Las historias que guarda el archivo de la Asamblea del Atlántico
En su interior hay 74 cajas con ordenanzas desde 1911 hasta el 2018 ➲ Los archivadores cuentan que algunas leyes aprobadas eran “muy pintorescas” y no se cumplían.
En el interior de un pequeño cuarto del sótano de la Asamblea del Atlántico, sin aire acondicionado, pero con mucha luz artificial y natural por la ventana pequeña a un costado, hay 74 cajas de cartón acomodadas en varios estantes que guardan la historia de la Duma del departamento.
En su interior hay primordialmente ordenanzas que cada año aprueban los diputados de la corporación y que en el actual periodo (2016-2018) llevan 126 documentos sancionados. Pero también se encuentran órdenes de pago, contratos y expedientes laborales, algunos, llenos de polvo.
¿Pero cuántas ordenanzas hay en el interior de las cajas?, fue la pregunta que le trasladamos a Ruby Ayala, encargada de manejar el computador donde se encuentran sistematizadas las normas del Atlántico. Dijo que comienzan desde 1911; sin embargo, en la Asamblea las hay desde 1917, ya que la Aduana custodia las de los primeros seis años en su archivo.
“Pero aún así aquí hay muchas. Ufff… habría que contarlas por cada año y es casi imposible. No almorzaríamos, ni comeríamos”, dijo la mujer entre risas en su oficina, cuando el reloj marcaba las 12:25 p.m.
LAS MÁS VIEJAS
Al saber que era difícil conocer el número de documentos, la señora Ruby, como es llamada y conocida por todos en el lugar, contó, aunque muchos no lo crean, que a diario se acercan entre 10 y 20 personas a buscar ordenanzas y regularmente muy antiguas.
“De 1940, 1960 o 1970 vienen a buscar y normalmente estudiantes universitarios, líderes cívicos y abogados, son los que más vienen a buscar y que lo hacen con fines educativos, para averiguar hasta dónde llega un municipio y para saber el alcance de una ordenanza”, dijo la mujer, quien lleva 34 años ininterrumpidos trabajando en la Duma.
Confesó que algunas “ordenanzas se han perdido o se las ha comido el comején”. Sin embargo, la que no se encuentre dicen que la buscan en la Gobernación que se queda con una copia de la ordenanza.
Ayala indicó que persona que llega a su oficina, persona que se lleva de inmediato su ordenanza. “No me pongo con misterio de que venga mañana o no sé qué. Es más, si son pocas hojas, se las regalo, porque la idea es que el usuario pague las copias”.
En la misma oficina estaba Juan de Dios Orozco, o mejor conocido como Juancho, delegado para buscar los documentos en el archivo. El hombre contó que en sus búsquedas diarias se ha encontrado con ordenanzas curiosas o llamativas que se hicieron hace más de 80 años.
Una de ellas es la ordenanza número 66, del 12 de junio de 1917, que ordena la creación desde el 1 de julio de ese año en los colegios y escuelas del Atlántico la inspección médica y dental, a cargo de un “médico verdaderamente idóneo”. (Ver facsímil)
“Vigilar el sueño, los alimentos, el baño, los ejercicios físicos, el estudio y el aseo tanto de los niños como del edificio, (…) vacunar y revacunar a los alumnos, (…) dictar semanalmente, por lo menos, en los colegios y escuelas conferencias cortas y precisas, esto es, sin divagaciones, sobre higiene general”, dice la ordenanza sobre las funciones de ellos.
Asimismo, el presidente de la asamblea de esa época, Fernando E. Baena, estipuló un salario al médico escolar de $100 oro y $20 más para viáticos.
OTRAS CURIOSAS
También en 1917, encontramos la ordenanza 45, donde la Asamblea dispone enviar delegados del departamento al Congreso Médico Nacional, realizado en Cartagena.
Los diputados eligieron a dos médicos graduados y residentes en Atlántico para que los representara y les destinaron “150 pesos de oro legal”. “Inclúyase en el Presupuesto de la próxima vigencia la suma anterior”, dice el documento.
Por otra parte, en la ordenanza 27 de 1917, la Duma ordenó el descanso hebdomadario (un día a la semana) y por tanto quedó prohibido “en domingo el trabajo por cuenta propia en fábricas, talleres, tiendas, comercios fijos o ambulantes, minas, canteras, puertos, transportes, construcciones, reparaciones, faenas agrícolas y demás ocupaciones análogas a las mencionadas”.
“Así son muchas las ordenanzas extrañas que hacían en esos tiempos y que algunas no se cumplían. Ahora esas leyes no se ven, son cosas que no requieren una ordenanza”, señaló Juan de Dios, mientras leía el documento.
Los dos encargados del archivo sostuvieron que las ordenanzas que más cambios han recibido desde 1911 son las del estatuto tributario, por el tema de las estampillas.
Precisamente, a la hora de debatir el presupuesto las sesiones iniciaban en horas de la tarde (3:00 p.m.) y se extendían hasta las 11:30 a.m. “Ahí finalizaba el segundo debate. Comían algún mecato, charlaban y a las 12:30 de la madrugaba empezaban el tercer debate para no venir en la mañana”, dijo Ruby Ayala.