede, donde actualmente 650 estudiantes desde transición hasta tercero reciben clases, por lo que el rector de la IED, Marco Manotas, reconoció a este medio que los alumnos asisten a diario a la jornada única en condición de “hacinamiento”.
“Es preocupante la situación actual, porque se ha generado un hacinamiento, una incomodidad ‘agradable’, porque se está mejorando la infraestructura, pero si la fecha de entrega se sigue ampliando también se amplía la incomodidad de los estudiantes”, dijo el directivo académico.
Manotas agregó que las obras están paralizadas desde hace más de un mes y, cuando estaban en marcha, las actividades de construcción fueron intermitentes.
Muestras de ello son el estrecho acceso a la escuela por donde entra y sale el alumnado entre las 7:00 a.m. y las 3:00 p.m., que es un callejón con paredes rústicas, y un baño en el que niños y niñas se mezclan al mismo tiempo para hacer uso de este.
“No están dando clases en buenas condiciones. Esto se inunda cuando llueve, y también los niños llegan a la casa quejándose del calor por la poca ventilación que hay en los salones”, aseguró Luz Almanza, acudiente de dos estudiantes en primero y en tercero.
Además, las cubiertas de los salones y del baño en el segundo piso están afectadas por la humedad, mientras que los alumnos almuerzan en las aulas de clase, a falta de un comedor escolar. EL HERALDO intentó comunicarse con la secretaria de Educación Distrital, Bibiana Rincón, para conocer la posición del Distrito, pero la funcionaria no respondió a los llamados.
ROBINSON JIMÉNEZ Acudiente. “Los niños son los más perjudicados por el retraso”.
TOMASA PÉREZ Líder comunal. “Los alumnos trabajan mal en estos callejones tan estrechos”.