Comité Olímpico de EEUU, a punto de disolver la Gimnasia
La Federación de ese deporte no sería más miembro del USOC por los escándalos de abusos sexuales.
LOS ANGELES. El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) comenzó un procedimiento para retirar a la Federación de Gimnasia su condición de miembro de sus instancias debido al escándalo de abusos sexuales del doctor Nassar, explicó el organismo en un comunicado. “El Comité Olímpico de Estados Unidos ha impuesto una queja contra USA Gymnastics que busca revocar su reconocimiento como miembro del Consejo de administración nacional del USOC”, declaró la directora general de la organización, Sarah Hirshland.
La decisión de desman- telar el organismo en su forma actual irá ahora a un panel que revisará el caso, emitirá un informe y dará una recomendación sobre la dirección a seguir que será estudiada por la junta de directores del comité olímpico, que determinará a continuación si seguir o no con la disolución de la federación de gimnasia.
“Nos encontramos frente a una situación en la que no hay una solución perfecta. El hecho de disolver la Federación de Gimnasia no es una decisión fácil”, agregó.
Ésta ha estado en el centro de la polémica desde hace varios meses tras el escándalo sexual del exdoctor del equipo Larry Nassar, quien agredió a cientos de atletas durante las últimas décadas.
“Os merecéis algo mejor”, señaló Hirshland en una carta abierta.
Las víctimas del médico habían lamentado que los dirigentes de la federación no habían tenido en cuenta sus testimonios ni habían hecho nada para defenderlas de los ataques de Nassar.
Éste fue condenado a principios de año a cadena perpetua tras haber agredido a al menos 265 víctimas, entre ellas a la campeona mundial y olímpica Simone Biles, siendo la mayoría menores. El deporte del béisbol tiene justificada fama de ser el más completo de los deportes de conjunto que se conocen en el mundo de estas especialidades.
Bastó que esta pluma deportiva dijera hace muchos años que en materia de reglamentación escrita el del béisbol parecía una Biblia en tanto que el reglamento del fútbol era algo así, en materia de volumen, de páginas como el catecismo del padre Astete.
No lo afirmamos porque no podemos hacerlo, pero esta crítica nuestra en las páginas del extinto diario La Prensa -de grata recordación entre los barranquilleros- caminó internacionalmente. Es por ello que cometemos el supuesto abuso de observar que el reglamento futbolero es hoy tan voluminoso como el que asiste al béisbol.
Ahora, que sí todo ha sido una feliz coincidencia, mil perdones por lo que supuestamente hemos cometido, de nuestra parte queda retirada nuestras lejanas palabras y en tal circunstancia no hemos dicho absolutamente nada.
Pero apartando todo lo que hemos dicho, tenemos hoy el melancólico evento del Campeonato Profesional de este año, al que asiste hasta ahora una pobre concurrencia de aficionados. ¿Con motivo de que esta situación? ¿A qué atribuirla en una ciudad beisbolera desde hace más de 90 años y profesionalmente poco más de la mitad de esa cifra?
Para muchos la responsabilidad de este fiasco está localizada entre el grupo de dirigentillos como los que tiene el béisbol sub-23, que saturo el medio ambiente en las vecindades mismas de un torneo internacional para aprovecharse de una inauguración de un espléndido estadio y “que salga el sol por Antequera”, para decirlo con una frase antiquísima en nuestro medio barranquillero.
Además, hay que admitir que el béisbol ha sido en nuestro medio poco menos que un pobre de solemnidad por parte de los periodistas deportivos, cuyas preferencias tipográficas y radiales, han girado siempre alrededor del querido fútbol.
Después de todo este campeonato profesional de béisbol está apenas balbuceante y por esto alimentamos la esperanza de una perentoria rectificación de los fanáticos a quienes no les ha servido del todo un bellísimo y confortable estadio para el rey de los deportes, la frase que más parece una picadura de serpiente harto venenosa ocurrida en “sal de sea la parte”.
Barranquilla tiene que recuperar su título de ‘ciudad más deportiva de Colombia’. Aunque a la vista está que hoy por hoy que ese ‘titulacho’ ha de costar esfuerzos denodados por parte de nuestra querida afición.
La afición beisbolera tiene la palabra.