100 días de gobierno
Apunto de cumplir sus primeros 100 días de gobierno, arrecian las críticas contra el presidente Iván Duque, incluso desde su propio partido, el Centro Democrático, que cuestiona el liderazgo de varios de sus ministros, entre ellos Justicia e Interior, porque se les agota el tiempo para sacar adelante las iniciativas legislativas del Ejecutivo.
La luna de miel del mandatario con los líderes políticos y gremiales, medios de comunicación y ciudadanos del común fue muy corta, y son muchos los que hoy nos preguntamos si estamos frente a un escenario inédito en el que a falta de uno tenemos “dos gobernantes”. Por un lado, está un mediático Iván Duque instalado en la Casa de Nariño, que pierde popularidad a pasos agigantados y al que se le acusa de falta de gestión. Por el otro, está el senador Álvaro Uribe, quien desde el Congreso, donde se mueve como pez en el agua, exhibe un renovado liderazgo y aparece listo para lanzarle un salvavidas a su alumno más avezado.
Cosas de la política, dirán muchos; pero la realidad nacional no da espera, presidente… Duque. Hay hechos que generan tremenda preocupación.
Un mes después del inicio del paro de las universidades públicas en demanda de más recursos, el diálogo está roto y miles de estudiantes podrían perder el semestre. El Gobierno hizo un esfuerzo presupuestal asignando más plata para el sector, lo que fue reconocido por los rectores, pero la protesta de los universitarios continúa. La legitimidad de su movimiento, que alcanzó respaldo popular, está hoy amenazada por el accionar de agitadores profesionales, que bajo el cobarde anonimato de una capucha están generando violencia y caos, como ocurrió en Bogotá que el jueves en la noche fue un verdadero Distrito Salvaje.
¡Repudiemos que los policías sean atacados con bombas incendiarias, que se dañen buses y estaciones de Transmilenio y que decenas de miles de personas resulten afectadas por bloqueos en vías! Pero también rechacemos los excesos de la Policía. La represión jamás será la solución y solo desencadena más violencia como en Popayán, donde los universitarios fueron desalojados del parque Caldas por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, de la Policía.
Con los estudiantes protestaron los sindicatos contra la Ley de Financiamiento, que gravaría el 80% de la canasta familiar. Un tema que puso de acuerdo a Uribe y a Petro, a gremios, fondos de pensiones y centrales obreras, entre otros sectores, a los que no se les socializó su contenido que, en este apartado, ha generado total rechazo.
Lo que se viene es duro. El jueves 15 de noviembre, sindicatos y estudiantes volverán a las calles, el 28 realizarán una toma de capitales y el 13 de diciembre habrá paro nacional. El panorama no podría ser más inquietante.
Tras su elección, Duque anunció su deseo de construir diálogo social “fraterno y sincero” y de trabajar por la unidad de los colombianos. Es momento de reforzar ese objetivo para evitar que el país se incendie aún más. Liderazgo, presidente.