Caliwood, un sorprendente museo del cine en la ciudad de Cali
Se pueden apreciar curiosidades como un exposímetro de 1933.
Visitar Caliwood, un particular y único museo ubicado en la ciudad de Cali, es como presenciar una película sobre la historia del cine, tanto universal como local.
Con una impresionante colección de fotografías, filmadoras, proyectores y afiches originales que datan de 1850 hasta el presente, Caliwood recibe a los visitantes con el entusiasmo y pasión que transmite su fundador y director Hugo Suárez Fiat.
Cada objeto que allí se exhibe tiene vida propia, no solo por el aspecto histórico sino por la manera como fue adquirido. De hecho, lo que dio origen al museo en 2003 así lo demuestra. Hugo, que es abogado de profesión y coleccionista de carros antiguos, se encontraba reparando un Ford 49 convertible, cuando divisó al fondo del taller, ubicado detrás del ya inexistente Teatro Asturias, dos proyectores Art Deco abandonados, que pertenecieron no solo al Asturias sino también al Teatro Jorge Isaacs.
Decidió repararlos y llevarlos a su casa, pero como no cabían y su esposa protestó, los transportó a su oficina. La fascinación por estos aparatos lo llevó a conseguir más, y de ahí en adelante no había manera de detenerlo. Hugo siguió consiguiendo objetos relacionados con el séptimo arte hasta que ellos mismos pidieron ubicación, conformando lo que es hoy día este museo, que festeja seis años de fundación.
Cuando Hugo no cuenta el cuento, una guía auditiva disponible en español y en inglés acompaña a los asistentes por el fantástico recorrido. Se pueden apreciar curiosidades como un exposímetro de 1933, el proyector de vidrio del fotógrafo Fernell Franco, la cámara original del escritor Andrés Caicedo, una colección de fotografías originales de la filmación de María, basada en la novela de Jorge Isaacs, y una foto del antiguo Teatro Colón de Barranquilla tomada en 1871.
Al final de la exposición, Caliwood ofrece a los visitantes una proyección de cine en el Teatro Lumiere, nombre simbólico de la pequeña salita ubicada en la parte posterior, y para que el espectador pueda tener toda la experiencia de la época, cada mes Hugo monta una película diferente, proyectada con los equipos correspondientes a la época.
Desde el 1 de noviembre de 2012 Caliwood abrió sus puertas al público y su crecimiento es cada vez mayor. El director quisiera ampliar el espacio pues las piezas siguen llegando. La más reciente adquisición consta de una colección de cámaras fotográficas que le enviaron de Lenox, Massachusetts, que esperan encontrar un rincón donde ser exhibidas.
El ex proyeccionista Santiago Cárdenas es el único asistente que trabaja en el museo y comparte con Hugo la pasión por el cine. Sin embargo, la preocupación del director es que la entidad trascienda y se sostenga por si misma para que los mas de 800 objetos que la componen continúen al alcance de los amantes del arte tanto a nivel nacional e internacional, aun cuando él no esté. Para esto se requiere del apoyo comunitario que ya se empieza a vislumbrar.